La ¡®familia Gol¡¯

El mediocentro defensivo Alexandre de Souza recibi¨® en 1987 una llamada del Gil Vicente, portugu¨¦s, y acept¨® de inmediato porque, entre otras cosas, all¨ª jugaba su primo, el extremo Careca, como se le llamaba por su regate. Hizo las maletas, se march¨® a la ciudad lusa de Maia con mujer e hijos, Yuri (1982) e Igor (1980), y acab¨® en la casa de Careca, que a su vez ten¨ªa un primog¨¦nito llamado Charles (1984). Era el origen de la familia Gol. M¨¢s que nada porque Charles suma nueve dianas con el Almer¨ªa y es el m¨¢ximo artillero de Segunda junto a Deulofeu (Bar?a B), Oriol Riera (Alcorc¨®n) y Jes¨¦ Rodr¨ªguez (Madrid), adem¨¢s de su primo Yuri, delantero de la Ponferradina. E Igor, que milita en el Salamanca, de Segunda B, tambi¨¦n es el mejor goleador de su equipo, con ocho redes, a solo dos de los l¨ªderes en esa suerte.

Los tres recuerdan con cari?o los d¨ªas que compartieron en Maia, cuando el bal¨®n era el epicentro familiar. ¡°All¨ª solo se hablaba de f¨²tbol¡±, rememora Yuri; ¡°y nosotros quer¨ªamos m¨¢s pelota que estudios¡±. Aunque Igor, con gusto por los libros, era el nexo de uni¨®n. ¡°Jug¨¢bamos mucho en la calle y sal¨ªamos a enfado diario. Pero Igor pon¨ªa paz como buen hermano mayor¡±, a?ade Charles. ¡°S¨ª, era el mediador entre ellos porque eran bastante peleones, aunque pocas veces consegu¨ª mantener la calma. Menos mal que ten¨ªamos distintos gustos para las mujeres¡­¡±, bromea Igor.

Eran, en cualquier caso, rabietas fugaces. Por lo que pronto retomaban el hilo. ¡°Yo ve¨ªa los v¨ªdeos de Romario y Ronaldo¡±, se?ala Yuri. ¡°Y nos federamos al voleibol, pero se nos daba mejor jugar con los pies que con las manos¡±, salpica Igor. ¡°A m¨ª eso lo de las manos¡­ Cuando ¨¦ramos ni?os, al ser el peque?o, me hac¨ªan ponerme de portero y me gustaba. ?Hasta compr¨¦ unos guantes!¡±, remata Charles, que siempre tuvo a su padre como espejo, ahora t¨¦cnico de los juveniles del Paysandu, brasile?o.

Pasados los a?os, todos hicieron carrera con el bal¨®n. Charles regres¨® a Brasil y jug¨® en el Santos y el Tuna Lusa antes de recalar en el Feirense, de regreso a Portugal. Gan¨® la Segunda Divisi¨®n y lo fich¨® el Pontevedra en 2004. Yuri hizo 17 goles en 30 duelos con el Maia y lo fich¨® el Boavista, donde escasearon las oportunidades y emigr¨® al Pontevedra, ya en 2006. E Igor, que tuvo su mayor ¨¦xito en 2005 con el Vitoria Set¨²bal, cuando gan¨® la Ta?a de Portugal, [la Copa], no logr¨® un puesto en la ¨¦lite y tras ser postergado al banquillo del Estrela Amadora, recal¨® tambi¨¦n en el Pontevedra en el invierno de ese a?o. ¡°Charles es un delantero muy vers¨¢til, con movilidad y valiente en el choque, con desparpajo y ambici¨®n¡±, le define Jos¨¦ Aurelio Gay, por entonces t¨¦cnico del Pontevedra y ahora del Racing. ¡°Yuri es el que tiene m¨¢s calidad, ¨¦l solo se fabrica jugadas de gol. Pero es f¨¢cil sacarle de los partidos y los defensas le buscan. E Igor juega de maravilla de espaldas al gol¡±, a?ade Gay. Fueron tres a?os juntos. ¡°Ojal¨¢ podamos compartir vestuario otra vez, pero es muy complicado que se vuelvan a dar esas condiciones¡±, comenta Yuri. ¡°Es muy dif¨ªcil que pueda darse otro Pontevedra; fue una experiencia preciosa¡±, a?ade Igor. Pero eso se acab¨®.

Jug¨¢bamos mucho en la calle y sal¨ªamos a enfado diario

Charles fich¨® por el C¨®rdoba y ahora golea con el Almer¨ªa. Igor emigr¨® al Ipatinga, brasile?o, y regres¨® con el Girona, Levante y Tenerife, para recobrar el gol en el Salamanca. Y Yuri, tras Las Palmas, lleg¨® a la Ponferradina, donde destroza las redes. ¡°No nos picamos con eso de ser pichichi; cada uno quiere lo mejor para el otro¡±, expresa Yuri. ¡°Nos damos la enhorabuena por los goles y nada m¨¢s. A m¨ª no me llena ser el pichichi. Prefiero ascender¡­¡±, ampl¨ªa Charles. E Igor reflexiona: ¡°Los goles es lo de menos. Yo intento llegar a ser Yuri y ¨¦l intenta llegar a ser Charlie¡±.

Cuando llegue el par¨®n invernal, Charles y Yuri se encontrar¨¢n en Brasil ¨CIgor no puede porque el Salamanca le da las vacaciones entrecortadas- para celebrar las Navidades y darse los regalos. ¡°Todav¨ªa no le he pedido nada a Pap¨¢ Noel¡±, se ruboriza Yuri. ¡°Nada de nada¡±, apostilla Charles. ¡°Pero algo caer¨¢¡±, completa Igor. Aunque, de momento, todos se conforman con sus goles.