Un refugiado en el marat¨®n
Guor Marial, que huy¨® de la guerra civil sudanesa a los ocho a?os, competir¨¢ como independiente porque Sud¨¢n del Sur no tiene comit¨¦ ol¨ªmpico
Guor Marial naci¨® en Sud¨¢n y vive en Flagstaff, Arizona. Es atleta, maratoniano. Y licenciado en la Universidad de Iowa. Pero no es ni sudan¨¦s, ni estadounidense. No tiene pasaporte. De su tierra natal huy¨® cuando la Guerra Civil (1983-2005), cuando lo capturaron y lo llevaron junto a otros ni?os a los campos de trabajo. Consigui¨® escaparse. ¡°Me escond¨ªa en una cueva hasta el amanecer y luego empezaba a correr siguiendo el sol¡±, cont¨® la semana pasada. Ten¨ªa solo ocho a?os. Acab¨® primero en Egipto y luego encontr¨® cobijo en Estados Unidos. All¨ª lleg¨® como refugiado, despu¨¦s de que el ej¨¦rcito del Gobierno sudan¨¦s matara a 27 de sus familiares. All¨ª vive desde hace 16 a?os. Naci¨® en 1984 en el que hoy es el Sud¨¢n del Sur, un nuevo estado (declarado independiente en febrero de 2011) que todav¨ªa no tiene un Comit¨¦ Ol¨ªmpico.
Pero bajo la bandera ol¨ªmpica y con permiso del COI correr¨¢ Guor Marial por las calles de Londres el pr¨®ximo 12 de agosto, el d¨ªa del marat¨®n. Lo har¨¢ tras haber rechazado la invitaci¨®n de Sud¨¢n de representar sus colores. Porque Marial hace tiempo que dej¨® de considerarse ciudadano de ese pa¨ªs. ¡°?Uau, ahora tendr¨¦ que entrenarme como un ol¨ªmpico!¡±, brome¨® cuando el COI le comunic¨® que pod¨ªa vivir como uno m¨¢s en la Villa Ol¨ªmpica, participar en la ceremonia de inauguraci¨®n y competir como independiente. Fue Michel Gabaudan, presidente de los Refugiados Internacionales, el que escribi¨® a Jacques Rogge para hablarle del caso de Guor Marial.
A sus 28 a?os, Marial, se acord¨® de su padre, que todav¨ªa vive en Sud¨¢n del Sur, y de la gente de all¨ª. ¡°La voz de Sud¨¢n del Sur podr¨¢ ser escuchada y el pa¨ªs podr¨¢ atraer la atenci¨®n del mundo. Aunque no pueda llevar su bandera, es como si el pa¨ªs estuviera all¨ª. Para ellos es importante verme competir como independiente. El sue?o se ha hecho realidad, la esperanza de Sud¨¢n del Sur est¨¢ viva¡±, ha explicado el atleta.
¡°Me escond¨ªa en una cueva hasta el amanecer y luego corr¨ªa siguiendo el sol¡±, cuenta el corredor
Sud¨¢n siempre ha estado dividido por una frontera artificial, la de la religi¨®n: el sur, poblado de cristianos y animistas y el norte, de ¨¢rabes y musulmanes. Cuando estos ¨²ltimos decidieron proclamar el estado isl¨¢mico, los grupos del sur lucharon por la independencia, aprobada a?os despu¨¦s del final de la guerra con un refer¨¦ndum. ¡°Es muy importante para m¨ª estar en los Juegos. Y es m¨¢s importante a¨²n para la gente de mi pa¨ªs que ha luchado tanto; as¨ª que si consigo algo, podr¨¦ ayudarles. Ese es el motivo por el que cada d¨ªa, al despertarme, me pongo las zapatillas y salgo a entrenarme¡±, ha dicho Marial.
En la pared de su cuarto en Arizona hay un p¨®ster de Muhamed Al¨ª que pone: Impossible is nothing [nada es imposible]; en la balda encima de la cama, un peque?o crucifijo de madera. Y en casa, sus medallas. Las que consigui¨® en carreras de 5.000 y 10.000 metros de cross. ¡°Yo siempre he odiado correr. Pero ten¨ªa que volver a casa corriendo para salvar mi vida. Con el tiempo empez¨® a gustarme y ahora amo correr¡±, declar¨® la semana pasada en una entrevista en AP. Empez¨® a hacerlo en el Concord High School Track Team. Fue una profesora de gimnasio quien le convenci¨® despu¨¦s de ver que en sus clases de deportes no hab¨ªa nada que le asfixiara o le dejara sin aliento.
En Londres hay tres casos m¨¢s de atletas que correr¨¢n bajo la bandera ol¨ªmpica, los tres de las ex Antillas holandesas. ¡°Pero el de Guor es un caso ¨²nico en s¨ª. Viene del medio de la nada y ha hecho dos maratones: uno en 2h 12m y el otro en 2h 14m: son dos tiempos magn¨ªficos¡±, ha declarado Mark Adams, portavoz del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional.
En el primer marat¨®n que corri¨®, en 2001, en la Universidad de Iowa, Marial consigui¨® la m¨ªnima ol¨ªmpica. Pero no ten¨ªa bandera que representar. Ni comit¨¦ ol¨ªmpico al que acudir. Ahora s¨ª: el de los cinco anillos, el m¨¢s importante quiz¨¢s.
De Espa?a a Timor Oriental
Ning¨²n deportista, antes de Gour Marial y en la historia reciente de los Juegos Ol¨ªmpicos, hab¨ªa aparecido individualmente bajo la bandera ol¨ªmpica, aunque s¨ª lo han hecho pa¨ªses por diversos motivos. No hay que irse muy lejos. La delegaci¨®n espa?ola para los Juegos de 1980 tard¨® semanas en saber si acudir¨ªa a la cita. Esta se celebraba en el Mosc¨² sovi¨¦tico. Estados Unidos impuls¨® un boicoteo por la invasi¨®n comunista de Afganist¨¢n. Finalmente, el Gobierno que presid¨ªa Adolfo Su¨¢rez juzg¨® la participaci¨®n ¡°no deseable¡±, pero tampoco prohibi¨® tajantemente que sus deportistas viajaran. En consecuencia, el palista Herminio Men¨¦ndez desfil¨® por el estadio moscovita sin la bandera espa?ola, pero bien orgulloso mientras portaba la ense?a ol¨ªmpica.
Espa?a sabe bien lo que es eso y no solo por aquel episodio. En los Juegos de Barcelona 1992, por ejemplo, desfilaron bajo la insignia del COI los pa¨ªses de la desmembrada Yugoslavia, ya que Serbia y Montenegro solo pudieron tener deportistas individuales y sin bandera propia. Croacia, por su parte, s¨ª que acudi¨® como naci¨®n y lleg¨® a disputar la final del baloncesto contra el m¨ªtico dream team de Estados Unidos.
En los Juegos de Sidney, que se celebraron en 2000, los que participaron bajo la bandera ol¨ªmpica fueron cuatro deportistas de Timor Oriental, una zona segregada de Indonesia que todav¨ªa no era reconocida por la comunidad internacional (s¨ª con la independencia en 2002).
Los cuatro atletas de Timor Oriental recibieron una gran ovaci¨®n en la ceremonia de apertura: desfilaron en el pen¨²ltimo lugar, justamente delante de la delegaci¨®n anfitriona, la australiana.
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