Silva fue Messi

La historia dice que los escoceses fueron los primeros que entendieron que el f¨²tbol era un juego de combinaci¨®n. Cien a?os despu¨¦s, el Barcelona sublim¨® la idea y Espa?a se apunt¨® a la fiesta. Ayer, siete jugadores del equipo de Pep Guardiola, todos campeones del mundo, formaron de entrada en el regreso de la selecci¨®n espa?ola a Alicante, tierra que no pisaba desde 1985, cuando todo eran sue?os que terminaban siempre rotos. Escocia ten¨ªa que ganar anoche para asegurarse su presencia en la Eurocopa y a Espa?a le iba un r¨¦cord. As¨ª que hab¨ªa partido. Dur¨® cinco minutos, los que tard¨® Silva en abrir el marcador.

El canario, aut¨¦ntico protagonista de la jornada, firm¨® tambi¨¦n el segundo y dio el tercero a Villa ?su 50? tanto con Espa?a? antes de retirarse en el minuto 55. Espectacular el delantero del Manchester City, que antes de esta convocatoria hab¨ªa reclamado mayor protagonismo. Lo tuvo y... para bien.

Vicente del Bosque cambio a seis jugadores respecto al once que form¨® el viernes en Praga, pero el nivel de su plantilla es tan alto que ni se nota. El l¨ªmite entre titulares y suplentes es absolutamente emp¨ªrico en el grupo del marqu¨¦s, que hizo debutar a Vald¨¦s en un partido oficial y tambi¨¦n a Alba, como lateral izquierdo, con el 6 de Iniesta a la espalda. Espa?a recuper¨® a Piqu¨¦ y Puyol como pareja de centrales, algo que no se daba desde el partido amistoso en Lisboa contra Portugal hace un a?o, y ubic¨® a Ramos, de inicio, como lateral derecho.

En ausencia de Alonso, en la grada, Busquets se qued¨® solo en el centro y, como es norma, mand¨® Xavi, con Cazorla a su vera y Silva, Pedro y Villa en punta. M¨¢s all¨¢ de la presencia de siete jugadores del Bar?a, el dibujo record¨® como nunca al que viene usando Guardiola. Jug¨® Espa?a con Silva como falso nueve, revoloteando a su criterio por todo el frente de ataque, como si de Messi se tratara. El delantero del City, superlativo, entendi¨® su papel, oportuno al juntarse y listo al abrir espacios. Tan pronto se acerc¨® a Xavi como se fue a la banda para dejar a los centrales escoceses sin ninguna referencia en el marcaje.

Silva marc¨® dos goles, gener¨® muchas l¨ªneas de pase y siempre que toc¨® el bal¨®n dej¨® la sensaci¨®n de que algo grande iba a ocurrir. Le faltan argumentos para quejarse de los minutos que le da Del Bosque y le sobra f¨²tbol para merecerse el sitio en este equipo irrepetible. Y, como el salmantino no tiene un pelo de tonto ni en el mostacho, viene siendo habitual en las alineaciones titulares desde que termin¨® el Mundial. As¨ª que juega mucho y bien.

Tiene tanto y bueno para escoger el seleccionador que, puestos a buscar un problema, hay que mirar a los laterales. Si Puyol y Piqu¨¦ est¨¢n sanos, el sitio en la derecha es para Ramos, no hay duda, pero baila la otra banda. Ayer jug¨® Alba con mucho campo por delante y poca exigencia ofensiva. Lo hizo con mucho desparpajo. En el segundo tiempo, cuando Del Bosque dosific¨® a Puyol, apareci¨® Arbeloa, su comod¨ªn, para jugar en la derecha y Ramos pas¨® al centro.

Ordenada, Espa?a llen¨® el campo a lo ancho pese a la movilidad de los futbolistas que se juntaron de Busquets en adelante. Xavi, para variar, marc¨® los tiempos del partido como y cuando quiso y lo durmi¨® o lo activ¨® seg¨²n le vino en gana. A los escoceses se les acumul¨® la faena persiguiendo sombras y nunca se metieron en la faena. Con el bal¨®n cosido al pie, Espa?a trenz¨® camino de la porter¨ªa de McGregor, que fall¨® en el primer gol, pero meti¨® m¨¢s de una buena mano durante el resto del juego, y no hubo escoc¨¦s capaz de impedirlo, ni siquiera cuando se fue Xavi y asumi¨® galones Thiago y, con Llorente en el campo, fue m¨¢s vertical. Fueron momentos de incertidumbre, de cierto desconcierto en el bando espa?ol, como si con la sustituci¨®n de Xavi se hubiera perdido el hilo del encuentro. Al equipo le cost¨® asociarse, llegar y rematar y, en cambio, perdi¨® la pelota de forma reiterada.

Un penalti cometido por una salida comprometida de Vald¨¦s ante Mackail-Smith tras un c¨®rner mal defendido permiti¨® a Goodwillie marcar el tanto del honor y maquillar m¨ªnimamente el resultado de un partido que dej¨® otro r¨¦cord para la historia: 14 victorias consecutivas en citas oficiales. Y al mejor Silva. Y muchas otras huellas brillantes.