Te¨®filo Stevenson, un s¨ªmbolo del deporte cubano
Boxeador ¡®amateur¡¯, fue tres veces oro ol¨ªmpico y en 20 a?os gan¨® 301 peleas
En el deporte cubano hay muchos h¨¦roes populares y nombres destacados, pero pocos tan queridos por la gente de la calle como Te¨®filo Stevenson, el mejor boxeador amateur de todos los tiempos, due?o de una derecha de cemento con la que noque¨® a una buena porci¨®n de rivales en las m¨¢s de 300 peleas que gan¨® a lo largo de sus 20 a?os de carrera, iniciada en un ring de provincias de la ciudad oriental de Las Tunas cuando ten¨ªa 14 a?os. Tres veces campe¨®n ol¨ªmpico y otras tres campe¨®n mundial, un r¨¦cord dif¨ªcilmente superable que le convirti¨® en rey absoluto de los pesos pesados en los a?os setenta, Stevenson muri¨® el lunes en La Habana v¨ªctima de una cardiopat¨ªa isqu¨¦mica con tan solo 60 a?os.
Era un peleador de raza, con una t¨¦cnica depurada, gran movilidad de pies y una fuerza y valent¨ªa que lo hac¨ªan temible en el combate; por sus cualidades extraordinarias fue pretendido por los principales promotores del boxeo profesional, que llegaron a ofrecerle un mill¨®n de d¨®lares y a¨²n m¨¢s por dar el salto a Estados Unidos, pero ¨¦l siempre rechaz¨® esas mieles y defendi¨® la revoluci¨®n castrista. Durante largo tiempo trat¨® de organizarse un so?ado combate del siglo entre el campe¨®n del mundo profesional, Mohamed Al¨ª, y Stevenson, el monarca amateur indiscutible, pero la pol¨ªtica hizo imposible el choque de trenes. A?os despu¨¦s ambos ser¨ªan amigos y se encontraron en numerosas ocasiones.
Hijo de un emigrante de la isla de San Vicente, Te¨®filo Stevenson naci¨® el 29 de marzo de 1952 en el peque?o batey del Central Delicias, en la localidad de Puerto Padre, antigua provincia de Oriente. Pobre como una rata, empez¨® en el boxeo con mal pie, pero con mucho instinto y dispuesto a aprender a trompadas, que al principio fueron muchas. Tras debutar en 1966 en Las Tunas, Stevenson perdi¨® 14 de 20 peleas disputadas, pero sigui¨® adelante. Los entrenadores sovi¨¦ticos que por entonces empezaban a ayudar a formar a los p¨²giles cubanos vieron en ¨¦l una estrella segura y apostaron por su futuro, y llegaron los primeros combates internacionales y tambi¨¦n algunas derrotas clave que le har¨ªan vencer despu¨¦s, como la que sufri¨® ante el norteamericano Duane Bobick en 1971, en la semifinal de los VI Juegos Panamericanos.
Un a?o despu¨¦s, a las Olimpiadas de M¨²nich lleg¨® un Stevenson convertido en tigre. Bobick fue noqueado en el tercer asalto. ¡°Uno no tiene tiempo de ver su derecha. Y cuando la ve es porque la tiene ya sobre el ment¨®n¡±, dijo el boxeador alem¨¢n Peter Hussing, que cay¨® por KO en las semifinales de aquellos Juegos en los que el p¨²gil cubano se coron¨® por primera vez campe¨®n ol¨ªmpico. En 1974 conquist¨® el t¨ªtulo mundial amateur, y ya por entonces la prensa especializada y los promotores de todo el mundo estaban deslumbrados por su destreza y potencia. ¡°Es el peleador m¨¢s perfectamente balanceado que yo haya visto jam¨¢s¡±, dijo de ¨¦l el conocido entrenador norteamericano Emmanuel Steward. Don King, con el s¨ªmbolo del d¨®lar haci¨¦ndole chiribitas en los ojos, lo compar¨® a Al¨ª y a Frazer, y trat¨® por todos los medios de organizar la gran pelea, pero Cuba siempre se opuso si el combate implicaba la p¨¦rdida de la categor¨ªa amateur.
Stevenson obtuvo la medalla de oro en los Juegos Ol¨ªmpicos de 1972 (M¨²nich), de 1976 (Montreal) y de 1980 (Mosc¨²). No pudo asistir a Los ?ngeles (1984) cuando a¨²n estaba en buena forma debido al boicot de los pa¨ªses del bloque socialista, pero los campeonatos del mundo de 1974, 1978 y 1986 (despu¨¦s se retir¨®) tambi¨¦n fueron para su vitrina. Solo su compatriota F¨¦lix Sav¨®n y el h¨²ngaro Lazlo Papp lograron obtener tres medallas de oro en diferentes olimpiadas. Pero ning¨²n amateur tuvo el estilo y la espectacular pegada de Stevenson, sin hablar de un palmar¨¦s como el suyo: 321 combates, 301 victorias, gran parte de ellas por KO.
A Stevenson le gustaba el ron y lo que ello conlleva, incluidos problemas, pero en la isla, donde le llamaban cari?osamente Pirolo, le perdonaron todo por su trayectoria: fue el terror de los p¨²giles norteamericanos durante una d¨¦cada, y eso en Cuba, pa¨ªs machista-leninista por excelencia, es oro, igual que sus medallas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.