La noche de Chicharito

Nadie compite como el Manchester United, deficiente en muchos aspectos del juego pero indomable en el remate, penalizado como pocos con las lesiones, a sumar las de O'Shea y Rafael, ca¨ªdos tambi¨¦n anoche durante el encuentro. Inconvenientes menores para este equipo, que dio buena cuenta del Marsella, an¨®nimo y con una preocupante tendencia a desconectarse de las l¨ªneas avanzadas, est¨¦ril en la definici¨®n. Lo contrario a Chicharito, que nunca falla, un superdotado del gol que rindi¨® a Old Trafford a sus pies.

Es el Manchester United un equipo con la defensa tremendamente descosida -lesionados los dos ejes capitales de la zaga: Ferdinand y Vidic-, sin una salida limpia del bal¨®n, pobre en la creaci¨®n y carente de juego trenzado, pl¨¢stico. Pero funciona a trompicones, con pases directos y una eficacia feroz a la hora de enca?onar. Sobre todo con Rooney como rompedor y con Chicharito -le ha quitado definitivamente el puesto de titular a Berbatov- como punto y final. Una asociaci¨®n que quebr¨® a la defensa del Marsella, blandibl¨² del bueno.

La perdici¨®n del OM, en cualquier caso, fue la falta de punter¨ªa. Perdon¨® en el V¨¦lodrome y se arruin¨® en Old Trafford. Una licencia que permiti¨® el Mufc, que retrasa sus l¨ªneas sin rubor alguno, confiado en que a m¨¢s metros concede, menos huecos ofrece. As¨ª, Gignac, lejos de ser ese delantero que encandil¨® en el Toulouse, prob¨® una vaselina rid¨ªcula que resolvi¨® con el tobillo, Diawara cabece¨® desviado un centro medido de Taiwo, R¨¦my se invent¨® sin ¨¦xito una volea atrofiada, y Cheyrou se empecin¨® en batir a Van der Sar desde lejos.

Mucho menos necesita Chicharito: dos remates; dos goles. El¨¦ctrico en sus movimientos dentro del ¨¢rea, el delantero siempre tiene la porter¨ªa rival en el entrecejo. No juega al toque, no resquebraja caderas con sus regates ni tiene una velocidad punta de v¨¦rtigo. Pero define como nadie y se cobra el mayor de los protagonismos en situaciones l¨ªmite. Y con Rooney entonado, ahora que parecen olvidadas las rencillas con la afici¨®n tras anunciar su pr¨®xima marcha y luego retractarse, todo es m¨¢s f¨¢cil. Ronney se meti¨® hasta el v¨¦rtice del ¨¢rea chica y sac¨® un centro al lado opuesto, donde Chicharito, siempre responsable en la cita con el gol, la empuj¨® a gol. Y repiti¨® despu¨¦s cuando Giggs le ley¨® a las mil maravillas el desmarque.

No hizo falta nada m¨¢s. El Manchester recul¨® del todo, el Marsella logr¨® un gol tard¨ªo de Heinze -silbado desde la grada a cada ocasi¨®n que tocaba la pelota porque quiso marcharse al Liverpool (el eterno rival) hasta que Ferguson lo impidi¨®- a la salida de un c¨®rner, y Chicharito, de nuevo, resolvi¨® la eliminatoria. Tiene estrella el mexicano, que firm¨® la noche de su coronaci¨®n como un delantero de los grandes.