Ra¨²l se va tan grande como lleg¨®

Ra¨²l se despidi¨® de la afici¨®n del Schalke como lleg¨®: ratonero en el segundo palo para empujar un c¨®rner a gol, y listo en el primero para peinar un bal¨®n que ayud¨® a Huntelaar a destacarse en la clasificaci¨®n de goleadores. Dos acciones que resumen su carrera en las ¨¢reas. Tambi¨¦n en las del Veltins Arena de Gelsenkirchen, desde donde ayer colgar¨¢ una camiseta con el n¨²mero siete.

Acompa?ado de sus cinco hijos, palme¨¢ndose el escudo, Ra¨²l recibi¨® un sentido homenaje de una hinchada que en solo dos a?os le ha adoptado para siempre como uno de los suyos. ¡°En nuestros corazones te quedas, un schalker para siempre¡±, rezaba una de las m¨²ltiples pancartas con las que los aficionados le rindieron tributo.

La grada le agradeci¨® incondicionalmente que en estas dos temporadas haya dado lo mejor que le quedaba, que es lo que siempre tuvo: el respeto por un deporte que ha interpretado desde la inteligencia y la honestidad. Su huella en el Schalke son 40 goles, 79 partidos, una Copa y una Supercopa alemanas, semifinalista de la Liga de Campeones y un tercer puesto en esta Bundesliga a punto de concluir que asegura al club la presencia en la pr¨®xima edici¨®n de la m¨¢xima competici¨®n europea.

El se?or Ra¨²l, apodado as¨ª en el Veltins Arena, se fue de all¨ª como vino. Futbolista. Igual que Ballack, que tambi¨¦n se despidi¨® en Leverkusen del club en el que se form¨® como uno de los mejores centrocampistas europeos.