Roma apuesta al todo o nada
¡°Saldr¨¦ con el cuchillo entre los dientes¡±, dice el piloto de Mini
¡°Cruc¨¦ el r¨ªo y pens¨¦: hoy puede ser un buen d¨ªa. Casi nadie pod¨ªa pasarlo. Yo me arriesgu¨¦. Pero no sirvi¨® para nada¡±, concede, susurrando a quien tiene a su derecha en una conferencia de prensa en la que se repasa la primera semana de carrera. El discurso de Nani Roma es m¨¢s pausado, m¨¢s tranquilo, m¨¢s pol¨ªticamente correcto que el d¨ªa anterior, cuando dej¨® caer duras cr¨ªticas sobre la organizaci¨®n. Un d¨ªa despu¨¦s de cruzar un r¨ªo que sorprendi¨® a la caravana del Dakar por un crecimiento anormal, debido a las lluvias y tambi¨¦n al agua del deshielo al pie de las monta?as de Los Andes, Roma trataba de tom¨¢rselo con filosof¨ªa. No en vano es la jornada de descanso y el relax es necesario. Se queja porque despu¨¦s de jug¨¢rsela para cruzar aquel torrente de agua y completar la especial considera que es el gran perjudicado por la decisi¨®n que tom¨® la direcci¨®n de la carrera.
El crecimiento anormal de aquel r¨ªo, cuyo caudal fue aumentando a medida que avanzaba el d¨ªa, fue el motivo por el que la organizaci¨®n decidi¨® neutralizar la segunda parte de la especial. ¡°Cuando yo llegu¨¦ hab¨ªa mucha agua, vi que algunos coches daban la vuelta y volv¨ªan a la orilla, algunos como Novitskiy, pero yo pens¨¦ que era mi oportunidad: me tir¨¦ y vi que era factible, era consciente de que estaba tomando unos riesgos enormes, pero¡¡±. Y lo cruz¨®. Y termin¨® la especial, supuestamente, con un buen crono. Aunque su tiempo nunca lleg¨® a aparecer en la clasificaci¨®n de la etapa.
Clasificaciones
Motos: 1. D. Casteu (Fra/Yamaha), 19h 56m 33s. 17. J. Pedrero (KTM), a 49m 18s. 29. M. Guasch (Gas Gas), a 2h 9m 6s. 30. L. Sanz, a 2h 9m 37s.
Coches: 1. S. Peterhansel (Fra/Mini), 18h 31m 4s. 2. N. Al-Attiyah (Cat/Buggy), a 3m 14s. 7. N. Roma (Mini), a 1h 38m 27s.
Los comisarios, visto lo complicado de atravesar aquel r¨ªo, dieron por buenos los tiempos de los cuatro primeros en terminar: Chicherit, Terranova, Gordon y Peterhansel. Roma, que hubiera sido el quinto, ya no entr¨® ¡ªy sum¨®, como el resto, el peor tiempo de d¨ªa, el mismo que Peterhansel¡ª porque consideraron que ya se hab¨ªa neutralizado la etapa antes de que ¨¦l terminara, aunque nadie le avis¨® cuando estaba en medio de aquel torrente descontrolado de agua. De ah¨ª su enfado. ¡°Soy el gran perjudicado. Acepto que el r¨ªo creci¨®. Mucho. Pero no que no me dijeran que la etapa se hab¨ªa neutralizado. En aquel momento hab¨ªa gente de la organizaci¨®n por aquella zona¡±, a?adi¨®, consciente de que se hubiera distanciado de sus rivales, de Novitskiy o De Villiers, por ejemplo.
Con todo, Roma es consciente desde hace muchos d¨ªas de que perdi¨® toda opci¨®n de pelear por el t¨ªtulo, como s¨ª hizo el a?o pasado, cuando termin¨® segundo, aunque muy lejos de Peterhansel, su compa?ero de equipo. Perdi¨® tan temprano sus opciones que, tras una mala noche, necesit¨® hablar con su psic¨®logo, el especialista en psicolog¨ªa deportiva Pep Font. ¡°Perder 24 minutos ya el segundo d¨ªa¡ con todas las ilusiones que depositas es muy duro. Ven¨ªa aqu¨ª a ganar. ?l me ha ayudado a pasar p¨¢gina. Es un psic¨®logo, no hace milagros, pero ayuda¡±, reconoc¨ªa el d¨ªa despu¨¦s de una etapa en la que le hab¨ªa pasado de todo: ¡°Pinch¨¦ la rueda, no nos enteramos, destrozamos la llanta y, adem¨¢s, los ¨²ltimos 50 kil¨®metros se estropearon tambi¨¦n el sistema de avisos y el GPS, que tuvo que llevarlo mi copiloto entre las rodillas¡±, recordaba. Roma, en esta jornada de descanso, volvi¨® a telefonear a Font. Ahora, como ya no puede ganar el t¨ªtulo, solo etapas, como la quinta, que se adjudic¨®, va a por todas: ¡°Ya no tengo miedo a nada: saldr¨¦ con el cuchillo entre los dientes en cada etapa: a pasar o a quedarme¡±. Apuesta al todo o nada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.