Clemencia a la holandesa
La federaci¨®n ofrece una suspensi¨®n de solo seis meses a los ciclistas que confiesen que se doparon antes de 2008 y les garantiza que no ser¨¢n despedidos y cobrar¨¢n su salario
Las cosas se mueven en el ciclismo fuera de Espa?a, donde el juicio de la Operaci¨®n Puerto conduce a la frustraci¨®n a quienes cre¨ªan que saldr¨ªa a la luz la verdad de los a?os oscuros. Equipos, organismos, federaciones quieren saber la verdad y se la est¨¢n preguntando a los ciclistas. El pasado reciente del ciclismo, las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, son, en cierta manera, as¨ª vienen a decir los hechos que d¨ªa a d¨ªa se van conociendo, un pozo negro que sigue emponzo?ando el presente. Solo aclar¨¢ndolo, limpi¨¢ndolo ¡ªextrayendo todo el pus, como alg¨²n t¨¦cnico espa?ol ha se?alado¡ª, se podr¨¢ creer en el futuro, dicen.
Son preguntas que se hacen a los ciclistas del pelot¨®n en todas partes, tambi¨¦n a los espa?oles sospechosos y testigos de la Operaci¨®n Puerto, que se cierran en banda, que niegan en redondo, por miedo a las consecuencias. En informes de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) se refleja este problema: no se puede pedir a nadie que diga una verdad que le pude dejar sin trabajo, sin ingresos y denigrado socialmente; hay que buscar f¨®rmulas para que las comisiones de la verdad que se formen cuenten con testimonios importantes. Lo dec¨ªan en la AMA refiri¨¦ndose al programa del equipo Sky o al de la federaci¨®n australiana, que supusieron la expulsi¨®n de varios t¨¦cnicos, y la consecuente mudez de todos los corredores. En Estados Unidos, su agencia antidopaje (USADA) solucion¨® el problema ofreciendo a los que hablaran una sanci¨®n encubierta y pr¨¢cticamente secreta de seis meses, pero con una sola condici¨®n, que lo que dijeran sirviera para condenar a Lance Armstrong. Sin embargo, parte de ese modelo, traducido en un llamado ¡°r¨¦gimen de clemencia¡±, ha sido copiado por la llamada comisi¨®n de la verdad (la Comisi¨®n Sorgdrager, por la exministra de Justicia que la preside) puesta en marcha por la Federaci¨®n Holandesa de Ciclismo, que ha llamado a responder un cuestionario a todas las personas que militen o trabajen en los tres equipos ProTour (Blanco, Vacansoleil y Argos) sobre lo que han hecho o saben de dopaje desde 1993 hasta ahora.
El cuestionario deber¨¢n firmarlo todos los corredores, directores y auxiliares de los equipos, incluidos los espa?oles G¨¢rate, Luis Le¨®n S¨¢nchez, Valls y Flecha
El plazo para responderlo acaba el 31 de marzo y las preguntas son: ?Se ha dopado usted alguna vez? ?Con qu¨¦? ?D¨®nde? ?Cu¨¢ndo? ?Se lo dio el equipo? ?Ha traficado con sustancias dopantes? ?Cu¨¢les? ?Cu¨¢ndo? ?Sabe algo de alguien que nos gustar¨ªa saber a nosotros?
En documentos anexos, figura la lista de premios o castigos por ser buenos chicos o malos mentirosos.
Si lo que confiesan es anterior a 2008, les prometen, conjuntamente con la agencia antidopaje holandesa, que su equipo simplemente les suspender¨¢ seis meses, pero que mantendr¨¢n su contrato, no ser¨¢n despedidos y seguir¨¢n cobrando su salario, aunque se les descontar¨¢ tres meses como multa. Es la llamada clemencia, compa?era necesaria de la verdad. Ahora bien, si mienten y se descubre de alguna manera que se doparon, no solos eran despedidos inmediatamente de sus equipos, sino que ser¨¢n sancionados dos a?os por dopaje. Otro precio que se les solicita, aparte de la verdad, es su colaboraci¨®n plena con las exigencias de la Comisi¨®n Sorgdrager para esclarecer el pasado y para denunciar a las personas que colaboraron en su dopaje. El cuestionario deber¨¢n firmarlo, aun cuando lo dejen en blanco, todos los corredores, directores y auxiliares de los equipos, incluidos aquellos que no sean holandeses, entre ellos los espa?oles G¨¢rate, Luis Le¨®n S¨¢nchez, Valls y Flecha.
Esta clemencia, sin embargo, no se tendr¨¢ ni con los m¨¦dicos de los equipos que confiesen ni con aquellos ciclistas o directores cuyos problemas con el dopaje sean posteriores al 1 de enero de 2008. Sobre ellos caer¨¢ todo el peso de la ira, el despido, la sanci¨®n.
El ¨¦xito de la propuesta, de la v¨ªa holandesa, se conocer¨¢ r¨¢pidamente, pues otro de los compromisos que aceptan los que confiesen es que su nombre se har¨¢ p¨²blico. Se supone que solo a partir de entonces, otros pa¨ªses, como Espa?a o Italia, con un pasado turbulento, podr¨¢n seguir el ejemplo.
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