Un pelot¨®n refugiado en el pasado

Hijos del sistema, piezas del sistema, confrontados con su pasado oculto y poco glorioso, los ciclistas que declararon reforzaron con sus negaciones al mismo sistema que ha colocado al ciclismo al borde del precipicio.

En una ciega huida hacia adelante ¡ªnegaron hasta lo indecible cualquier asomo de v¨ªnculo pecaminoso con el principal acusado, Eufemiano Fuentes¡ª, acabaron refugi¨¢ndose en el pasado. Desaprovecharon as¨ª la oportunidad de pasar p¨¢gina de unos tiempos que regresan siempre al ciclismo como una venganza contra el presente. Hist¨®ricos de comienzos de siglo como Joseba Beloki (dos podios en el Tour), David Etxebarria (ganador de etapas en el Tour), Unai Osa (podio en un Giro) e Isidro Nozal (segundo en una Vuelta) fueron convocados, a su pesar (as¨ª lo reconoci¨® Beloki), para testificar por parte de la acusaci¨®n, declararon con el miedo en el cuerpo propio de los acusados y, amparados detr¨¢s de las c¨¢maras de las videoconferencias, sus respuestas fueron las que quer¨ªan o¨ªr, sobre todo, las defensas.

Curiosamente, todos consiguieron sus mejores resultados antes de que comenzara su presunta vinculaci¨®n con los m¨¦todos de Fuentes, antes, al menos, de que pueda probarse con documentos. La Operaci¨®n Puerto supuso el fin o la extrema degradaci¨®n de su carrera. Un quinto testigo citado, ?ngel Vicioso, a¨²n en activo en el Katusha, no declar¨® amparado en una lumbalgia s¨²bita debidamente certificada. Ha sido convocado de nuevo el d¨ªa 22, junto a Alberto Contador y Marcos Serrano, con quienes comparti¨® equipo en el Liberty de Manolo Saiz en 2005 y 2006.

Queriendo proteger su reputaci¨®n, su prestigio, su historial ¡ª¡°impoluto¡±, recalc¨® Beloki¡ª acabaron protegiendo el de los acusados, el m¨¦dico Fuentes y su hermana, tambi¨¦n m¨¦dica, Yolanda, y los directores Ignacio Labarta y Vicente Belda (del Kelme) y Manolo Saiz (del Liberty), a quienes se juzga por un presunto delito contra salud. Sin embargo, a los ciclistas se les habl¨® de dopaje, y ellos, bajo juramento, hablaron de la luna de Valencia. Los acusados, claro, estaban felices, re¨ªan, bromeaban. La tercera semana fluye suave y pl¨¢cida para ellos. Para algunos abogados tambi¨¦n. Por ejemplo, para Juli¨¢n P¨¦rez Templado, quien tras dejar de defender a Fuentes de mutuo acuerdo con su cliente, sigue en el banco como defensor de Belda y Labarta y no ha tenido que hacer ni una pregunta a los testigos.

A estos se les ense?aron los documentos incautados en los registros de los domicilios de Fuentes y Labarta en los que figuran registrados, manuscritos signos y s¨ªmbolos, sus supuestos planes de dopaje (el de Beloki con su n¨²mero de tel¨¦fono incluido) sobre los calendarios. Todos ellos, los cuatro, mostraron su ignorancia: ninguno fue capaz de descifrar los s¨ªmbolos que, seg¨²n otros testigos y la Guardia Civil hacen referencia a dosis y tipos de EPO, hormona de crecimiento, factores de crecimiento, anabolizantes, hormona de la menopausia, extracciones y reinfusiones de sangre... Todos ellos, productos y m¨¦todos incluidos en la lista de sustancias prohibidas por las normas antidopaje.

A Nozal le ¡°daba cosa¡± mirar la sangre y Beloki se mare¨® cuando se la sacaron para un an¨¢lisis

Isidro Nozal, que acab¨® su carrera por un positivo en 2009, re?ido con el mundo y harto del ciclismo, conduce ahora un cami¨®n y, en cierta forma, reniega del pasado. Lo expres¨® ayer con repetidos monos¨ªlabos en forma de noes que a veces surg¨ªan como gru?idos de su boca. Admiti¨®, al menos, que Fuentes le trataba y que le extrajo sangre en tres ocasiones entre marzo y mayo de 2005. Neg¨®, sin embargo, que le fuera reinfundida: ¡°Me dec¨ªa que me la extra¨ªa para anal¨ªticas. Yo no sab¨ªa cu¨¢nto me sacaba. Me daba cosa mirar la sangre¡±.

Beloki y Etxebarria, que siguen ligados activamente al mundo del ciclismo (el segundo como director del equipo amateur Baqu¨¦), negaron haber tenido tratos siquiera con Fuentes, y convirtieron sus desafiantes declaraciones en alegatos contra la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI) y la federaci¨®n espa?ola, quienes, afirmaron, les prejuzgaron, les incluyeron en su lista negra y no les permitieron defenderse. Beloki, el m¨¢s pugnaz, hizo las delicias del abogado de Fuentes, quien al lado de tanto diablo como la UCI y dem¨¢s parec¨ªa la madre Teresa de Las Palmas, al declarar c¨®mo se mare¨® ¡ª ¡°me ca¨ª patas arriba¡±¡ª cuando un ¡°vampiro¡± de la UCI le extrajo una vez un frasquito de sangre para un an¨¢lisis.

Unai Osa, que vende coches y es el ¨²nico de los cuatro que no corr¨ªa en el Liberty los a?os en que se document¨® sus relaciones presuntas con Fuentes ¡ªde 2002 a 2005, cuando corr¨ªa en el Banesto y en el Illes Balears¡ª, seguramente no habr¨ªa reconocido a su madre si le hubieran mostrado su foto durante su declaraci¨®n. Al menos ni admiti¨® haber trabajado con Labarta, quien realizaba sus inocentes planes de entrenamiento, y ni siquiera quiso reconocer que reconoc¨ªa esos planes cuando se los mostraron.