Aviones de combate para la selecci¨®n 'oranje'

Uno de los lemas vitales de los holandeses les ayuda a consolarse ante la adversidad si creen que hicieron todo lo posible para salir airosos de un problema. Aprovechando esa especie de terapia espont¨¢nea, los psic¨®logos han empezado a advertir sobre los efectos de una posible derrota. Seg¨²n sus c¨¢lculos, perder "puede ser hasta cinco veces m¨¢s intenso que la alegr¨ªa del triunfo".

As¨ª que ciudades como Maastricht han empezado a tomar medidas. Situada al sur del pa¨ªs, ha contratado un abultado equipo de vigilantes. Holandeses y extranjeros. En la plaza Vrijthof, en el coraz¨®n medieval urbano, hay instalada una pantalla gigante para seguir la final del Mundial, y el ayuntamiento prefiere prevenir posibles encontronazos entre hinchas. Por cierto, a la plaza se asoma el antiguo Gobierno Espa?ol, hoy convertido en museo. All¨ª acudi¨® en el siglo XVI en varias ocasiones Carlos V.

Mientras la seguridad, y la juerga, siguen en tierra, en el aire se preparan efectos especiales. La selecci¨®n holandesa regresar¨¢ el lunes a bordo de un Boeing de la KLM, las l¨ªneas a¨¦reas nacionales. Pues bien, en cuanto entren en el espacio a¨¦reo de Holanda, ser¨¢n escoltados por dos aviones F-16 del Ej¨¦rcito del Aire. Uno de ellos estar¨¢ pintado de naranja y lo m¨¢s posible es que lo pilote el capit¨¢n Tobias Schutte. El mismo que ya saludara la partida del equipo hacia Sud¨¢frica. Entonces se luci¨® sobrevolando bajo el estadio del Ajax, en ?msterdam.

En el aeropuerto de Schiphol, por su parte, han pedido a los hinchas que eviten sus instalaciones para vitorear a los jugadores de Bert van Marwijk. La sugerencia es interesada, por las aglomeraciones, pero es que la selecci¨®n pisar¨¢ poco tiempo tierra. El martes son esperados en la capital en un helic¨®ptero Chinook, tambi¨¦n del Ej¨¦rcito. El consistorio, encantado de recibirles, no tendr¨¢ contemplaciones con los fans que se salgan del guion. La segunda advertencia de los agentes se traducir¨¢ en una visita a comisar¨ªa. En espera de las celebraciones, tres aviones extra se han llevado ya a Johannesburgo a los ¨²ltimos aficionados holandeses camino de la final rojinaranja.