El Camp Nou decide el curso de la Liga
La nota nacionalista alimenta todav¨ªa m¨¢s el duelo entre el l¨ªder y un Madrid en plena forma
Aunque la Liga acaba de empezar, la clasificaci¨®n otorga una importancia capital al cl¨¢sico del Camp Nou. Al final de la sexta jornada, el Bar?a le saca ocho puntos al Madrid, una diferencia que solo se ha dado una vez, en 1991, cuando un autogol de Spasic certific¨® la jerarqu¨ªa azulgrana. Los barcelonistas solo han perdido uno de los 15 partidos que han jugado como l¨ªderes en el estadio con los madridistas, y ocurri¨® en 1930. El equipo de Vilanova aspira por tanto a rematar de alguna manera al de Mourinho. El pleno de puntos le avala tanto como el juego mostrado al final del partido del martes en Lisboa. No cuenta, sin embargo, con la condici¨®n un¨¢nime de favorito porque su f¨²tbol ha sido discontinuo, a causa de la inestabilidad de su defensa, y por la falta de control del partido, dada su vocaci¨®n ofensiva. Los dos laterales no siempre cierran bien, Puyol est¨¢ lesionado mientras que Piqu¨¦ es duda y no es f¨¢cil dar en cada encuentro con los delanteros que mejor mezclan con Messi.
La suerte del Bar?a depende sobre todo de la manera que resuelva sus dudas. Una: ?caben en la misma alineaci¨®n Iniesta y Cesc? Y dos: ?la ocasi¨®n invita o no a arriesgar con Piqu¨¦? La prioridad es acabar las jugadas o evitar las p¨¦rdidas de bal¨®n que faciliten las transiciones del Madrid.
Los defectos azulgrana son las virtudes madridistas: uno va al espacio y el otro ocupa el campo. Ning¨²n equipo se defiende mejor ni se despliega tan vertiginosamente a la contra como el de Mourinho. Muy distra¨ªdo al inicio, cuando administraba el t¨ªtulo ganado la temporada pasada y conquistaba la Supercopa, funciona ¨²ltimamente como un ca?¨®n. La mejor¨ªa colectiva ha coincidido con la recuperaci¨®n de Cristiano, que suma dos tripletes consecutivos y ha anotado en los ¨²ltimos cinco cl¨¢sicos.
Los barcelonistas solo han perdido uno de los 15 partidos que han jugado como l¨ªderes en el estadio con los madridistas, y ocurri¨® en 1930
El mano a mano del portugu¨¦s con Messi, m¨¢s asistente que goleador, ser¨¢ seguramente decisivo para el partido y tambi¨¦n para el Bal¨®n de Oro. Aunque el Bar?a no ha perdido poder de intimidaci¨®n, Cristiano y el Madrid han aprendido a jugar en el Camp Nou. La carga ambiental del estadio, que se presentar¨¢ envuelto en una senyera, se prev¨¦ tremenda por el contexto pol¨ªtico. ¡°La rivalidad no solo es Bar?a-Madrid sino tambi¨¦n Catalu?a-Espa?a¡±, declar¨® Piqu¨¦ a Sports Illustrated, para despu¨¦s matizar en Twitter: ¡°Qu¨¦ ganas tiene la gente en malinterpretar declaraciones m¨ªas [...] Solo es un partido de f¨²tbol¡±. La misma expresi¨®n que utiliz¨® Vilanova: ¡°No se juega nada m¨¢s que un partido. Es deporte, no tiene nada que ver con la pol¨ªtica¡±. Mourinho, receloso con los ¨¢rbitros ¡ª¡°ocurren cosas raras¡±¡ª conf¨ªa en sus jugadores: ¡°Les veo m¨¢s metidos¡±. El cl¨¢sico tiene siempre mucha miga. Y hoy m¨¢s.
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