El derbi fue calcado al cl¨¢sico
El Barcelona golea al Espanyol en una excelente actuaci¨®n coral rematada por un vertiginoso Pedro
No hubo cl¨¢sico ni tampoco derbi. No hay bravura que valga, ni en el Madrid ni en el Espanyol, para combatir la delicadeza del Barcelona, desde hace un tiempo en estado de gracia, excelente en las citas m¨¢s exigentes, protagonista de unos n¨²meros de r¨¦cord. Los carteles del partido anunciaban que Cornell¨¤-El Prat ser¨ªa la Galia para el imparable equipo de Guardiola. No hab¨ªa dudas sobre el car¨¢cter irreductible de los muchachos de Pochettino. Hasta que comenz¨® el partido y los azulgrana tomaron la pelota para cantar dos goles en menos de media hora, los dos tan vertiginosos que desquiciaron al Espanyol, tumbado en el suelo, impotente y de u?as con el ¨¢rbitro, que nada irregular apreci¨® en el sereno despliegue del Bar?a protagonizado por el excelso Pedro.
Espanyol 1 - Barcelona 5
Espanyol: Kameni; Chica (Amat, min.64), Forl¨ªn, V¨ªctor Ruiz, D¨ªdac (David Garc¨ªa, min.81), Baena, Javi M¨¢rquez, Luis Garc¨ªa (D¨¢tolo, min.62), Verd¨², Callej¨®n y Osvaldo.
Barcelona: Vald¨¦s, Alv¨¦s, Piqu¨¦, Puyol, Abidal, Sergio Busquets (Mascherano, min.79), Xavi, Iniesta (Keita, min.86), Pedro (Bojan, min.87), Messi y Villa.
Goles: 0-1: Pedro, min.19. 0-2: Xavi, min.30. 0-3: Pedro, min.60. 1-3: Osvaldo, min.63. 1-4: Villa: min.75. 1-5: Villa, min.84
?rbitro: Undiano Mallenco (Colegio navarro). Mostr¨® tarjeta amarilla a Sergio Busquets (min.26), Baena (min.36), Osvaldo (min.37), Javi M¨¢rquez (min.41), Piqu¨¦ (min.54), V¨ªctor Ruiz (min.67), Alves (min.70).
Incidencias: Partido de la decimosexta jornada disputado en el Estadio de Cornell¨¤-El Prat ante 40.010 espectadores. Antes del inicio del encuentro, la afici¨®n blanquiazul brind¨® una c¨¢lida ovaci¨®n al azulgrana Andr¨¦s Iniesta, por homenajear al malogrado defensa espa?olista Dani J¨¢rquez en la final del Mundial.
A veces no se sabe muy bien si Pedro es un extremo, un volante o un ariete. Y hay serias dudas incluso sobre si es zurdo o diestro. Aparentemente, es un futbolista de tantos, sobre todo cuando forma con el equipo titular, y en la calle se le reconoce como el hijo de un trabajador canario que pone gasolina. La formalidad de Pedro se acaba en cuanto se pone el bal¨®n en juego y expresa un cat¨¢logo de recursos digno de un artista, m¨¢s que nada porque es tan capaz de tirar el desmarque como de rematar a gol, quitar el cuero al contrario o dar salida al bal¨®n por los dos lados. Ayer tuvo una actuaci¨®n prodigiosa en el campo del Espanyol.
Excelente en la lectura del juego, Pedro se apoy¨® en Messi para profundizar y meter el 0-1 despu¨¦s de arrancar como falso nueve mientras Callej¨®n se dol¨ªa en el suelo por un planchazo a Puyol. Un cuarto de hora despu¨¦s, Pedro jug¨® como el mejor 10 del campeonato para dibujar la jugada del 0-2, remachada por Xavi mientras la hinchada ped¨ªa un fuera de juego que pareci¨® posicional y, por tanto, no sancionable. Y, a la hora, Pedro aprovech¨® un rechace de Kameni para dejar la pelota en la red con el oportunismo del ariete m¨¢s cl¨¢sico. Tres versiones distintas del mismo Pedro, tan luminoso en el ataque como perseverante en la defensa, el mejor de un equipo sincronizado y armonioso, perfecto. Delantero indetectable, Pedro fue ayer la mejor expresi¨®n de un Bar?a que ha hecho del f¨²tbol un juego de ni?os, indescifrable para los adultos, incomprensible para el Espanyol.
Aunque la impecable actuaci¨®n barcelonista invitaba a tomar la puerta, los blanquiazules aguantaron a pie firme en la cancha y hubo hasta alguno, como Luis Garc¨ªa, que sali¨® del campo se?alando al ¨¢rbitro, muestra de una rebeld¨ªa que no defendi¨® la mayor¨ªa de la hinchada, que tom¨® las de Villadiego a la que cay¨® el cuarto. El Espanyol exigi¨® de vez en cuando a Vald¨¦s, muy fiable, y se puso muy gallito despu¨¦s del gol del honor de Osvaldo. Los chicos de Pochettino son muy duros de pelar, forman un equipo de una gran calidad f¨ªsica y muy bien trabajado t¨¢cticamente. Hab¨ªan resuelto con victoria los siete encuentros disputados en su feudo y solo tomaron dos goles, de manera que a nadie le sorprendi¨® sus pinturas de guerra, su seductora intensidad en el juego.
No perdi¨® el Espanyol, sino que gan¨® el Barcelona, exuberante de principio a fin, incontestable cuando act¨²a con su equipo titular. Los azulgrana tuvieron la mejor respuesta a los distintos momentos del partido incluso despu¨¦s del 3-1 porque entonces replic¨® con dos tantos de Villa, el primero precedido de una asistencia preciosa de Messi. La Pulga ha aprendido a interpretar sus sensaciones y supo que no era su d¨ªa como goleador. Infalible en las situaciones m¨¢s complicadas, Messi no supo resolver la m¨¢s sencilla de las jugadas, como es la de meter un gol sin portero. Asistido por Alves, puso mal el cuerpo y la pelota golpeada por su pie derecho sali¨® por encima del larguero de Kameni. As¨ª las cosas, negado de cara a la porter¨ªa, el argentino ejerci¨® como pasador y centro del juego ofensivo de su equipo, protagonista en todos los goles.
Las maniobras de Messi y la actuaci¨®n de Pedro sellaron el triunfo del Barcelona. Finos y fiables, los azulgrana saben adaptarse a las circunstancias particulares de cada partido. A su habitual velocidad para ejecutar las jugadas a?adieron los saques largos de Vald¨¦s para evitar el acoso del Espanyol, inutilizado en el cuerpo a cuerpo y la presi¨®n, desconectado y desbravado. Los azulgrana jugaron como en el patio de recreo y la puerta de Cornell¨¤ cedi¨® con un estruendo desconocido hasta el momento. Al Espanyol le cayeron al final tantos goles como al Madrid , cinco, el d¨ªgito preferido del barcelonismo. No se recuerda una goleada igual en el feudo blanquiazul ni tampoco una exhibici¨®n tan rotunda.
El derbi acab¨® como el cl¨¢sico, en el calentamiento, despu¨¦s de un nuevo mon¨®logo del Bar?a, excelente en el juego en corto y en largo, al pie y al espacio, admirable toda la noche y toda la Liga.
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