Pedro Le¨®n vuelve al redil

Lo atestiguan los jugadores del Madrid: "Mou se ocupa de todo y eso para nosotros es muy c¨®modo. Porque solo hablamos cuando ¨¦l nos autoriza y, adem¨¢s, normalmente, solo habla ¨¦l".

Mou, es decir, Mourinho, entrena los cuerpos y las mentes de los jugadores del Madrid. Si su carrera se ha caracterizado por algo no es por las innovaciones t¨¢cticas tanto como por el manejo psicol¨®gico de sus plantillas. Lo hace con tanto celo que, por momentos, sus procedimientos en el vestuario de Valdebebas recuerdan al del ingeniero social de 1984, la distop¨ªa de Orwell.

Hoy, el Gran Hermano de Valdebebas escribi¨® el gui¨®n del ¨²ltimo acto del drama de Pedro Le¨®n, obra que instrumentaliza para reafirmar su autoridad ante los jugadores. Pedro Le¨®n fue invitado a hablar en la sala de prensa para emitir el discurso que consagra su sometimiento a la voluntad del l¨ªder. Llevaba dos partidos de castigo , fuera de la convocatoria, porque seg¨²n el entrenador desobedeci¨® sus indicaciones en el partido liguero frente al Levante, y era preciso que apareciera en las televisiones para representar su arrepentimiento, y, por esta v¨ªa, regresar con el grupo el pr¨®ximo s¨¢bado en M¨¢laga.

"Sinceramente no me doli¨®", dijo Pedro Le¨®n, con tono de humildad. Se refer¨ªa a las palabras de Mourinho hace dos semanas, cuando le preguntaron por qu¨¦ hab¨ªa dejado fuera de la Champions al jugador. El t¨¦cnico exhibi¨® su poder respondiendo con algo muy parecido a un desprecio p¨²blico: "Estamos hablando de Pedro Le¨®n, no de Maradona o Zidane". Pedro Le¨®n baj¨® la cabeza y declar¨® con t¨ªmida solemnidad que todo lo que dice Mourinho est¨¢ bien dicho. Entre una idea y la siguiente, apunt¨® el estribillo: "El m¨ªster es el que manda".

"Lo conozco poco al m¨ªster", explic¨®. "Pero en los tres meses que llevamos s¨¦ que cuando habla de alguien es porque se lleva bien y quiere sacar lo mejor de ¨¦l. ?l suele decir estas cosas. Por tanto yo en ning¨²n momento me he sentido mal ni ofendido. Lo ¨²nico que me queda es seguir trabajando. S¨¦ que el m¨ªster conf¨ªa en m¨ª. A ver si trabajando ¨¦l decide que puedo volver a la convocatoria".

A la hora de justificar el castigo, argument¨® que su entrenador se molest¨® mucho con su actuaci¨®n ante el Levante, pero no especific¨® nada concreto: "Son cosas t¨¢cticas. Son variantes t¨¢cticas que el m¨ªster me pide hacer y que dej¨¦ de hacer. No cumpl¨ª. No fue mi intenci¨®n. No es verdad que me haya dejado fuera por falta de actitud, o por no defender en una falta lateral, como se ha dicho".

En el campo del Levante, el Madrid vivi¨® una de sus jornadas m¨¢s frustrantes esta temporada. El empate a cero molest¨® a Mourinho. Pero quiz¨¢ no le desagrad¨® tanto como descubrir que al d¨ªa siguiente la prensa elogiaba a Pedro Le¨®n. El t¨¦cnico le dio unos minutos en el segundo tiempo y el jugador los emple¨® atacando con insistencia. Se destac¨® por sus desbordes y sus centros. Pero, al parecer, esto no es lo que le pidi¨® el entrenador. Dos d¨ªas m¨¢s tarde, le lanz¨® la famosa fil¨ªpica:parece que est¨¢is hablando de Pedro Le¨®n como si fuese Zidane o Maradona. P "Pedro Le¨®n es un ¨®ptimo jugador, pero dos d¨ªas atr¨¢s jugaba en el Getafe. No ha sido convocado a un partido y parece que estamos hablando de Zidane o Maradona. ?O de Di St¨¦fano! ?Estamos hablando de Pedro Le¨®n! Si trabaja como me gusta a m¨ª, ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil que juegue".

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