Nadal, en el momento justo
El espa?ol da un paso adelante en juego y convicci¨®n para arrollar a Soderling en cuartos
Robin Soderling masculla palabras mientras agita la cabeza. Son los estertores finales del sueco en el partido. El n¨²mero cinco va a empezar a jugar la tercera manga de su encuentro de cuartos, que le mide contra Rafael Nadal, y esto es lo que ha visto: al n¨²mero uno dando un paso hacia adelante para ponerse a la altura del escenario y del rival. Al mallorqu¨ªn disparando m¨¢s derechas en el arranque del encuentro que en todo el torneo, hasta firmar un 3-0 con doble break que marcar¨¢ el partido.
A Nadal, el tit¨¢n de la tierra, reivindicando con juego y actitud su candidatura al t¨ªtulo. Soderling masculla en ese primer juego de la tercera manga. Tiene un 30-30. Busca la bola de break con ca?onazos y deja un sutil botepronto. Es su pen¨²ltimo mordisco: Nadal caza esa pelota, gana ese punto, llega (6-4, 6-1, 7-6) a semifinales, donde jugar¨¢ contra el vencedor del Andy Murray-Juan Ignacio Chela y deja un mensaje n¨ªtido para quien quiera o¨ªrlo. Aqu¨ª estoy, aqu¨ª sigo, dispuesto a defender mi t¨ªtulo.
Nadal estuvo m¨¢s consistente que brillante. Todo mejor¨® en su juego, que ven¨ªa enredado por la precipitaci¨®n y la ansiedad, tras una primera semana de victorias sufridas o sin brillo. Frente a un tenista como el sueco, el ¨²nico capaz de derrotarle hasta ahora en Par¨ªs (octavos de 2009), el mallorqu¨ªn fue ofreciendo siempre se?ales positivas. Su derecha hurg¨® en las defensas del sueco como el chuchillo caliente en la mantequilla fr¨ªa. Tuvo piernas para protegerse de los ataques del n¨²mero cinco, que busc¨® da?arle con el rev¨¦s sobre su derecha. Tambi¨¦n, decisi¨®n y tino en los puntos decisivos. Un ejemplo. Soderling pasa por ser uno de los mejores sacadores del circuito. Contra Nadal solo gan¨® cuatro de sus saques en dos mangas.
"?C¨®metelo Rafa!", le gritaban al espa?ol. Y mordisco a mordisco, el sueco acab¨® devorado, aunque Nadal dejara alguna se?al de que no todo son brillos ni fuegos artificiales, como el juego de ventaja perdido (2-0) al inicio de la tercera manga, cuando Soderling ya hab¨ªa dimitido (2-1). De vuelta en el partido, el sueco oblig¨® a Nadal a levantar tres bolas de break con 5-5, y dos fueron descontadas con dos sutiles saques abiertos que llegaron a 166 y 167 kil¨®metros por hora. En el tenis no todo es fuerza.
En Par¨ªs, el campe¨®n sigue defendiendo su corona. Hoy dio un paso adelante, incluyendo el de jugar estupendamente un tie-break tras los dos que hab¨ªa competido mal contra Isner en primera ronda. Fue una mejora evidente, muy apreciable y significativa en las formas y las maneras, pero no definitiva. Desde ma?ana, el torneo exige la excelencia.
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