Ciclismo de otra ¨¦poca
"Kiryienka el mejor gregario que hay en el pelot¨®n mundial"
Ayer he visto una etapa de otra ¨¦poca. Le¨ª en alg¨²n sitio que esta etapa, la m¨¢s larga de la carrera, iba a servir como homenaje al centenario de la inclusi¨®n de un puerto de m¨¢s de 2.000 metros en el recorrido del Giro de Italia, precisamente Sestriere. Y qu¨¦ mejor que subiendo Finestre anteriormente, con esos ¨²ltimos ocho kil¨®metros de sterrato que nos hac¨ªan volar con la imaginaci¨®n a las carreteras y los puertos en esa ¨¦poca.
Pero no, el hecho de tener este dato no me hizo rememorarme a?os atr¨¢s. No fue ni El Colle Delle Finestre, ni su strada Bianca, ni lo simb¨®lico de Sestriere, ni nada por el estilo. Lo que record¨® al ciclismo de otras ¨¦pocas fueron las diferencias en tiempo que el ganador, Kiryienka, marc¨® con respecto al resto de clasificados en la etapa. Bestiales. Y es que, adem¨¢s, para nada era un tiempo que se le hab¨ªa concedido de margen en una fuga consentida, o algo por el estilo, que a veces las grandes minutadas llegan por ese camino.
No, ayer Kiryienka comenz¨® a subir Finestre con algo m¨¢s de seis minutos sobre el pelot¨®n, pero tras muchos kil¨®metros de fuga en un grupo de 13 que se hab¨ªa gestado en los primeros compases de la etapa. Y a partir de ah¨ª, en su andadura en solitario en busca del ansiado homenaje a su compa?ero Tondo, vio que, aunque en primera instancia esa renta era recortada levemente, nadie estaba tan fuerte como para alcanzarle, por mucho que se lo propusiesen. De meta, unos cuantos datos: el quinto clasificado en la etapa, lo hizo a casi seis minutos; de donde podemos deducir que tan s¨®lo un grupo de nueve o 10 corredores -precisamente los mejores de la clasificaci¨®n general- fue capaz de hacer todos esos kil¨®metros a la misma velocidad que ¨¦l. Y un reducido grupo de tres fue capaz incluso de recortarle unos segundos. Inmenso Kiryienka.
No es habitual ver que el segundo clasificado lo hace cinco minutos m¨¢s tarde que el primero, pero a veces pasa, como alguna vez pasa que el pelot¨®n termina a 25 minutos. Pero cuando observas que el d¨¦cimo ha entrado a m¨¢s de seis minutos, el trig¨¦simo a m¨¢s de 10 minutos -precisamente Igor Ant¨®n, que no tuvo ayer el d¨ªa que yo esperaba-, el clasificado en el puesto 50 a m¨¢s de 15 minutos, o a partir del 70 a m¨¢s de media hora, llegas a la conclusi¨®n de que el protagonista de tal haza?a no puede ser un cualquiera.
Y es que este bielorruso es un corredor de otra ¨¦poca. Sube bien, baja, llanea que da gusto, se le da bien la contrarreloj y no se le caen los anillos a la hora de trabajar para un compa?ero. De hecho, yo dir¨ªa -y creo que en esto no tengo mucho margen de error- que a d¨ªa de hoy es el mejor gregario que hay en el pelot¨®n mundial. Kiry es mucho Kiry, ayer lo dej¨® bien claro.
Por lo dem¨¢s quiz¨¢ la etapa nos dej¨® menos de lo esperado. Pero es lo que hay a estas alturas, no se le pueden pedir peras al olmo. Despu¨¦s de tres semanas -ayer se cumpl¨ªan- de carrera, cada uno va como puede con lo poco que queda. "Aqu¨ª todo el mundo va en reserva", me dec¨ªa ayer un corredor. Se agot¨® el combustible, y estos ¨²ltimos d¨ªas no hab¨ªa donde repostar. Lo que vimos ayer en Sestriere y el d¨ªa anterior en Macugnaga nos lo confirma, aunque siempre hay una excepci¨®n a la regla, un Kiryienka de la vida que tras un d¨ªa malo en la Marmolada se liber¨® de la presi¨®n de la general, y que ha sabido elegir el d¨ªa m¨¢s propicio para sus cualidades. Aunque vi¨¦ndole ayer, la verdad es que si hubiese elegido cualquier otro, el resultado hubiese sido el mismo, pues estuvo superlativo. Buen gesto el de Movistar el de seguir en carrera tras lo sucedido, y adem¨¢s motivados para honrar a Tondo con una victoria. Lo intentaron por varias v¨ªas y al final Kiryienka lo hizo a lo grande, como a Tondo le hubiese gustado. Hasta ma?ana, que ya no queda nada.
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