¡°Querer el bal¨®n es tener el valor de hacerlo tuyo¡±
?liver Torres, enganche del Atl¨¦tico, goza del estilo m¨¢s pausado de la selecci¨®n: "Aqu¨ª vuelvo a mis or¨ªgenes"
Es el primer d¨ªa de concentraci¨®n de la selecci¨®n espa?ola sub-20 y a ?liver Torres (Navalmoral de la Mata, C¨¢ceres; 18 a?os) le toman las medidas del traje oficial. Es oscuro, de corte moderno, y lo complementan una camisa blanca y una fina corbata negra. El pelo a lo british pople da aires de estrella de rock precoz. Pero mientras habla no para de pasarse una pelota de pie a pie bajo la mesa. Es futbolista, jug¨®n y juguet¨®n. Uno de los m¨¢s prometedores.
¡°El bal¨®n es fundamental para m¨ª¡±, dice, ¡°intento disfrutarlo. Si me falta, no me siento c¨®modo. Espa?a, junto al Bar?a, es la m¨¢xima potencia en posesi¨®n de bal¨®n. Aqu¨ª vuelvo a mis or¨ªgenes, pero aporto esa chispa explosiva y esa verticalidad que me han dado en el Atl¨¦tico. Antes era demasiado horizontal¡±.
En algunas acciones del primer partido ante Estados Unidos (4-1) hizo esa verticalizaci¨®n para buscar a Jes¨¦ y Deulofeu. ¡°Jes¨¦¡±, dice, ¡°es muy bueno en los espacios y definiendo. Y Deulofeu, puff¡ No sabes por d¨®nde va a salir. Arranca, se frena, arranca¡ Si fuera lateral me volver¨ªa loco¡±, dice sobre sus dos compa?eros. El debut ante Estados Unidos dej¨® la inc¨®gnita sobre si esta selecci¨®n vivir¨¢ de la contra o buscar¨¢ imponerse hoy (20.00, La Sexta) a la musculosa Ghana desde una posesi¨®n m¨¢s abundante y precisa.
Quiero ser futbolista por la alegr¨ªa que conlleva y para quitar a mi madre de limpiar¡±
?liver tiene querencia por ir a buscar la pelota y ofrecerse continuamente. Acepta que puede ser un defecto a corregir, pero tambi¨¦n lo ve como su forma de ver el f¨²tbol: ¡°Casi todos los t¨¦cnicos me dec¨ªan que esperara mi momento para recibir, pero querer el bal¨®n no es malo, es tener el valor de querer hacerlo tuyo y luego combinar, soy un futbolista asociativo¡±. Nada que ver ya con aquel renacuajo que en el pueblo ¡ª¡°me dec¨ªan el chup¨®n¡±¡ª sorteaba rivales con la misma facilidad que el protagonista de la serie de dibujos animados, ?liver y Benji, que le bautiz¨®. ¡°Mis padres quer¨ªan llamarme Hugo, pero mi hermano se empe?¨® en ?liver por los dibujos. Tengo todos los cap¨ªtulos guardados¡±.
Tener fantas¨ªa de futbolista de personaje de manga le supuso alg¨²n que otro aprendizaje. ¡°Siendo peque?ito, ganando 4-0, me qued¨¦ solo con el portero, pero esper¨¦ a que viniera un defensa. Le hice una marsellesa a lo Zidane, pero luego se me fue el remate por encima y me gritaron tonto. Al rival hay que respetarlo¡±. Oli explica su evoluci¨®n a trav¨¦s de sus referentes: ¡°Primero me qued¨¦ con la magia de Ronaldinho y ahora con Iniesta y Xavi y el sacrificio de Gabi, que es un ejemplo¡±.
Aupado hasta el primer equipo del Atl¨¦tico, Simeone ha dosificado sus apariciones bajo la premisa de no quemarle mientras adapta su cuerpo a las exigencias del f¨²tbol profesional. ¡°Me han trabajado bien¡±, dice el chico. ¡°Ya encaro y no me tiran, ahora s¨ª me voy de los rivales. Al principio, chocaba y me ca¨ªa. Para jugar en Primera hay que ser fuerte¡±.
La media docena de partidos que ha disputado han sido suficientes para que la afici¨®n del Manzanares presienta que est¨¢ ante un jugador especial. Y tambi¨¦n para que ya forme parte de ese m¨¦todo de financiaci¨®n que ha encontrado el Atl¨¦tico para afrontar sus presupuestos. El 20% de sus derechos sobre un futuro traspaso pertenecen a un fondo de inversi¨®n asesorado por Jorge Mendes. Su cl¨¢usula de rescisi¨®n es de 26 millones de euros. Es un juvenil con el envoltorio de un jugador profesional que no oculta su gran objetivo. Mientras lo desvela, sus ojos se humedecen y se emociona: ¡°Quiero ser futbolista por la alegr¨ªa que conlleva, pero tambi¨¦n por quitar de trabajar a mi madre. Lleva casi toda su vida levant¨¢ndose a las cuatro de la ma?ana para limpiar portales. ?Por qu¨¦ no decirlo? A veces, por los esfuerzos que hac¨ªa para ir a verme a Barcelona, nos costaba llegar a fin de mes. Soy un privilegiado por la oportunidad que tengo y har¨¦ todo lo posible por no desaprovecharla¡±.
Ya encaro y no me tiran, ahora s¨ª me voy de los rivales. Al principio, chocaba y me ca¨ªa
A Barcelona se fue con 12 a?os para jugar en la Fundaci¨®n Marcet, donde estuvo a?o y medio. Suficiente para llamar la atenci¨®n del Barcelona y del Espanyol. Pero prefiri¨® volver con su familia. ¡°Nunca han escatimado¡±, recuerda. ¡°Sab¨ªan que necesitaba salir del pueblo. Los principios nunca son f¨¢ciles. Lo de Barcelona me hizo madurar, eres un ni?o y no tienes a tu familia al lado. Luego, cuando llegu¨¦ al Atl¨¦tico, no era ni titular. Incluso se dudaba de mi continuidad, no ten¨ªa altura ni fuerza. La primera vuelta en el cadete estuve todos los partidos en la grada¡±.
Que ?liver estuviera en el banquillo del Bernab¨¦u en la final de Copa conquistada por el Atl¨¦tico no estaba claro. Simeone hab¨ªa sido muy respetuoso con las jerarqu¨ªas. Le hab¨ªa hecho debutar en la primera jornada ante el Levante y no volvi¨® a jugar unos minutos hasta la 30? ante el Getafe. En ese partido, a¨²n no contaba con la confianza de algunos compa?eros. Hubo situaciones claras en que no le lleg¨® el bal¨®n.¡°El respeto te lo ganas con humildad¡±, dice, ¡°con ganas de trabajar¡±.
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