Nadal y la crisis del buitre

"El lenguaje corporal de Nadal no es normal. No parece el de siempre. Le he visto entrenarse y es as¨ª. Est¨¢ estresado. Se mueve con la cabeza gacha, con cuello de buitre". Quien as¨ª habla vestido con una camisa de cuadros rojos ("?una estrella del pop!", ruge un grupo de amigos suecos) es Fredrik Rosengren, el entrenador de Robin Soderling, que esta tarde se enfrenta a Rafael Nadal en los cuartos de final de Roland Garros. "Otra cosa , por cierto", interrumpe el t¨¦cnico. "Tambi¨¦n es importante que Robin juegue sin cagarse en los pantalones".

El n¨²mero cinco del mundo venci¨® al n¨²mero uno en octavos de 2009, la ¨²nica derrota del espa?ol en su templo de Par¨ªs. Hoy tiene una nueva oportunidad de acrecentar su leyenda de cazagigantes.

"Pero Nadal sigue teniendo el movimiento, el peligro, la capacidad de hacer una r¨¢pida transici¨®n de defensa a ataque", cuenta desde su traje azul el sueco Thomas Johansson, plata ol¨ªmpica, finalista del Abierto de Australia y exn¨²mero siete del mundo. "Su cobertura de pista sigue siendo enfermiza, una locura, y es muy peligroso en cuanto tiene la iniciativa. En mi ¨¦poca, con cuatro tiros ganabas el punto. Ahora, con tipos como Nadal, necesitas 11 o 14".

"Y Robin", le contin¨²a Jonas Bj?rkman, exn¨²mero cuatro, con el que comparte traje y mesa; "le est¨¢ pegando muy bien a la pelota, pero nadie le ha probado todav¨ªa realmente en el torneo. A Rafa, en cambio, s¨ª que le han exigido ya, lo que en el fondo es bueno para ¨¦l. Creo que Nadal es el favorito, tambi¨¦n que Robin tiene sus opciones", prosigue. "Si quiere ganar, en cualquier caso, debe ser muy pero que muy agresivo, mucho m¨¢s de lo que lo ha sido hasta ahora en el torneo. Por ejemplo, en octavos, contra Simon, ya estaba mentalmente en el vestuario durante el tercer set, de lo superior que se ve¨ªa".

Los tres suecos, reunidos alrededor de la comida, coinciden en una cosa. Las nubes, el cielo encapotado, frenan el juego y favorecen a Soderling. El sol y el calor, que todo lo aceleran, a Nadal. Par¨ªs hoy hace honor a su fama. Es la ciudad de la luz, fr¨ªa luminosidad en la ma?ana. La batalla, sin embargo, no se dirime entre partes meteorol¨®gicos, sino a raquetazos. Dos tenistas con cuentas pendientes tienen cita (alrededor de las 16.00) para resolver sus cuitas.