Tiger vuelve a sonre¨ªr

Tiger Woods ha regresado. Lo ha hecho con fuerzas y ganas. Y alentado por jugar en un campo (Firestone Country Club) que bien podr¨ªa decirse que es como el jard¨ªn de su casa. Lo conoce muy bien y las siete victorias que atesora en este torneo, el Bridgestone Invitational, son buena prueba de ello. Y adem¨¢s est¨¢ de buen humor. "He jugado bien, he disfrutado y estoy c¨®modo", dec¨ªa un sonriente Tiger tras terminar. Por eso ha vuelto. Renovado, con un nuevo swing, una mezcla de potencia y control que le ha permitido firmar 68 golpes, dos bajo par. Grandes y certeros tiros a bandera, peor desde el tee e impecable en el green, donde de ha desenvuelto con gran soltura. No parec¨ªa que llevase 84 d¨ªas sin jugar un campeonato.

El problema que tiene Tiger es que ha perdido mucho tiempo. Se ha encontrado con que los dem¨¢s jugadores han crecido y, ahora, ¨¦l solo (ya no est¨¢ con su caddie Steve Williams) tiene que recuperar todo el terreno retrocedido. La vieja guardia (Garc¨ªa, Mickelson, Westwood, Stricker, etc) se mantiene ah¨ª, al acecho del exn¨²mero uno. Pero no son los ¨²nicos: adem¨¢s ha aparecido un grupo de ambiciosos golfistas que est¨¢n dispuestos a armarla en cualquier sitio, a quitarle la silla al primero que se mueva. Incluso el pesado trono de Tiger Woods.

Si McIlroy emulaba en el pasado Abierto de Estados Unidos, en junio, la facilidad que ten¨ªa el Tigre para ganar grandes, hoy ha sido la oportunidad de Adam Scott, otro que estaba viviendo la cara amarga del golf. Scott es, casualmente, el heredero del caddie de Tiger, el mencionado Steve Williams. El australiano, al que muchos comparan con el norteamericano por las semejanzas que tienen en el swing, tambi¨¦n est¨¢ viendo la luz al final del t¨²nel y hoy se ha colocado l¨ªder con ocho bajo par. De la mano de un putter escoba (un palo que pr¨¢cticamente llega hasta la barbilla), Scott se ha convertido en una m¨¢quina de hacer birdies. Hasta ocho en total. Tal ha sido su nivel de golf hoy que solo su compatriota Jason Day (-7) le ha seguido la pista. Scott y Day ya compartieron el segundo puesto en el pasado Masters de Augusta.

Otro que ha sabido aprovechar su buen momento ha sido Pablo Larraz¨¢bal, cuatro bajo par. El espa?ol, que hace apenas un mes gan¨® el Abierto de M¨²nich, ha dejado una buena sensaci¨®n. M¨¢s tranquilo y sosegado, ha controlado su temperamento y ha realizado una gran vuelta, con golpes impresionantes como en el par cinco del hoyo 2, donde ha estado a punto de meter la bola desde casi 220 metros. Parecido ha sido el d¨ªa de Sergio Garc¨ªa. El de Castell¨®n ha completado unos buenos 18 hoyos (68 golpes, dos bajo par), con un juego muy s¨®lido. El mismo que le est¨¢ devolviendo poco a poco a lo m¨¢s alto. Su lugar natural. Peor suerte han tenido Quir¨®s y Jim¨¦nez (+3 los dos), muy irregulares, y que han minado mucho sus opciones de ganar. Y por si eso fuera poco, Tiger ha vuelto a sonre¨ªr.