McIlroy es una joya

Los momentos duros ayudan a forjar el car¨¢cter de los campeones. Ver la cara amarga del deporte es a veces bueno para valorar lo que cuestan los instantes de gloria. Rory McIlroy roz¨® la gloria el pasado abril. Durante tres d¨ªas magn¨ªficos, fue el l¨ªder del Masters de Augusta con un juego sin fisuras, impactante para un ni?o de entonces 21 a?os, llamado a ser el n¨²mero uno del futuro. Pero en el domingo que iba a ser el de su investidura de verde se hundi¨® con la contundencia del Titanic. El chico que iba a romper un buen mont¨®n de marcas de precocidad carg¨® con la tensi¨®n de la historia y se llev¨® una tarjeta de 80 golpes. "Fue un momento duro, pero he aprendido. Me noto preparado para ganar un grande", dijo en una entrevista a este peri¨®dico poco despu¨¦s.

Ayer, en la primera jornada del Abierto de Estados Unidos, comenz¨® a demostrarlo. Con seis golpes bajo par, es el l¨ªder del segundo grande de la temporada, con tres de ventaja sobre el surcoreano Yang y el sudafricano Schwartzel (ganador del Masters) y cuatro sobre un grupo de seis golfistas que encabeza el espa?ol Sergio Garc¨ªa.

McIroy dio un recital. Un swing perfecto y una confianza a prueba de todo dejaron por el camino a sus compa?eros de partida, Mickelson (que cumpl¨ªa 41 a?os) y Johnson, y al resto de jugadores. Cuando el ni?o est¨¢ crecido, no hay quien le pare. Mientras todos sufr¨ªan en el duro campo del Congressional (solo 20 bajaron del par), el norirland¨¦s coleccionaba un birdie tras otro.

Imparable McIlroy, el podio moment¨¢neo de Sergio Garc¨ªa es una estupenda noticia para el espa?ol. Su caso tambi¨¦n es el de un resucitado. Por primera vez en su carrera, el castellonense accedi¨® a un grande desde la ronda previa, despu¨¦s de no conseguir la clasificaci¨®n a trav¨¦s del r¨¢nking mundial, lastrado por varios a?os de malos resultados. Sergio baj¨® al fango para ganarse el billete en un torneo previo en Memphis, rodeado de jugadores mayoritariamente desconocidos, y da la impresi¨®n que esos malos momentos han endurecido al espa?ol.

En un campo que es un aut¨¦ntico devorador, sobre todo en los primeros nueve hoyos, se faj¨® y acab¨® el d¨ªa con dos bajo par. Le qued¨® lo m¨¢s duro, su gran reto: aguantar la concentraci¨®n y mantener la concentraci¨®n durante todo el torneo. De momento, ha dado un primer paso muy s¨®lido. Tambi¨¦n resisti¨® ?lvaro Quir¨®s (-1), pero se hundi¨® Miguel ?ngel Jim¨¦nez (+5).

ENTREVISTA | "El golf est¨¢ perdiendo la imaginaci¨®n"