¡°Desperdici¨¦ mis ocasiones¡±

Est¨¢ el viento, que revuelve su melena; est¨¢n las pelotas lentas, ¡°pesadas como rocas¡±, como las describi¨® el brit¨¢nico Andy Murray, y est¨¢ el d¨ªa h¨²medo y lluvioso que todo lo frena, incluido el juego. Est¨¢ el serbio Novak Djokovic, el n¨²mero uno del tenis mundial, que busca ser el primer hombre en ganar seguidos cuatro torneos del Grand Slam desde que el australiano Rod Laver lo consiguiera en 1969.

Todo eso est¨¢ en contra del suizo Roger Federer, campe¨®n de 16 grandes, uno que prefiere desplegar su jugo al sol, con cielos despejados y brisas apacibles y que se pone ¨¦l mismo la zancadilla: el ex n¨²mero uno desaprovecha una rotura de ventaja en la primera manga y tres en la segunda, por la que llega a sacar; firma 46 errores no forzados por tan solo 16 de su contrario, y, en consecuencia, irremisiblemente, es el peso inclemente de los datos estad¨ªsticos, se inclina en apenas tres sets por 6-4, 7-5 y 6-3.

¡°Desperdici¨¦ mis oportunidades¡±, admite luego el n¨²mero tres, abierto a la sonrisa, sin una negra nube sobre la cabeza, dispuesto a contestar cualquier pregunta pese al batacazo. ¡°No estaba f¨ªsicamente en la mejor forma¡±, a?ade Federer sobre sus movimientos, siempre un punto lentos, siempre demasiado atados a su privilegiado brazo, siempre un mil¨ªmetro hipotecados por esas piernas que no le llevan hasta donde necesita. ¡°Novak jug¨® bien bajo unas condiciones dif¨ªciles y yo no fui capaz de sostener un nivel de juego lo suficientemente s¨®lido¡±, se despide del torneo.

Novak jug¨® bien bajo unas condiciones dif¨ªciles y yo no fui capaz de sostener un nivel de juego lo suficientemente s¨®lido¡±, dijo Federer

Federer franquea el paso a Novak Djokovic, clasificado para la primera final de su vida en Roland Garros sin hacer otra cosa que apelar a la consistencia y sus grandes defensas: ¡°Para m¨ª, es un sue?o. Nadal est¨¢ a un nivel impresionante y es el favorito¡±, dijo luego el n¨²mero uno del tenis.

La derrota del suizo deja una ristra de datos preocupantes para un tenista de su alcurnia. Aunque en esta gira de tierra Federer gan¨® en la arcilla azul de Madrid y cay¨® en las semifinales de Roma, son ya m¨¢s de dos a?os sin ganar un grande (desde el Abierto de Australia de 2010) y uno sin disputar una final de esa altura (Roland Garros 2011).

El n¨²mero tres, en cualquier caso, vuelve ahora a su para¨ªso. En un par de d¨ªas, el tenis huele a hierba. A la vuelta de la esquina, Wimbledon, donde ha ganado seis veces, la ¨²ltima en 2009, y los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres decidir¨¢n el sitio que ocupa Federer en 2012.