Los mimos de una madre
He estado trabajando casi dos a?os estrechamente con Anna Tarr¨¦s durante muchas horas, lo que para m¨ª ha sido una experiencia magn¨ªfica de la que he aprendido mucho. Gracias a su forma de hacer se consiguen las medallas y, en mi caso, como he dicho en alguna otra ocasi¨®n, la oportunidad de sincronizar el arte. Anna es una persona que siempre sabe reaccionar a las adversidades haciendo lo mejor y lo que es m¨¢s dif¨ªcil, con objetividad lo que a los profesionales nos da mucha seguridad. Sabe qu¨¦ hace falta en cada momento, para las chicas, para el equipo y para un mayor rendimiento, y eso implica, por encima de todo, saber cuidar a las chicas muy bien. Sabe lo que necesitan en todo momento, preocupada del tiempo que llevaban trabajando, de lo que hab¨ªan comido, de lo que hab¨ªan dormido, de los descansos entre ejercicio y ejercicio para un mejor resultado; preocupada de c¨®mo se encontraban an¨ªmicamente, de unas dietas equilibradas, y todo esto cada d¨ªa porque afecta al rendimiento de hoy y de ma?ana, porque de alguna manera sus ni?as son su tesoro m¨¢s preciado, ya que para ella son muy valiosas personal y profesionalmente.
Preocupada por si trabajaban demasiado, a veces cuando yo llegaba me lo advert¨ªa: ¡°¡ Flora, hoy est¨¢n rotas, llevan desde las ocho, no les metas mucha ca?a¡¡±. Nunca les hac¨ªa repetir nada gratuitamente y enseguida corriendo al masajista y al fisio. La verdad, alucin¨¦ con tanto mimo pues para alguien como yo del mundo de la danza, la dureza del teatro y del escenario no conoces tantas atenciones, los cuidados del d¨ªa a d¨ªa en las que ella ha sido como una madre para todas. Gracias a su forma de hacer yo he aprendido lo importante que es cuidar esos factores que son tan influyentes en el resultado final.
He pasado muchas horas con Anna y las chicas? y mi sensaci¨®n ha sido siempre de uni¨®n de equipo
Anna es una mujer que, adem¨¢s de formar a las chicas como nadadoras, tambi¨¦n se ha preocupado de hacerlo como mujeres, mirando por sus estudios y el porvenir que hay despu¨¦s de la corta vida en la ¨¦lite. Siempre un paso atr¨¢s, cedi¨¦ndoles el protagonismo, todo para ense?arle al mundo que sus chicas son las mejores. Ha dedicado su vida a este prop¨®sito y a elevar la nataci¨®n sincronizada donde est¨¢ hoy d¨ªa, llegando a trabajar y multiplicarse por diez o por veinte si era necesario. Respecto a lo que se est¨¢ hablando, y en alg¨²n caso gratuitamente, yo en primera persona doy testimonio que no he vivido ni una mala palabra, ni siquiera en los momentos extremos donde ella se mantiene muy fr¨ªa y les da estabilidad. Creo conocer bien a mis compa?eros de equipo en esta labor y ninguno hubiera tolerado por educaci¨®n y por dignidad humana y profesional trabajar en ese ambiente desp¨®tico y grosero que algunos est¨¢n describiendo sin conocer y que otros opinan denunciando cobardemente en los medios tras una vulgar ret¨®rica supuestamente intelectual.
He pasado muchas horas con Anna, las chicas y todo el maravilloso equipo t¨¦cnico, y mi sensaci¨®n ha sido siempre de uni¨®n de equipo, de fuerza, de superaci¨®n, con mucho coraz¨®n, mucho esfuerzo pero sin perder nadie la dignidad como persona, porque adem¨¢s estas chicas tienen personalidad m¨¢s que suficiente para no tener que tragar nada y contestar si es necesario. Es muy triste que en lugar de estar todas ellas y el pa¨ªs entero disfrutando del maravilloso y merecido resultado despu¨¦s del dur¨ªsimo trabajo realizado durante a?os, les hayan arrebatado el disfrute de su gloria y se vea ensuciada por esta oscuridad que perjudica a la nataci¨®n, a las chicas, al equipo t¨¦cnico y, sobretodo y especialmente, a la afici¨®n, al futuro, tirando por tierra el trabajo de tantos a?os de tantas personas y en el caso de Anna Tarr¨¦s toda una vida.
Flora Albaic¨ªn, bailaora, fue la core¨®grafa del equipo espa?ol de sincronizada en los Juegos de Londres.
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