Dinamita Martins

El peque?o Martins explor¨® los puntos d¨¦biles de los centrales del Granada. Les gan¨® la espalda, les quebr¨® la cintura, les gan¨® los principales duelos. Un delantero gigantesco al servicio de un equipo en vena. JIM ha vuelto a acertar en todas las teclas. Le cost¨® afinarlas tras la marcha de algunos de los mejores int¨¦rpretes. En un par de meses los ha vuelto a poner en escena. M¨ªchel, Pedro R¨ªos o el propio Martins se reparten los papeles en el escenario granota. Y el Granada apenas tuvo nada que decir.

Por mucho que fuera a consolarlo Mikel Rico, en esos momentos I?igo L¨®pez no quer¨ªa que se apiadaran de ¨¦l. Responsable como se sent¨ªa del primer gol del Levante. Enred¨¢ndose con el bal¨®n al borde del ¨¢rea, lo perdi¨® ante el felino Martins y el nigeriano recorri¨® en paralelo la l¨ªnea del ¨¢rea grande antes de encontrar el hueco perfecto: disparo raso y al palo izquierdo del portero To?o, pillado a contrapi¨¦.

Encogido al principio de temporada, Diop ha ido solt¨¢ndose y creciendo en las ¨²ltimas jornadas. Cada d¨ªa ocupa m¨¢s campo. Y esa mezcla con Iborra, demasiado musculosa como parec¨ªa, est¨¢ resultando esencial para recomponer la estructura granota. Ah¨ª volvi¨® a cimentarse su superioridad en la mejor primera media hora del conjunto de JIM de la presente campa?a. Masticando cada jugada por una banda y la otra, profundizando cada vez que Pedro L¨®pez y El Zhar se aventuraban en ataque. JIM ha conseguido enchufar a casi todos sus jugadores a la vez. La excepci¨®n es Barkero, la estrella del pasado curso, eclipsado en este por la aparici¨®n de M¨ªchel.

El Granada se qued¨® perplejo hasta el final de la primera parte. Entonces reaccion¨®, al filo del descanso, cuando sus laterales adelantaron 20 metros sus posiciones y sus interiores tuvieron con qui¨¦n combinar. Pero segu¨ªa sin rematar, as¨ª que Anquela solt¨® lastre en el descanso al retirar a un medio defensivo (Mois¨¦s) por un delantero (Floro Flores). No contento con eso, tambi¨¦n tir¨® de Ighalo para atacar con todo lo disponible.

Frente a tantos delanteros, el Levante opuso a sus centrocampistas. Iborra al frente de todos. Impuso su descomunal potencia para inclinar otra vez la balanza. La pelota ca¨ªa en el ¨¢rea granadina, all¨ª donde Martins se convierte en pura dinamita. Esta aprovech¨® una pifia de Siqueira en el despeje para ganarle la espalda a Borja G¨®mez. Al encarar a To?o, lo liquid¨® por su propio palo. El partido se parti¨® en dos. Terreno abonado para el contragolpe granota, magn¨ªficamente hilvanado por M¨ªchel y Pedro R¨ªos, que coloc¨® con el interior ante la salida de To?o. El tanto posterior de El Arabi no maquill¨® la fiesta granota. El Levante celebr¨® as¨ª, con el recital de Martins, su centenario en el Ciutat de Val¨¨ncia en Primera.