El Federer ¡°d¨¦bil¡±

Hubo un tiempo en el que la m¨²sica lo dec¨ªa todo: sonaba la banda sonora del Imperio Contraataca y sobre el cemento del Abierto de Estados Unidos pisaba un tenista que se las daba de Darth Vader, vestido de riguroso negro, animado por fuerzas sobrenaturales y sonriente, porque ¨¦l hab¨ªa elegido la canci¨®n. El suizo Roger Federer era ese hombre. Ahora, cuando se ha clasificado para los octavos tras ganar a Verdasco (6-3, 6-4 y 6-4), el n¨²mero uno mundial sigue firmando estad¨ªsticas que le se?alan como algo m¨¢s que el comandante del lado oscuro: en el siglo XXI, nadie ha ganado m¨¢s partidos que ¨¦l (52) en la central m¨¢s grande del planeta (24.000 espectadores) y est¨¢ invicto en la sesi¨®n nocturna de Nueva York. Nada mal para un tenista que sol¨ªa abandonar los entrenamientos asqueado de s¨ª mismo.

¡°Jugar en esta pista central es incre¨ªble¡±, explic¨® el suizo en una rueda de prensa en Nueva York. ¡°Nunca cre¨ª que me convertir¨ªa en un jugador tan bueno. A¨²n recuerdo c¨®mo me iba de las pistas de entrenamiento despu¨¦s de disculparme con mi compa?ero de pr¨¢cticas: ¡®Lo siento, no estoy disfrutando ahora mismo, tengo que parar porque si no lo hago simplemente arruinar¨¦ tu entrenamiento en lugar de endurecerlo y que te sirva de algo¡±, le cont¨® a los periodistas. ¡°En aquellos tiempos era muy d¨¦bil¡±, prosigui¨® el n¨²mero uno mundial sobre el principio de su carrera. ¡°Eran otros tiempos. Estoy feliz de haber doblado la esquina en el momento correcto, de haber aprendido de mis errores. Ahora disfruto mucho m¨¢s. He sido capaz de conseguir resultados en los grandes escenarios. Siento un gran alivio por haber sido capaz de reaccionar a tiempo en mi carrera¡±.

Federer, de 31 a?os, acumula todos los r¨¦cords que el tenis escribe con letras may¨²sculas: tiene m¨¢s grandes que nadie en la historia (17) y nunca hubo un jugador que comandara durante m¨¢s semanas la clasificaci¨®n (ya super¨® las 286 del estadounidense Pete ¡®Pistol¡¯ Sampras). Sin embargo, las marcas en letra peque?a, esas que aprecian m¨¢s los compa?eros del vestuario que los aficionados, tambi¨¦n son suyas: en Nueva York, Federer compite por 23? vez en un grande como el n¨²mero uno del mundo, superando el r¨¦cord absoluto de Sampras (22). El suizo ha participado sin falta en los ¨²ltimos 52 grandes, la marca de su longevidad y de su capacidad atl¨¦tica. Finalmente, igual que el soldado que se sienta a la puerta de su casa hasta que ve pasar el cad¨¢ver de su enemigo, v¨ªctima del tiempo, el n¨²mero uno mundial observa desde el trono c¨®mo todos sus rivales generacionales emprenden la retirada mientras ¨¦l domina el juego: Andy Roddick no competir¨¢ m¨¢s cuando acabe su participaci¨®n en el Abierto de EEUU y Lleyton Hewitt, que ser¨¢ el contrario de David Ferrer en tercera ronda, solo se parece en los gritos (¡°C¡¯mmon!¡±) al tenista que fue.

¡°Cuando era un j¨²nior no era un competidor tan duro como ahora¡±, explic¨® Federer cuando le pidieron que reflexionara sobre su relaci¨®n con Roddick, el rival al que neg¨® tantos triunfos en los torneos del Grand Slam, incluido el Wimbledon de 2009, que el estadounidense roz¨® con los dedos. ¡°Creo que en los pr¨®ximos a?os los tenistas empezar¨¢n a caer como moscas¡±, dijo cuando le recordaron que en el Abierto se ha vivido el grande con m¨¢s treinta?eros de la historia (33). ¡°Es triste. Por eso me siento afortunado de poder jugar para los libros de historia, de tener la oportunidad de competir en las pistas centrales. Eso es lo que me mantiene jugando al tenis¡±.