El Bar?a resiste la tortura griega

Lleg¨® un momento en que el Palau Blaugrana pareci¨® un cuadril¨¢tero en el que dos p¨²giles tocad¨ªsimos, actuando por inercia, lanzando golpes al aire, boqueando para encontrar una brizna de aire, el ¨²ltimo resuello, iban a desvanecerse. Vali¨® en definitiva el triple de Navarro a dos minutos para el final de la pr¨®rroga. Puso el 72-70 en el marcador y le dio al Barcelona una victoria ante el Panathinaikos que vale su peso en oro, m¨¢s teniendo en cuenta c¨®mo se las gastan los griegos en su cancha de Atenas. Pero eso queda lejos porque todav¨ªa le aguarda al Barcelona un nuevo examen en el Palau Blaugrana. Y visto lo que sucedi¨® en el primer embate, ma?ana se prev¨¦ otro escollo de consideraci¨®n.

Tras ese triple de Navarro, fallaron tiros libres Sada, Gist y Tomic, que se resarci¨® poni¨¦ndole un tap¨®n al propio Gist y atrapando el rebote vital del ¨²ltimo tiro libre fallado por los griegos a prop¨®sito cuando solo faltaban dos segundos y su ¨²nica esperanza era una canasta de dos o un triple. No les alcanzaba con un tiro libre. Las dos acciones de Tomic concluyeron con la tortura que supuso para el Barcelona la propuesta del Panathinaikos, con una defensa que se le atragant¨® y unos ataques milimetrados, tacticistas, sin una sola concesi¨®n.

Ni estaba Obradovic al mando de las operaciones, ni una quinta parte de la plantilla del tr¨¦bol que fundi¨® el Palau Blaugrana hace dos a?os, pero el Panathinaikos intimid¨® tanto o m¨¢s que entonces. Se marc¨® un inicio de partido que anonad¨® al Barcelona Regal. Volvi¨® el yo-y¨® duermevela, hipnotizante de Diamantidis, complementado con los picotazos de Maciulis y Ukic, la versatilidad de Tsartsaris y Gist y el cicl¨®peo basti¨®n bajo los aros que constituye Schortsanitis.

El Barcelona, que a primera hora de la ma?ana continu¨® perdiendo bazas con la repentina baja de Abrines, a?adida a las de Rabaseda, Mickeal y Todorovic, se qued¨® seco en el primer galope. Mejor puesto, m¨¢s r¨¢pido de manos, con una defensa que recuper¨® su t¨¢ctica de hace dos a?os, flotando a Sada y centr¨¢ndose en el marcaje a Navarro, el Panathinaikos sac¨® una renta impresionante: 2-14, 9-21, parciales tan contundentes que amenazaron con dejar muy tocadas las posibilidades del Barcelona. Cundi¨® el nerviosismo en las filas del equipo azulgrana, que reiter¨® las malas circulaciones de bal¨®n y las p¨¦rdidas.

La aparici¨®n de Jasikevicius, los triples seguidos de Navarro y Marcelinho, los balones interiores que aprovecharon Jawai y Tomic, voltearon el marcador en el segundo cuarto. Pedoulakis, el entrenador del Panathinaikos, dio cuerda a su segunda unidad, y concedi¨® un descanso a Diamantidis. Su equipo dio la sensaci¨®n de depender en exceso de Diamantidis. El Barcelona remont¨®: 32-28.

Diamantidis, Gist y Lasme intimidaron en el Palau Blaugrana tanto o m¨¢s que hace dos a?os

El Panathinaikos volvi¨® a dar un tir¨®n de la mano de sus bazas menos espectaculares. Tras la estampa de Schortsanitis, surgieron Lasme, un p¨ªvot de Gab¨®n con fugaz paso por la NBA y el Obradoiro, y Gist, el ala-p¨ªvot que empez¨® esta campa?a en las filas del Unicaja. Gist aprovech¨® el mal d¨ªa de Lorbek, que se qued¨® a cero.

El Panathinaikos volvi¨® a coger vuelo: 36-44. El m¨¦rito del Barcelona para rehacerse por segunda vez de semejante socav¨®n fue enorme. Lo logr¨® de la mano de un Sada enorme. Se aplic¨® en la dif¨ªcil labor de zapa sobre Diamantidis y aprovech¨® su habilidad en las penetraciones. Entre Sada, Jasikevicius, Tomic y Navarro, abatieron al Panathinaikos, un equipo tan cori¨¢ceo que necesita varios verdugos.