La posesi¨®n una vuelta despu¨¦s

Si hay un equipo en la Liga que despierta gran admiraci¨®n en Diego Pablo Simeone es el Levante. Lo distingue como un conjunto de recursos optimizados al m¨¢ximo. Una plantilla en su mayor¨ªa de futbolistas curtidos, profesionales en toda la extensi¨®n de la palabra, y un entrenador con una idea clara: poca pelota -con un 25 % de posesi¨®n, el porcentaje m¨¢s bajo de todo el campeonato, est¨¢ en puestos europeos- y un contragolpe eficaz. ¡°Interpretan muy bien su modo de jugar, apuestan por ello independientemente del resultado, sobre todo, tiene gente adelante que juega muy bien. Se cierran con futbolistas de experiencia, hay que felicitarles porque con un presupuesto menor han hecho un bloque muy importante y una estructura de equipo muy fuerte¡±, analiza Simeone.

No necesita la pelota el Levante, la entrega y tambi¨¦n concede mucho campo. As¨ª que el Atl¨¦tico inicia la segunda vuelta con una prueba de crecimiento hacia un conjunto m¨¢s completo ante un equipo al que no le importa ceder la iniciativa porque se siente seguro en los espacios que defiende. No ha tenido m¨¢s posesi¨®n el Atl¨¦tico en todo el campeonato (69%) que en aquel primer partido del curso en el Ciutat de Valencia que acab¨® en empate a uno. Tras el choque, Simeone se quej¨® de la falta de profundidad del equipo para generar ocasiones de gol y desgran¨® parte de sus pensamientos al respecto: ¡°Jugamos como les gusta a los espa?oles, con mucha posesi¨®n, pero yo quiero tener menos la pelota y m¨¢s ocasiones¡±. A aquel primer encuentro le sucedi¨® una larga racha de victorias que dispararon al Atl¨¦tico a lo m¨¢s alto de la tabla siendo inferior en la tenencia de la pelota que sus rivales.

Sucede ¨²ltimamente que el respeto generado en los contrarios por la impactante marcha del equipo le aumenta el dominio en campo contrario y tambi¨¦n sobre el bal¨®n. Pocos equipos se han atrevido a presionar al Atl¨¦tico arriba, que no ha variado su intenci¨®n de tratar de resolver en los inicios de los encuentros con una anticipaci¨®n agresiva tras p¨¦rdida de bal¨®n para armar r¨¢pidas y cortas combinaciones. Pero ocurre tambi¨¦n que esa entrega de metros que le ceden le obliga a atacar m¨¢s contra defensas organizadas y a trabajar para mejorar en esa faceta. En sus ¨²ltimas tres victorias en Liga ante Sevilla (58%), Celta (55%) y Zaragoza (53%) tuvo m¨¢s la pelota que sus rivales. Incluso el empate a uno de Mallorca (un 62%) ya no le gener¨® a Simeone tanto descontento por la superioridad en tiempo con el bal¨®n ¡°porque creamos situaciones de gol¡±. ¡°El equipo resuelve mejor las situaciones¡±, admite el t¨¦cnico, que parece haber dado con un doble cambio, Tiago y Koke o Mario y Ra¨²l Garc¨ªa, seg¨²n las caracter¨ªsticas del contrario. ¡°Mario es m¨¢s organizativo con el bal¨®n y Tiago m¨¢s vertical. Ra¨²l Garc¨ªa tiene llegada y con Koke tenemos m¨¢s combinaci¨®n¡±, analiza el t¨¦cnico que no ve que ¡°hayamos alcanzado el techo. Para m¨ª, el equipo puede expresarse mejor, tener m¨¢s continuidad en el juego, puede y debe querer mejorar y, si quiere, lo va a lograr, porque los conozco y son chicos que cuando se proponen cosas compiten para lograrlas. Ojal¨¢ entendamos que todav¨ªa necesitamos seguir mejorando¡±.

¡°Jugamos como les gusta a los espa?oles, con mucha posesi¨®n, pero yo quiero tener menos la pelota y m¨¢s ocasiones¡± Diego Simeone

Con un bal¨®n bajo el brazo, enfundado en un plum¨ªfero y cubierto con un gorro, Simeone exclamaba ayer ¡°hay que precisar el pase para atacar¡±. Desde que lleg¨® de vacaciones, trabaja para aislar al grupo de su renovaci¨®n y de los rumores que apuntan a la salida de varios de sus puntales como Falcao, Arda o Courtois. Mientras, la entidad hace movimientos en el mercado para hacerle ver que le dar¨¢ un proyecto fiable y el Cholo sigue con su ¡°partido a partido¡± y la fe intacta en su idea: ¡°Tenemos que vivir del trabajo, del esfuerzo, del sentido de pertenencia y del talento del equipo. En el momento que nos salgamos de este pensamiento, nos vamos a distraer en cosas que nos har¨¢n mucho da?o¡±.