La Liga de Campeones vuelve a iluminar Par¨ªs
Ocho a?os despu¨¦s de su ¨²ltima participaci¨®n, el Par¨ªs Saint Germain regresa al torneo aupado por la millonaria inversi¨®n de sus due?os
Par¨ªs ser¨¢ la ciudad de las luces, pero los focos de la gran competici¨®n europea de f¨²tbol llevaban mucho tiempo apuntando a otros lugares menos exquisitos de Francia. A veces, a la portuaria Marsella; en otras ocasiones, a las tierras vin¨ªcolas de Burdeos; casi siempre, a la industrial Lyon; y en alguna ocasi¨®n, hasta han llegado a iluminar a M¨®naco, que aunque tenga el glamour, ni siquiera es Francia por m¨¢s que su equipo juegue en la Ligue 1. Han pasado ocho a?os desde que el Par¨ªs Saint Germain disput¨® por ¨²ltima vez la Liga de Campeones, as¨ª que no es extra?o que en la capital francesa exista la sensaci¨®n de que cuando hoy comience el choque ante el Dinamo de Kiev (20.45) se estar¨¢ poniendo fin a una anomal¨ªa. Este a?o, la pasarela m¨¢s elegante del f¨²tbol s¨ª hace parada en Par¨ªs. O, en palabras del diario deportivo L¡¯Equipe, ¡°la interminable espera llega a su fin¡±. Ibrahimovic, Pastore y Thiago Silva piden foco.
La ¨²ltima vez que el Par¨ªs Saint Germain disput¨® un partido de Liga de Campeones, Jacques Chirac habitaba el Palacio del El¨ªseo, su delf¨ªn Nicolas Sarkozy acababa de dejar el ministerio de Econom¨ªa y Fran?ois Hollande era el alcalde de Tulle, una peque?a localidad de unos 15.000 habitantes del centro de Francia. Letizi; Pichot, Pierre-Fanfan, Yepes, Armand; Cana, M¡¯Bami, Coridon, Edouard Cisse; Pancrate y Pauleta formaron el equipo inicial con el que Par¨ªs, la ciudad del glamour y del lujo, de los artistas y los bohemios, despidi¨® la Liga de Campeones. El 7 de diciembre de 2004, el CSKA pis¨® el Parque de los Pr¨ªncipes, se llev¨® la victoria (1-3) y hasta hoy, se apag¨® la luz de la ¡®Champions¡¯. Pancrate, un delantero que durante seis meses en 2007 recal¨® en el Betis, anot¨® el gol del equipo franc¨¦s y en la delantera le acompa?¨® un ilustre de la Liga, Pauleta, pichichi de Segunda con el Salamanca en la temporada 1996-97.
Hay mucha expectaci¨®n¡± Carlo Ancelotti
Nada que ver, en todo caso, con la millonaria n¨®mina de atacantes que hoy presenta el equipo: a Ibrahimovic, fichado del Milan por 21 millones de euros, le acompa?an el revoltoso Lavezzi (otra adquisici¨®n estival, llegado de N¨¢poles por 26 millones), el elegante Pastore (43 millones el a?o pasado, procedente del Palermo) y el goleador Nen¨¦, de repente desterrado a la suplencia, despu¨¦s de anotar 21 tantos y repartir 11 asistencias de gol en Liga la temporada pasada. Pero hay m¨¢s: el jeque catar¨ª Nasser al-Khelaifi, presidente desde octubre del a?o pasado, invirti¨® 40 millones en el brasile?o Lucas Moura (que llegar¨¢ en enero), 42 por el central Thiago Silva, 12 por el centrocampista Marco Verratti y seis por el lateral Gregory Van der Wiel. Unos 150 millones en total. Trotamundos como Motta y Maxwell, internacionales franceses como Menez, Gameiro y Matuidi y centrales curtidos en mil batallas como Alex o Lugano completan una plantilla sustentada en la chequera del Fondo Soberano Catar¨ª. ¡°Hay mucha expectaci¨®n¡±, reconoci¨® ayer Carlo Ancelotti, entrenador de una plantilla confeccionada desde los despachos por Leonardo, en su d¨ªa jugador del club y hoy director deportivo. ¡°Es el torneo m¨¢s grande. Estos son los partidos que todos queremos jugar, porque te hacen mejor y son los de mayor nivel¡±, explic¨® Ibrahimovic, junto a su t¨¦cnico. Para el sueco, ser¨¢ un partido m¨¢s de un torneo que ha disputado con el Ajax, el Juventus, el Inter de Mil¨¢n, el Bar?a y el Milan. Para el Par¨ªs Saint Germain, es el regreso a un territorio poco explorado. Para sus due?os, es un paso ineludible del ambicioso plan que contempla poner al club en la cima del f¨²tbol europeo.
El s¨ªmbolo del proceso de cambio de estatus es Nen¨¦. El brasile?o fue el m¨¢ximo goleador de la competici¨®n la pasada temporada, igualado con Giroud (hoy, referencia del gol en el Arsenal), pero hoy busca ara?ar minutos a las ¡®vedettes¡¯ llegadas de Italia. La estrella del Par¨ªs Saint Germain ya no es un brasile?o que despunta en el club despu¨¦s de curtirse en un rosario de equipos europeos (Mallorca, Alav¨¦s, Celta, M¨®naco y Espanyol), sino Ibrahimovic, un icono del f¨²tbol exquisito de temperamento salvaje, el paradigma de la estrella de talento desbordante y extrav¨ªos d¨ªscolos. Despu¨¦s de un arranque tan dubitativo como el del equipo, ya es el m¨¢ximo goleador de la Liga, con cinco tantos en otros tantos partidos y ya ha tenido su primer altercado, del que inform¨® Le Parisien hace dos semanas: propin¨® un pu?etazo a Nen¨¦ despu¨¦s de una entrada del brasile?o durante un entrenamiento.
El Par¨ªs Saint Germain regresa a la ¨¦lite ocho a?os despu¨¦s de abandonar una estaci¨®n en la que solo estuvo de paso. No es un hidalgo del f¨²tbol ni por t¨ªtulos nacionales (ha ganado dos Ligas, en 1986 y 1994 y un t¨ªtulo europeo, la Recopa de la temporada 1995-96) ni por participaciones en la m¨¢xima competici¨®n, pues solo ha estado presente en cuatro ediciones con el actual formato de la Liga de Campeones: 1994-95, 1997-98, 2000-01 y 2004-05. En la ¨²ltima, fue colista de su grupo, en el que tambi¨¦n formaron el Chelsea, el Oporto y el CSKA de Mosc¨². Una sola victoria y tres goles a favor fueron el escaso lustre con el que se despidi¨® del oropel. Ocho a?os y muchos millones despu¨¦s, el PSG y sus due?os aspiran a un esplendor futbol¨ªstico que, en realidad, el club nunca tuvo. La luz m¨¢s brillante del f¨²tbol ilumina desde hoy Par¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.