Italia pierde la calma

Italia se complic¨® la vida inesperadamente. Mandaba en el marcador, ten¨ªa la pelota, y llevaba la iniciativa frente a un adversario que parec¨ªa intimidado. Comenz¨® por dar un paso atr¨¢s. Busc¨® firmeza en las inmediaciones de Buffon, pero all¨ª donde antes encontraba refugio descubri¨® confusi¨®n. Donde hace unos a?os los italianos encontraban sosiego, en la agrupaci¨®n defensiva y en el bal¨®n largo, ahora se mostraron inseguros. Croacia cultiv¨® esta perplejidad de manera racial en la segunda parte, peleando cada bal¨®n dividido en el medio campo y colgando centros a sus toscos delanteros. As¨ª fue como el lateral zurdo, Strinic, cruz¨® la l¨ªnea del medio campo y meti¨® un centro tenso al segundo palo. Chiellini fue a por el despeje y se olvid¨® de su marca. No lleg¨® a despejar ni evit¨® que Mandzukic controlara con el pecho y rematara a la red.

El empate premi¨® desproporcionadamente al equipo croata, que, con el 1-1, sac¨® la calculadora. Debieron contabilizar los tres puntos de la victoria contra Irlanda y se mostraron satisfechos ante la idea de acabar igualados frente a Italia. Lo que sigui¨® fueron minutos de agon¨ªa para los italianos, que perdieron la calma ante el despliegue defensivo de un rival que no desaprovech¨® ninguna ocasi¨®n para fingir lesiones y perder el tiempo. Sin Cassano en el campo, sustituido por Giovinco, los italianos perdieron un referente, un experto que supo poner la pausa.

Hay equipos que se ordenan alrededor de jugadores y equipos que se organizan a partir de ideas. Los fundamentos de Italia son s¨®lidos porque los jugadores y el plan parecen la misma cosa. De Rossi y Pirlo han integrado con ¨¦xito la propuesta de Prandelli, un seleccionador que se ha propuesto combatir la crispaci¨®n hist¨®rica que rodea al f¨²tbol en su pa¨ªs. De momento, en lo que va de torneo ha sabido reinterpretar sus principios para aprovecharse al m¨¢ximo de una situaci¨®n imprevista. El destape de la corrupci¨®n en el calcio, algunas bajas, y la aparici¨®n de caudillos con ideas propias acerca del juego, han sido energ¨ªas bien canalizadas por el t¨¦cnico italiano. El equipo confirm¨® su buena salud en la primera parte ante Croacia.

Sin Cassano, los italianos perdieron un referente, un experto que supo poner la pausa

Italia sali¨® a gobernar el partido a partir del control del bal¨®n. Primero se asent¨®, despu¨¦s midi¨® a su adversario, y acto seguido pas¨® a la ofensiva con un admirable despliegue de toque. De Rossi adelant¨® la zaga para presionar en la mitad rival del campo, donde Marchisio y Motta funcionan como escobas. Modric se encontr¨® solo en el vendaval. La presi¨®n aturdi¨® a Croacia. Los ¨²ltimos quince minutos de la primera parte fueron de un dominio apabullante de Italia.

Cassano una vez, Balotelli en dos ocasiones, y Marchisio, mano a mano con el portero, fueron incapaces de concretar su dominio. Italia invad¨ªa el ¨¢rea croata con sus carrileros, con sus volantes y con sus puntas. Hasta seis hombres se plantaron frente a Pletikosa para probar punter¨ªa, sin conseguir batirlo. Los pases de Pirlo cambiando la orientaci¨®n de las jugadas pillaron a los croatas con el pie cambiado en m¨¢s de una ocasi¨®n. El mediocampista se agigant¨® en la primera hora de partido, bien apoyado por Motta y Marchisio. Fue Pirlo el que adelant¨® a Italia con un gran gol. Lanz¨® la falta por encima de la barrera, y a Pletikosa le falt¨® longitud de brazo para despejar el tiro, que entr¨® pegado a la base del palo.

El ¨²nico tiro a puerta de Croacia en toda la primera parte fue un remate de Srna, el peligroso lateral derecho, desde media distancia. No hubo m¨¢s sobresaltos para la compa?¨ªa de Buffon, que se fue al descanso celebrando lo que parec¨ªa una velada redonda.

No se sabe si porque les falt¨® fondo f¨ªsico o porque trataron de administrar el gol de forma m¨¢s especulativa, pero Italia perdi¨® el control del partido

El optimismo de Italia se reflej¨® en los cambios de Prandelli. El seleccionador retir¨® a Motta, dolorido tras un choque, para introducir a Montolivo. La apuesta por el media punta del Fiorentina parec¨ªa ir a asegurar la victoria. Sin embargo, coincidi¨® con un sutil cambio de actitud en sus jugadores, que comenzaron a pens¨¢rselo dos veces antes de subir a presionar como en la primera parte. No se sabe si porque les falt¨® fondo f¨ªsico, o porque trataron de administrar el gol de forma m¨¢s especulativa, invitando a los croatas a dejar espacios a la espalda de su defensa, lo cierto es que Italia perdi¨® el control del partido.

Nunca en su historia ha perdido Croacia ante Italia. El partido respet¨® los precedentes contra pron¨®stico. Hicieron muy poco los croatas por sostener la tendencia, mal armados por defensas lentos y sin puntas de verdadera jerarqu¨ªa. Compitieron con lo poco que tuvieron a disposici¨®n y ni siquiera necesitaron de un gran Modric para sorprender a su rival. Les bast¨® con el empuje y los centros a la olla. Mandzukic remat¨® uno. Fue gol. El gol del empate, un alto precio para Italia.