El Bar?a de Messi venga al de Cruyff

Al cat¨¢logo de jornadas memorables del Barcelona, santo y se?a del buen gusto por el f¨²tbol, le faltaba una remontada como signo de rebeld¨ªa y arrebato, se?al inequ¨ªvoca de su resistencia a claudicar, y menos por culpa suya despu¨¦s del fiasco de San Siro. Se tom¨® cumplida revancha del encuentro de ida y, si se quiere, una vez puesto a celebrar un triunfo hist¨®rico, del 4-0 de la final de Atenas de 1994. No ser¨¢ el Milan quien cante el r¨¦quiem al Barcelona de Messi, mitad coloso, mitad guerrero, a veces est¨¦tico y en otras ¨¦pico, siempre presente en una noche plet¨®rica.

Las mejores victorias acostumbran a llegar despu¨¦s de las derrotas m¨¢s dolorosas, sobre todo en los grandes equipos, aquellos que marcan ¨¦poca y defienden su jerarqu¨ªa en los momentos m¨¢s exigentes, como el Barcelona de Messi, excelso la noche en que se cuestionaba su reinado. El mismo equipo que presumi¨® de despojar al Bar?a de su p¨²rpura sufri¨® un cruel y merecido castigo. No se juega con el Bar?a. Todav¨ªa quedan clases en el f¨²tbol, y los azulgrana son mejor equipo que el Milan, sobre todo mientras tengan a su cuarteto de medios y a Messi.

El 10 acab¨® con una de las mejores organizaciones defensivas del mundo como es la italiana. No hay cerrojo que se resista al pie de Messi. El catenaccio cedi¨® ante la mejor versi¨®n del omnipresente delantero argentino. La suya es una dictadura consentida, por agradecida y amable, anoche m¨¢s dulce que nunca. Alrededor del 10, el Bar?a edific¨® un partido majestuoso, muy bien gestionado tanto desde el punto de vista emocional como t¨¢ctico, jugado con la cabeza y los pies, bien visto por los t¨¦cnicos y los jugadores, jaleado por una entusiasta hinchada.

Apret¨® ya de salida el Barcelona con una alineaci¨®n valiente y flexible, sobre todo por la versatilidad de Alves, ayer m¨¢s extremo que lateral, justamente el papel contrario que Alba, tercer zaguero de un equipo desplegado a partir del 3-4-3. Iban y ven¨ªan los azulgrana sin parar, intensos y agresivos con el bal¨®n, excelentes en la recuperaci¨®n, imposibles de defender por el Milan. Al cuarto de hora ya hab¨ªan contado un gol de Messi, una ocasi¨®n de Pedro que muy bien pudo ser penalti de Abate y dos intervenciones excelentes de Abbiati a tiros de Iniesta y Xavi.

Extraordinario en la presi¨®n, el Bar?a jugaba en el campo del Milan. Acortada la cancha, el ataque y gol era constante, como si se jugara el final del partido y no el comienzo, encarado el equipo entero hacia la porter¨ªa de Abbiati. Los ataques eran r¨¢pidos, los remates selectivos y las ocasiones suficientes para igualar el marcador de San Siro. El partido pertenec¨ªa a los medios: Iniesta, Xavi, Busquets y Messi, anoche m¨¢s 10 que nunca, porque Pedro y Alves abr¨ªan el campo por las bandas y Villa ejerc¨ªa de 9. Los goles refrendaron la jerarqu¨ªa sobre todo de Busquets y Messi.

Ambos armaron el 1-0 con la ayuda de Xavi: el pase filtrado del medio centro para romper el muro italiano, el toque sutil del volante y la rosca a la escuadra del 10. Y el 2-0 lleg¨® despu¨¦s de un robo de Iniesta, igualmente clarividente en la apertura para Messi. Ning¨²n jugador en el mundo tiene las caderas del 10. El centro de gravedad le permite regatear y quebrar a los defensas y retratar a los porteros sin tocar el bal¨®n. Ya no se le resisten ni los equipos italianos. Muy poco tuvo que decir el Milan salvo un tiro al palo de Niang en un mano a mano con Vald¨¦s.

La jugada expres¨® las disfunciones de la zaga del Bar?a. Los dos laterales profundizan sin atender que los centrales se quedan en situaciones de uno contra uno con los delanteros. As¨ª, Alba lleg¨® hasta la l¨ªnea de fondo rossonera, puso un mal centro y en la vuelta de la jugada, Mascherano se comi¨® el rechace y permiti¨® la oportunidad de Niang. Esquiva en Mil¨¢n, la fortuna estuvo ayer de parte del Bar?a porque el ¨¢rbitro pas¨® por alto unas manos de Piqu¨¦ y acto seguido Messi puso el 2-0. Alcanzado el descanso, igualada la ronda, quedaba media parte para rematar la fiesta.

La Pulga acab¨® con una de las mejores organizaciones defensivas del mundo

Empezaba un nuevo partido en el Camp Nou. Al Barcelona le conven¨ªa medir el riesgo, tirar la l¨ªnea de cuatro defensas y al Milan no le quedaba m¨¢s remedio que adelantar la l¨ªnea de presi¨®n, buscar el campo del Bar?a. El tanteo se acab¨® a los diez minutos, despu¨¦s de un par de achuchones de los chicos de Allegri y dos faltas a Messi, cuando volvi¨® a funcionar la l¨ªnea de recuperaci¨®n barcelonista: anticip¨® bien Mascherano y Villa col¨® un zurdazo espectacular a pase de Xavi para poner el 3-0. Tuvo una el Guaje y la meti¨® para participar de la gloria como le corresponde a un campe¨®n del mundo.

Quedaba por gestionar media hora larga para celebrar la ansiada victoria en la Champions. Fue un rato largo y sufrido, como corresponde a un torneo como el europeo, necesario para que el triunfo tenga el mayor de los impactos. El partido se debati¨® entonces entre el cuarto gol del Barcelona y sobre todo el primero del Milan que le hubiera dado la clasificaci¨®n, ya con Bojan jugando contra Vald¨¦s. Apretaron los aficionados, se entregaron los jugadores y acert¨® el entrenador con la rueda de cambios. Puesto el encuentro del rev¨¦s, acab¨® por decidir un contragolpe armado por Messi, conducido por Alexis y rematado por Alba.

El conjunto azulgrana sufri¨® largo rato para gestionar al final el marcador

Achicando el bal¨®n m¨¢s que jug¨¢ndolo, lleg¨® el 4-0, el punto final de un partido que quedar¨¢ para el recuerdo porque el remonte fue protagonizado por los mismos jugadores que han resuelto la mayor¨ªa de partidos desde la iniciativa y el buen gobierno: Messi y el cuarteto de centrocampistas manejados por Busquets dirigieron una actuaci¨®n completa y redonda. Ya se sabe que la inspiraci¨®n viene trabajando, y ayer el Bar?a fue m¨¢s m¨¢gico que nunca desde laboro. No hay nada mejor para recuperar la moral que una noche de Champions como la vivida ayer en el Camp Nou.