La f¨¢bula de Diamanti

Hay pocos tragos peores para un entrenador que el de encontrar a cinco jugadores para una tanda de penaltis y ponerlos en fila uno tras otro. Los entendidos aseguran que a los especialistas se les reserva el primero y el quinto tiro. Nadie dudaba en Italia que Balotelli, infalible en los 11 metros, empezar¨ªa la serie contra Inglaterra. La sorpresa fue el futbolista que la concluy¨® y proporcion¨® el pase de La Azzurra a las semifinales: Alessandro Diamanti.

Volante ofensivo del Bolonia, Diamanti (Prato, 1983) apenas ha jugado tres partidos con su selecci¨®n desde su debut, el 14 de noviembre de 2010, en un amistoso contra Ruman¨ªa. A sus 29 a?os, fue una de las mayores novedades de la lista de Prandelli. No es extra?o que no se quite el uniforme de la selecci¨®n ni cuando pasea con Buffon y De Rossi por Cracovia. ¡°Ya s¨¦ que se ha dicho que mi historia es una f¨¢bula o un cuanto de hadas¡±, advierte, ¡°pero lo que me est¨¢ ocurriendo pasa de verdad¡±. Aunque le ha perdido a menudo la impaciencia, nunca le falt¨® calidad ni personalidad y su alegr¨ªa es contagiosa. Aseguran en Italia que su vida cambi¨® despu¨¦s de casarse con una presentadora de televisi¨®n nacida en Taiw¨¢n y tener dos hijos.

As¨ª se explicar¨ªa que uno de los tatuajes que lleva sea el de una sonrisa con el lema de su esposa: ¡°S¨¦ feliz¡±. Ahora parece que Diamanti se ha estabilizado despu¨¦s de dar mil y una vueltas. ¡°Todav¨ªa guardo recortes de peri¨®dico en los que se dec¨ªa que mi nieto hab¨ªa nacido para jugar al f¨²tbol¡±, afirmaba su abuelo Rodolfo a La Repubblica. No se dudaba de su talento sino que se tem¨ªa que no sentar¨ªa la cabeza desde que sali¨® del Santa Luc¨ªa.

El m¨ªo no es un cuento de hadas. Todo esto est¨¢ pasando de verdad¡±, explica

El abuelo todav¨ªa recuerda que Alino ¡ªas¨ª le llaman todos¡ª atravesaba de ni?o la calle que separaba su casa del campito sin atender al sem¨¢foro. Jug¨® en el Santa Luc¨ªa, el equipo presidido por su abuelo y entrenado por su padre, Luciano, el mismo al que pertenecieron en su d¨ªa Cristian Vieri y Paolo Rossi, para despu¨¦s seguir un itinerario desconcertante: Prato-Empoli-Prato-Fuecchio-Prato-Florentia Viola-Prato-Albinoleffe-Prato-Livorno-West Ham-Brescia-Bolonia. En el Albinoleffe hasta le invitaron a dedicarse a otra profesi¨®n.

La mayor¨ªa de sus decisiones parec¨ªan caprichosas. La m¨¢s sorprendente ocurri¨® cuando, despu¨¦s de pelearse en la dura Serie C (Tercera) y recalar m¨¢s tarde en el Livorno ¡ªequipo con el que le neg¨® el t¨ªtulo al Roma de Ranieri con un precioso gol de falta¡ª, prefiri¨® el West Ham, entonces entrenado por Zola, al Inter que dirig¨ªa Mourinho. ¡°Mi sue?o es la Liga inglesa¡±, afirm¨® al partir, para un a?o despu¨¦s volver e incorporarse al Brescia, porque a?oraba Italia. No es casual que el Bolonia condicionara el sueldo del jugador a su rendimiento despu¨¦s de sus idas y venidas, alguna que otra salida nocturna, ciertos actos de indisciplina y una operaci¨®n pulmonar. Ocho goles y ocho asistencias le han llevado a La Azzurra, donde act¨²a de segundo delantero, por m¨¢s que se siente un fantasioso trescuartista, admirador de Baggio.

El juego de Italia se revolucion¨® cuando sali¨® Diamanti ante Irlanda e Inglaterra. Muy querido por sus compa?eros, tiene chispa, una buena zurda, regatea, es preciso, asiste incluso a Balotelli, y asume la responsabilidad de tirar y transformar un penalti decisivo, aconsejado por Buffon. El f¨²tbol ha recuperado a tiempo a un excelente jugador que no debut¨® en la ¨¦lite hasta los 24 a?os y no fue internacional hasta los 29.

¡ª?Sabe d¨®nde juega Diamanti?, se le pregunt¨® a Neuer en la Gazzetta dello Sport.

¡ª¡°No¡±, respondi¨® el portero de Alemania.