Un triunfo helado

?Un fusible? Ya es viejo. ?Una clave de Internet perdida? Puede ser. ?Cansancio? Quiz¨¢s. ?Falta de pulsi¨®n? M¨¢s intelectual, pero quiz¨¢s m¨¢s real. En ello anda el Athletic, enredado entre el esp¨ªritu y la fe. Ante el Slovan, en un partido puramente pr¨¢ctico, en busca del primer puesto del grupo, con la clasificaci¨®n garantizada, ante el colista desahuciado, volvi¨® a romperse. Ese descosido que ¨²ltimamente le amenaza, despu¨¦s de anteriores exhibiciones, que le afean el traje.

Rebusca Bielsa, sin concesiones al esfuerzo, sin suplentes meritorios, sino titulares en potencia, pero ayer el Slovan le plante¨® m¨¢s problemas de los pensados incluso encajando un gol al cuarto de hora, obra de De Marcos tras una magn¨ªfica jugada, un mal centro de Susaeta y un buen remate del futbolista alav¨¦s. Y se los busc¨® desgastando su ¨¢nimo, aprovechando su pausa y, de paso, conduciendo a San Mam¨¦s a un silencio de esos que acaban mandando al Athletic a la ducha. ?De qui¨¦n es la culpa? Siempre del equipo, que se deshilvan¨® tras el gol, que separ¨® sus l¨ªneas, que no encontr¨® a sus futbolistas m¨¢s habilidosos (Muniain, por la izquierda; Herrera, por el centro) y se fue contagiando del cambio clim¨¢tico de un San Mam¨¦s con el coraz¨®n g¨¦lido.

Ser¨ªa el gol de De Marcos que ech¨® la niebla sobre San Mam¨¦s o un cierto desasosiego en el equipo que no acaba de encontrar la aguja que hilvane aquel jersey tan bello de hace dos semanas. O ser¨ªa la falta de intensidad de un partido que ven¨ªa un poco a contrapi¨¦. O seguramente la sobrecarga de partidos que no cansa solo las piernas sino las ideas, pero el Athletic se encontr¨® con un gol como si fuera el fruto de un dia laborable, no festivo, como un d¨ªa m¨¢s de esos que no pasan a la historia. Y se atocin¨® durante media hora ante un rival que ya ven¨ªa atocinado, sin objetivos, de vacaciones europeas.

Y, sin embargo, el gol del Slovan le vino bien al Athletic si no fuera porque fue producto de un error inmenso de Iraizoz, que se comport¨® como un cadete suplente ante el avance de Guede. San Mam¨¦s call¨®, porque el partido era lo que era, significaba lo que significaba y quien m¨¢s quien menos pensaba que a¨²n jugando as¨ª, roto y relajado, caer¨ªa de su lado. Iraizoz hizo todo lo que quer¨ªa el rival, al que no le qued¨® otro remedio que conseguir el gol, algo que no ten¨ªa muy claro cuando se acercaba al ¨¢rea. En otras circunstancias Iraizoz hubiera pasado una muy mala noche. El portero rojiblanco es capaz de lo mejor y de lo peor. Sus virtudes son muchas, pero la regularidad es su asignatura pendiente.

El Athletic se conjur¨® a favor de su portero y quiso lavar su imagen. Bielsa dej¨® fuera a Llorente, cansado, y al joven ??igo P¨¦rez y dio entrada al brioso Toquero y al experto Iraola. Algo se movi¨®. Susaeta consigui¨® el gol definitivo con la celebraci¨®n m¨¢s absorta de los ¨²ltimos a?os. No movi¨® ni una ceja mientras Bielsa botaba en el banquillo. Cosas que pasan por el cuerpo y la mente de los futbolistas que lo mismo alucinan entre sambas y espadachines con un gol que se quedan como pidiendo perd¨®n cuando encuentran el vellocino de oro.

Lo cierto es que el Athletic estaba ya lanzado, espoleado, herido, al estilo Bielsa, ayer m¨¢s nervioso que nunca por la falta de nervio de sus jugadores. Y le respondieron. Fue medio Athletic el que dobleg¨® al Slovan y el que da paso se gantiz¨® la primera plaza del grupo por la derrota del PSG, su pr¨®ximo rival, en Salzburgo. Hasta un gol le quit¨® el ¨¢rbitro contagiado del hielo ambiental.