La quimera de Sharapova

Se despliega la alfombra roja. Desfila sobre ella Serena, remolona a primera hora de la ma?ana, una bestia durmiente que se despereza y ense?a las garras conforme el term¨®metro de la Caja M¨¢gica alcanza temperatura y su rival le exige. Entra al trapo en el primer set, un vaiv¨¦n de breaks y caos, pero no admite respuesta en la segunda manga y tumba a la gladiadora Errani (7-5 y 6-2). Una exhibici¨®n de poder. Nada de sobresaltos. Es la reina y as¨ª lo manifiesta despu¨¦s, con un razonamiento minimalista, embutida en una camiseta turquesa que contrasta con su piel de ¨¦bano. ¡°Me encanta ser la n¨²mero uno. En mi coraz¨®n siento que soy la n¨²mero uno, pero tambi¨¦n me encanta ganar torneos. As¨ª que es sencillo: si gano el m¨¢ximo n¨²mero de torneos ser¨¦ la n¨²mero uno¡±.

Defiende su corona la estadounidense en Madrid. Y aspira a derrocarle Sharapova. Pide cita la rusa en la final tras batir a Ivanovic (6-4 y 6-3) despu¨¦s de un hermoso intercambio entre ambas desde el fondo de la pista. Puro v¨¦rtigo. Firma su victoria 500 en el circuito de la WTA y lanza besos a la grada. Como Serena, sabe alimentar el show. ¡°?500? No me gusta pensar en ello. Me hace sentir mayor¡±, dice Shazza, de 26 a?os. Cinco menos que Williams, la jugadora m¨¢s veterana en ostentar el cetro de la WTA. Lo alcanz¨® el pasado mes de febrero, despu¨¦s de haber descendido a los infiernos como consecuencia de una embolia pulmonar. Exigentes sesiones de entrenamiento en el agua le devolvieron a la cima.

Me encanta ser la n¨²mero uno. En mi coraz¨®n siento que soy la n¨²mero uno, pero tambi¨¦n me encanta ganar torneos" Serena Williams

Le reta ahora Sharapova, que contabiliza 21 triunfos consecutivos sobre arcilla y ha levantado esta temporada los cetros de Indian Wells y Stuttgart. En Madrid no ha cedido un solo set. Ya no es la ¡°vaca sobre hielo¡± que patinaba sobre tierra y cotizaba solo en la hierba y superficies r¨¢pidas. Se mueve con desparpajo sobre la arena. ¡°Nunca hab¨ªa alcanzado este nivel¡±, admite. En la poderosa derecha de Serena, sin embargo, se oculta una quimera para ella. En 14 enfrentamientos, la norteamericana le ha doblegado en 12. Un abismo. 11 derrotas consecutivas. La ¨²ltima, en Miami, hace poco m¨¢s de un mes. No le derriba desde 2004, cuando lo hizo dos veces. La temporada pasada, Serena le someti¨® en los cuartos de final de Madrid, sobre tierra azul, para luego alzar el t¨ªtulo. En su otro pulso sobre arcilla, en Charleston (2008), tambi¨¦n sali¨® escaldada la rusa.

¡°Tengo ganas de que llegue el partido. He jugado todo el torneo contra especialistas. Todas eran m¨¢s peque?as que yo¡±, matiza Serena. Al trantr¨¢n todo el torneo, hoy afronta un cara o cruz por salvaguardar su reinado ante la amenaza rusa. Es la batalla por el n¨²mero uno.