Con Ag¨¹ero todo es posible

Con Ag¨¹ero todo es posible. Por eso Macini, sin atender demasiado a sus molestias musculares, le hizo calentar antes de finalizar el primer acto, por eso le sac¨® al campo en el segundo, y por eso el Manchester City, cuando el partido se daba por cerrado, gan¨® frente al Villarreal. Una jugada por la banda derecha, auspiciada por Zabaleta con un centro raso y prolongada por Silva de tac¨®n, fue resuelta por el Kun en el segundo palo. Un gol que hunde al Villarreal, sin estrenarse en Europa tras tres partidos; que catapulta al conjunto ingl¨¦s, tercero en su grupo, a un punto del N¨¢poles, cuando se cumple el ecuador de la fase.

Buscando recuperar sensaciones y minimizar errores, Garrido volvi¨® a retocar el once. Opt¨® el t¨¦cnico por dotar de experiencia a la zaga, situando a Marchena en el eje junto a Gonzalo Rodr¨ªguez, desplazando a Zapata al lateral derecho. Por delante de los centrales, en la creaci¨®n, se situaron Bruno y Borja Valero, que debutaba en la competici¨®n con el Villarreal una vez cumplida la sanci¨®n de dos encuentros por el cabezazo a un jugador del Odense. Toque y apuesto por el juego de asociaci¨®n, un arma para desestabilizar al City que fragu¨® a momentos, pero que se diluy¨® en la medida que Silva se cobr¨® protagonismo sobre el tapete.

Los problemas del City se focalizaron en la zona de ataque, toda vez que Ag¨¹ero estaba de inicio en la rebotica y el temperamental Balotelli sancionado desde la pasada Liga Europa. Apartado por su indisciplina T¨¦vez, al preparador italiano solo le quedaba disponible Dzeko. Lo mismo le da a Silva, que se entiende igual con uno que con otro, que volvi¨® a convertirse en el director de orquesta del grupo de Mancini.

Lo mejor del City se concentra en el ataque, creativo, imprevisible y veloz. En defensa sigue siendo un conjunto t¨ªpico ingl¨¦s, tan fuerte como rudo. Lo comprob¨® pronto el Villarreal, que se present¨® sin complejos en el terreno de juego, intentando retener el esf¨¦rico lo m¨¢ximo posible y adelantando unos metros la presi¨®n para dificultar el inicio del juego de los citizens. El Villarreal alcanz¨® el gol nada m¨¢s dar comienzo el encuentro. El holand¨¦s De Jong, m¨¢s conocido por su desmedida agresividad -v¨¦ase la entrada que le propin¨® a Xabi Alonso en la final del Mundial- que por sus dotes t¨¦cnicas, se despist¨® a la hora de iniciar el juego propiciando que De Guzm¨¢n le arrebatara el bal¨®n y enviara a Rossi. El duro disparo del internacional italiano fue rechazado de mala manera por Hart. El esf¨¦rico cay¨® a los pies de Cani y lo env¨ªo a la red de manera suave.

Inesperadamente, el Villarreal se encontr¨® con un paisaje id¨ªlico. El City hab¨ªa pagado la falta de fuelle inicial. Con el golpe, encontr¨® la energ¨ªa que le convierte en letal y acorral¨® al Villarreal, que tuvo los primeros cinco minutos m¨¢s reconocibles y productivos en lo que va de temporada. Se agenci¨® el esf¨¦rico Silva y la m¨¢quina celeste comenz¨® a funcionar por m¨¢s insistencia que juego, con m¨¢s velocidad que precisi¨®n, por el centro y por las bandas, con Nasri y Johnson hiperactivos, con la zurda de Kolarov lanzando sus misiles. Los 20 minutos posteriores al gol fueron de autentico agobio para el Villarreal, que sali¨® indemne de la situaci¨®n y logr¨® descongestionarse gracias a la movilidad de Hern¨¢n P¨¦rez, cuya habilidad y velocidad anestesiaban por instantes la fuerza del City representada por el omnipresente Yaya Tour¨¦.

Si a los tres minutos de partido llegaba el gol del Villarreal, a falta de tres para finalizar el primer acto alcanz¨® el empate del City en una jugada iniciada, como no, por Silva, cuya apertura a la izquierda la continu¨® Nasri hasta Kolarov, cuyo centro fue empujado en propia puerta por Marchena. Todo el v¨¦rtigo del conjunto de Mancini se convierte en pausa y transparencia cuando interviene Silva en el juego. El jugador canario se ofrece tanto como sus compa?eros le buscan para que aclare, d¨¦ brillo y embellezca el industrial f¨²tbol del conjunto brit¨¢nico. Silva amplifica y ennoblece al Manchester City. Ag¨¹ero, sin embargo, lo puntea.

Con el delantero en el campo, el equipo ingl¨¦s recobr¨® su f¨²tbol, ese vertical y vertiginoso, que se acaba en el ¨¢rea adversa y no en la zona de tres cuartos. Poco pudo hacer el Villarreal, con menos bal¨®n y apocado ante el empuje citizen. Una, dos, tres... se suced¨ªan las ocasiones antes de acabar el duelo. Y cuando parec¨ªa que el duelo estaba terminado, Ag¨¹ero puso la bota para resolver la jugada colectiva, para hundir al Villarreal y catapultar las aspiraciones europeas del Manchester City, en entredicho hasta entonces.