El Rayo se come al Betis

Se enfrentaban en Vallecas dos de las apuestas m¨¢s meritorias de la Liga. Con m¨¢s descaro que presupuesto, J¨¦mez y Mel ponen empe?o en gestionar con buen gusto el bal¨®n y buscar el gol desde el v¨¦rtigo. As¨ª se han colado en la fiesta de los puestos europeos cuando su traje parec¨ªa dise?ado para misiones m¨¢s modestas. El duelo directo entre las dos revelaciones del curso se lo llev¨® el Rayo por punter¨ªa y solvencia ante un Betis que camin¨® a contrapi¨¦ tras el gol de Piti a los tres minutos.

Con el ideario por encima de individualidades y una tropa cargada de reclutas que buscan sentirse ¨²tiles antes que importantes, franjirrojos y verdiblancos han acumulado suficiente renta y confianza en la primera vuelta como para amortizar deslices. Juegan cada envite como si fuera ¨²nico y no escatiman sudor ni ingenio. Pero mientras el Rayo demostr¨® haber ganado consistencia en su armaz¨®n, el Betis se present¨® destartalado por las bajas y con menos br¨ªo del que le hab¨ªa acreditado como el segundo mejor visitante de la primera vuelta.

El mano a mano dur¨® un suspiro. Antes de ponerse a interpretar el guion, un rel¨¢mpago alter¨® el marcador. Apenas se hab¨ªan disputado tres minutos de partido cuando Trashorras filtr¨® un bal¨®n entre las l¨ªneas rivales para la zancada de Delibasic. Desamparado ante el delantero montenegrino, el guardameta del Betis fue incapaz de achicar agua. Adri¨¢n arroll¨® en el ¨¢rea al punta en una salida tan insensata como desmedida y el penalti lo transform¨® con solvencia Piti. El capit¨¢n rayista, que en los proleg¨®menos del encuentro hab¨ªa sido homenajeado por sus 200 partidos como franjirrojo, acaparaba as¨ª cinco de los ¨²ltimos nueve goles de su equipo y se convert¨ªa en el centrocampista m¨¢s goleador de Primera con 10 dianas. Un paso adelante tras la lesi¨®n de Leo Baptistao que muestra el esp¨ªritu gremial del Rayo.

Con cuajo, los locales administraron el resultado incitando a su rival a desmelenarse. Pero el acusado sentido del orden lastr¨® la ambici¨®n del Betis. Ni Be?at encontraba la br¨²jula, ni Campbell el desborde. Solo Rub¨¦n Castro alborotaba en la frontera del fuera de juego, pero sin suministro para clavar el aguij¨®n. Una genialidad de Trashorras estuvo a punto de resolver la contienda, pero su zapatazo se estrell¨® en la cruceta de la porter¨ªa de Adri¨¢n estirando el misterio hasta el segundo tiempo.

El Rayo caminaba con garbo y el Betis destemplado. Javi Fuego y Trashorras eran los due?os de la sala de m¨¢quinas y no tardaron los de J¨¦mez en asegurar el bot¨ªn. Chori Castro prolong¨® de tac¨®n un bal¨®n an¨®nimo que cay¨® en los pies de Casado. La rosca con la izquierda, tan acad¨¦mica como bienintencionada, la descolg¨® Delibasic con un cabezazo inabarcable para Adri¨¢n. El golpe hizo bajar definitivamente los brazos al Betis. Los cambios, lejos de ser un revulsivo se convirtieron en un tr¨¢mite que J¨¦mez aprovech¨® para rendir tributo a Piti. Jos¨¦ Carlos aprovech¨® con ganas sus minutos y redonde¨® la fiesta en Vallecas. Una goleada que le mete moment¨¢neamente en la feria de los puestos europeos.