Perd¨®n y castigo para el Athletic
Errores clamorosos en el remate evitan que el equipo vasco certifique la permanencia
Dijo que ten¨ªa una cuenta pendiente y empieza a pagarla. Iago Aspas cruz¨® un remate a la red, se llev¨® la mano al escudo que defiende desde que echaba los dientes y sinti¨® que hab¨ªa empezado a liquidar la deuda que contrajo en Riazor, aquella noche que clav¨® su frente sobre la de Marchena. Su gol supuso para el Celta su s¨¦ptimo punto de nueve posibles, una muesca m¨¢s en el complicado camino de la salvaci¨®n. Supone tambi¨¦n que el Athletic tenga que seguir remando porque 38 puntos no le llegan para tocar la meta. La roz¨®, pero se le escap¨®. Perdon¨® de manera tan pertinaz que resultaba obvio que el canon se iba a cumplir, que habr¨ªa castigo. Y lo hubo.
CELTA, 1; ATHLETIC, 1
Celta: Javi Varas; Jonny, Jonathan Vila, T¨²?ez, Bellv¨ªs; Borja Oubi?a, Madinda; Augusto (Toni, m. 76), ?lex L¨®pez (Orellana, m. 61), Krohn-Dehli (Bermejo, m. 67); y Iago Aspas. No utilizados: Rub¨¦n Blanco, Demidov, Pranjic y De Lucas.
Athletic: Iraizoz; Iraola, Ekiza, San Jos¨¦, Aurtenetxe; Iturraspe (Ibai, m. 58), Gurpegi, De Marcos; Susaeta, Aduriz (Llorente, m. 76) y Muniain. No utilizados: Ra¨²l, Ramalho, Castillo, Toquero e Ismael L¨®pez.
?rbitro: Velasco Carballo. Amonest¨® a Jonathan Vila, Gurpegi, Iraola, Aurtenetxe y De Marcos
Goles: 0-1. M. 42. De Marcos. 1-1. M. 83. Iago Aspas.
Incidencias: 24.824 espectadores en Bala¨ªdos.
El f¨²tbol se decanta en un suspiro, es como una met¨¢fora de la vida. Un parpadeo a destiempo y todo cambia, todo el esfuerzo acumulado se derrumba. Por eso tantos entrenadores se desvelan por la solidez, uno de esos valores no muy tangibles, pero al que se identifica como la p¨®cima del ¨¦xito. A Vigo lleg¨® Abel Resino para ayudar al Celta a encontrarla, para que aquel equipo alegre y productivo ante el ¨¢rea rival consiguiera cerrar la propia. A veces es una cuesti¨®n m¨¢s de sensaciones que de realidades porque el Celta ha encajado menos goles en lo que va de Liga que Valencia, Betis, Rayo, Getafe o Sevilla, equipos que pelean por entrar en Europa, menos, desde luego, que el tan vistoso como poroso Athletic. Pero hay algo en la escuadra celeste que remite a la blandura. Por eso lament¨® durante minutos un gol que lleg¨® justo cuando su rival estaba en problemas, gestado en uno de esos momentos que da?an: justo antes del descanso. Fue un centelleo, cuatro toques para un gol que fue pura geometr¨ªa, un tiral¨ªneas a la espalda del central Jonathan Vila para que rematara De Marcos a la red, pero tambi¨¦n una clamorosa desatenci¨®n del Celta.
El Athletic, que comenz¨® mand¨®n, pronto pas¨® a sometido. Entr¨® mejor en el partido, amparado en el toque, en los apoyos, con jerarqu¨ªa, bien construido a partir de Gurpegi, que desplaz¨® a Iturraspe a posiciones de interior para suplir la ausencia del sancionado Herrera. Fueron ellos quienes dirigieron una presi¨®n que incomod¨® al Celta, hu¨¦rfano de bal¨®n, bloqueado y, sobre todo, desconectado de ?lex L¨®pez y Iago Aspas, sus futbolistas m¨¢s talentosos. Fue en ese inicio cuando evidenci¨® otro de los defectos del Celta, su displicencia para defender las acciones a bal¨®n parado. As¨ª pudo marcar San Jos¨¦ tras un saque de esquina que estrell¨® con un testarazo en el larguero.
Pero los caminos del gol se le cerraron al Athletic en cuanto Aspas comenz¨® a mostrarse. Pidi¨® la pelota al piso y, en cuanto se la dieron, San Jos¨¦ y Ekiza comenzaron a sufrir. Con Aspas lleg¨® ?lex L¨®pez, en lo combinativo y en lo estrat¨¦gico. Olfate¨® dos goles el mediapunta del Celta, pero sobre todo ayud¨® a que su equipo tuviera salidas, nada sencillo en unos minutos en los que hasta siete compa?eros jugaban por detr¨¢s de la pelota.
El Athletic palideci¨® y alert¨® entonces que la clasificaci¨®n pocas veces miente. Equipo agradable de ver, atraviesa raptos de decaimiento. Se rebela a base de f¨²tbol. As¨ª respondi¨® a los embates del Celta. Primero explot¨® sus errores, luego los gener¨®. Y err¨® de manera incre¨ªble ante la meta. Dos veces lo hizo Aduriz. Lo hizo Ibai tambi¨¦n en otra dadivosa llegada, ox¨ªgeno para el arre¨®n final del Celta, ya sin la sutileza de ?lex L¨®pez, pero con el aguij¨®n de Bermejo. El c¨¢ntabro tuvo el empate en un remate de cabeza. Se desat¨® el Celta y el Athletic desapareci¨®, mustio, en el recuerdo de esos goles que trabaj¨® y no marc¨®.
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