El Valencia explota
El conjunto de Hussein vence al Caja Laboral con una canasta final de De Colo (67-66)
La primera eliminatoria de la Supercopa ha dejado varias cosas claras. La primera es que tanto al Valencia, meritorio ganador del intenso choque, como al Caja Laboral les hace mucha falta terminar de ensamblar las piezas de sus respectivos equipos. Por otro, las nuevas normas de la Federaci¨®n Internacional, al menos en lo que respecta a los triples, no afectan a los grandes del juego exterior, como San Emeterio, aunque puede que en general afectara a las estad¨ªsticas finales. Los valencianos, que estrenaban al t¨¦cnico Manolo Hussein, supieron recomponerse a un arranque flojo en defensa y conquistaron el partido en los compases finales. Inician as¨ª una buena campa?a tras ganar la pasada Eurocopa, t¨ªtulo que tambi¨¦n le permitir¨¢ jugar esta temporada la Euroliga.
Caja Laboral 66 - Power Electronics Valencia 67
Caja Laboral (20+17+15+14): Huertas (10), Logan (2), San Emeterio (12), Teletovic (14), Barac (13) -cinco inicial-, Ribas, Pietrus (5), Bjelica (3), Oleson (2), Haislip (5).
Power Electronics Valencia (18+16+19+14): Cook, Mart¨ªnez (6), Richardson (2), Lishchuk (18), Savanovic (10) -cinco inicial-, Sundov (14), De Colo (17), Claver, Sime¨®n.
Arbitros: Mart¨ªn Bertr¨¢n, Redondo, Perea. Eliminado Barac (m. 38).
Primera semifinal de la Supercopa disputada en el Buesa Arena de Vitoria ante 9.200 espectadores. El Lehendakari Patxi L¨®pez presenci¨® el partido desde el palco.
El Caja Laboral arranc¨® interpretando bien el ataque y armando una buena muralla protectora que no tard¨® en angustiar a los de Hussein. Las nuevas distancias en la cancha se tradujeron en defensas m¨¢s abiertas que perjudicaron al Valencia, superado por el empuje de Barac, Teletovic y San Emeterio. Mientras, Pietrus, ex jugador valenciano que solo dispone de unos d¨ªas para demostrar a Ivanovic que puede reforzar el juego interior del Caja Laboral, se pas¨® casi todo el encuentro buscando su sitio. Lo malo es que se le not¨®.
Antes de acabar el primer cuarto, Ivanovic ya hab¨ªa hecho debutar a todos sus fichajes, de los que solo destac¨® Logan. El Valencia, por su parte, acortaba distancias en el marcador (20-18) ayudado del gigante y espabilado Sundov mientras trataba de definirse como equipo.
Los de Hussein se pusieron por primera vez por delante de los vitorianos en el segundo cuarto, que se convierti¨® en una sucesi¨®n de errores por ambas partes. Con Haislip y Bjelica desaparecidos, el tono de los vitorianos baj¨® a niveles preocupantes y dej¨® que los valencianos, algo lastrados por las bajas de Javtokas y Augustine, les pisaran los talones en el marcador.
Tras el descanso, el Caja Laboral se encamin¨® por una senda peligrosa: desestim¨® el juego grupal para abandonarse a los destellos individuales, insuficientes ante un Valencia que contaba con un peligroso cuadro exterior. El ucraniano Lishchuk se infl¨® a canastas y colabor¨® en conseguir la m¨¢xima ventaja para su equipo.
Mientras tanto, las nuevas incorporaciones del Caja Laboral, casi transparentes, no contribu¨ªan a paliar la imagen desmanejada que los de Ivanovic proyectaron en los compases finales del partido.
Los vitorianos, sin Splitter pero con un irregular Barac, solo lograban desconcertar la bien armada labor ofensiva del Valencia cuando daban un toque de paciencia a su juego. Poco antes de que comenzara el ¨²ltimo cuarto, la necesidad de hallar soluciones era acuciante. Solo Teletovic y el siempre eficiente San Emeterio eran ajenos a la epidemia de despistes que invadi¨® al equipo, necesitado de afinar las jugadas y de cambiar un ritmo desbocado.
Los de Ivanovic tuvieron la fortuna de que el Valencia empez¨® a errar en los tiros, salvo cuando eran decisivos. De hecho, los ¨²ltimos minutos exhibieron a un Caja Laboral acosado ya por los nervios que tropezaba una y otra vez con la espinosa barrera valenciana.
La tensi¨®n de los ¨²ltimos segundos se transform¨® en un marcador que, punto arriba, punto abajo, no acababa de decidir un ganador. Un canast¨®n de Teletovic situ¨® a los vitorianos por delante, pero De Colo logr¨® desactivarle a ¨¦l y a un luchador San Emeterio en el ¨²ltimo segundo.
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