Mano de santo
Casillas salva a Espa?a con una parada para el recuerdo tras un remate de Rakitic ¡ñ El meta espa?ol revive sus gestas ante Italia en 2008 y ante Paraguay en 2010
Le cuesta a Iker Casillas reconocer la trascendencia de su juego y ayer, despu¨¦s de clasificar a Espa?a con una parada que decidi¨® el partido, no cambi¨® el discurso. Croacia enlat¨® a Espa?a, que vestida de azul no fue La Roja que asombra durante todo el partido. Domin¨® Espa?a la pelota y el campo y remat¨® m¨¢s que Croacia, pero los volantes nunca encontraron el camino a Torres, porque hab¨ªa demasiada gente por el camino y adem¨¢s el grandull¨®n Schildenfeld aniquil¨® todos los desmarques del jugador del Chelsea con una marca infalible. Con las l¨ªneas de pase cerradas, taponados los caminos en diagonal de Iniesta y Silva, al final lleg¨® F¨¢bregas y Navas remat¨® la faena. Pero si no llega a ser por Iker, San Iker, de la de ayer no sale Espa?a.
Modric centr¨® a la espalda de los centrales. No estaba Arbeloa, pero apareci¨® ¨¦l
Lo reconoci¨® del Bosque. ¡°Sab¨ªamos que una tendr¨ªan, que en alguna nos har¨ªan da?o. Pero ah¨ª estaba Iker, como siempre¡±. Nueva defensa, mismo portero, misma trascendencia en sus acciones. Le est¨¢ costando a Arbeloa pillarle el punto al estilo de la selecci¨®n. Llamado a ser suplente, se ha metido como titular porque se lesion¨® Puyol y Ramos tiene que ejercer de central y desde que empez¨® el campeonato ha dado m¨¢s problemas que soluciones al equipo seguramente porque no juega c¨®modo, exigido como est¨¢ en acompa?ar al equipo en ataque. Arbeloa sufri¨® e hizo sufrir a un equipo al que al final salv¨® Iker. Jugaba con fuego Espa?a, asustada por el empate a cero. Un gol croata la dejaba fuera del campeonato. En el peor momento, apareci¨® el gal¨¢ctico de M¨®stoles.
Intervino para ganar el partido, como suelen hacerlo los grandes. No mete goles el capit¨¢n, pero los evita y ayer volvi¨® a salvar a la selecci¨®n en el minuto 59, cuando Modric centr¨® cruzado a la espalda de los centrales. No estaba Arbeloa, algo que ya es costumbre en la selecci¨®n, y lleg¨® Rakitic solito a golpear con la cabeza, toda la porter¨ªa para ¨¦l. Pero el hombre de las mil manos vol¨® y le dio aire a la selecci¨®n a la que a esas alturas de partido no le llega el agua al cuello.
¡°Es el mejor portero del mundo¡±, le reconoci¨® Bilic, el seleccionador croata. ¡°Rakitic lo ha hecho todo bien pero ¨¦l ha estado excelente, como siempre. No es un portero, es un h¨¦roe, un l¨ªder¡±, admiti¨® el t¨¦cnico balc¨¢nico. ¡°Espectacular¡±, dijo Piqu¨¦, agradecido. ¡°Tampoco hay para tanto¡±, terci¨® el portero, siempre humilde. ¡°Es una acci¨®n r¨¢pida, una parada buena, pero me pilla centrado. Hay reflejos, salto y colocaci¨®n, pero sobre todo, hay mucho de estar convencido¡±. Insist¨ªa el capit¨¢n: ¡°Una parada m¨¢s, para ayudar, para tener la porter¨ªa a cero. Yo tengo que hacer lo que llevo haciendo hace 12 a?os en la selecci¨®n y 23 en el Madrid: parar lo que puedo¡±. Iker explic¨® por qu¨¦ a Espa?a le cost¨® sacar el partido adelante: ¡°Son nervios, sabemos lo que nos estamos jugando, est¨¢s atenazado, sabes que en una acci¨®n aislada te vas a casa. Contra nosotros, juegan de manera diferente a lo que jugaban antes. Hace cuatro a?os, a Iniesta no le encimaban cuatro y ahora s¨ª¡±.
Sustituido Torres para que Navas abriera el campo, Silva hizo de 9 peque?ito hasta que Cesc
El meta, majestuoso, cuando no rechaz¨® un tiro cruzado de Srna, caz¨® los centros y los saques de esquina con una insultante suficiencia. Y en una de esas, el propio Iker arm¨® una contra para F¨¢bregas. Al final marc¨® Espa?a, pero el gol que salv¨® el partido, que lleva a Espa?a a los cuartos de la Eurocopa, se lo rob¨® Casillas a Rakitic. Casillas siempre ha sido decisivo: hace cuatro a?os en el cruce contra Italia, cuando par¨® dos penaltis y cambi¨® el sino del f¨²tbol espa?ol llevando a La Roja a semifinales; en Sud¨¢frica, otra vez en un penalti en cuartos contra Paraguay, y, por supuesto en la final ante Holanda antes de que Iniesta llevara a Espa?a al cielo. Ayer se le necesit¨® y volvi¨® a aparecer el m¨¢s grande para ganar el partido con su mano de santo.
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