La legi¨®n argentina
Argentina afronta su tercera final de la Copa Davis, un torneo que nunca ha ganado. La ¨²ltima vez que luch¨® por el t¨ªtulo fue en 2008, cuando Espa?a gan¨® en Mar del Plata por 3-1. Estos son los tenistas del equipo albiceleste.
David Nalbandian. A un paso de los 30 a?os, el cordob¨¦s quema sus ¨²ltimos cartuchos en una competici¨®n que busca con ah¨ªnco. 'El Gringo' es todo un seguro. Ha ganado 33 de los 43 partidos que ha disputado en la Davis. Pocos tenistas tienen su rev¨¦s, que escribe letras deliciosas. Pocos presumen de su capacidad para imponerse en cualquier superficie, como certifican su t¨ªtulo de maestro de maestros (cemento indoor, en 2005), la final alcanzada en Wimbledon (hierba, 2002) y las semifinales competidas en Roland Garros (arcilla, 2006). Pocos, finalmente, pueden contar que han ganado a Rafael Nadal y al suizo Roger Federer en dos torneos seguidos, ambos, por supuesto, finalmente conquistados (Madrid y Par¨ªs 2007). Todo eso suma. Restan la lejan¨ªa de esos ¨¦xitos, las piernas gastadas y los problemas f¨ªsicos.
Juan Mart¨ªn del Potro. Reci¨¦n superada una lesi¨®n, el tandilense arranc¨® el curso fuera del top-450 y lo cerr¨® a una distancia m¨ªnima del top-10, como n¨²mero once. Ese dato ilustra su capacidad de superaci¨®n y su peligro. Aunque se desenvuelve mejor sobre cemento y a¨²n le falta recuperar cobertura de pista, Delpo, sobre arcilla, ya ha sido semifinalista de Roland Garros (2009), donde solo el mejor Federer fue capaz de frenarle. Le sobran argumentos para asustar a cualquiera: un saque terrible, que ha ganado en riqueza de matices con los a?os, y una derecha contundente. Rafael Nadal, que sufri¨® la peor derrota de su carrera en t¨¦rminos de juegos ganados ante ¨¦l (solo seis en semifinales del Abierto de EEUU 2009) siempre temi¨® el asalto de su rev¨¦s sobre su derecha. Campe¨®n en Nueva York, ese grande en su palmar¨¦s es el anuncio de lo que viene: un tenista de los que dejan un rastro indeleble.
Juan M¨®naco. Jugador intens¨ªsimo, pele¨®n como pocos desde la l¨ªnea de fondo, el argentino tiene dificultades para cerrar las jugadas en la red. Durante un tiempo, olfate¨® la posibilidad de colocarse como top-10 y de ser un sat¨¦lite de los grandes. Le falta, sin embargo, ese punto m¨¢gico que tienen los mejores, un extra de decisi¨®n y suerte en los momentos decisivos que le ha llevado a inclinarse en muchos de los partidos que estir¨® hasta la manga decisiva (48%). A los 27 a?os, so?ar¨¢ con ser el Fernando Verdasco de la final de Mar del Plata, en 2008: un tenista bueno sin grandes resultados al que le cambie la vida y el r¨¢nking un papel relevante en la final de la Copa Davis.
Eduardo Schwank. El n¨²mero 143, que parece destinado al dobles, apuntaba en la carrera individual mucho m¨¢s de lo que luego ha conseguido. En 2008, por ejemplo, elimin¨® entre sufrid¨ªsimos calambres a Carlos Moy¨¤, toda una instituci¨®n, en la arcilla de Roland Garros. Desde entonces, gravita por torneos challengers, la segunda divisi¨®n del tenis, y hace carrera con una mano talentosa que est¨¢ muy por encima de su corpach¨®n. En consecuencia, ha hecho un esfuerzo con la b¨¢scula y ha estudiado todos los partidos posibles de Fernando Verdasco y Feliciano L¨®pez. Se?al de que ¨¦l cree que jugar¨¢ el dobles con David Nalbandian.
Juan Ignacio Chela. A los 32 a?os, Chela es el n¨²mero 29 del mundo, un puesto de prestigio. El dato, como los frecuentes chispazos noticiosos que da en las semanas m¨¢s destensadas del calendario, habla de un tenista que mantiene al rojo vivo el amor por su profesi¨®n. En Argentina le dicen Torino, la marca nacional de coches, hoy reliquias automovil¨ªsticas de gran tama?o, gran consumo y larga vida en la carretera. Como Chela.
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