Lorenzo: ¡°He llorado en la moto¡±

Jorge Lorenzo no se derrumb¨® cuando sinti¨® que aquella clav¨ªcula estaba rota; tampoco cuando le dijeron que necesitaba operarse, s¨¢bado o domingo, y que volver¨ªa a correr en Alemania; ni cuando despert¨® el s¨¢bado ya en Assen, tras un viaje expr¨¦s a Barcelona para ser intervenido de madrugada, y not¨® que el dolor era todav¨ªa mayor que el d¨ªa anterior. Lorenzo se derrumb¨® al ser consciente de la heroicidad que hab¨ªa protagonizado, por una mezcla de satisfacci¨®n, cansancio y sufrimiento despu¨¦s de 26 vueltas: ¡°No lloro mucho, hoy no he podido evitarlo. Ha sido la primera vez que he llorado encima de la moto y cuando he visto a todo mi equipo aplaudi¨¦ndome he llorado m¨¢s, por lo imposible que parec¨ªa todo¡±, contaba minutos m¨¢s tarde.

Las aproximadamente 48 horas que precedieron a la carrera est¨¢n cargadas de ¨¦pica. Porque el piloto se march¨® con prisas a Barcelona pues no fue posible liberar un quir¨®fano en el Hospital de Assen y ¨¦l quer¨ªa que le operaran al grito de ?ya! Y porque ¡°no se le pas¨® ni un momento por la cabeza la posibilidad de no correr¡±, como cuenta Claudio Scribano, fisioterapeuta y oste¨®pata que trabaja con Lorenzo y que no se ha separado de ¨¦l ni un minuto desde que se lesion¨®. ¡°Cuando lleg¨® de la pista le dije que era imposible que corriera en Assen, que ser¨ªa una locura, pero que no se preocupara porque llegar¨ªa bien a Alemania. La fractura era m¨¢s compleja de lo que pensamos inicialmente: hab¨ªa un fragmento de hueso encima de la arteria subclavia. Pero al d¨ªa siguiente de la intervenci¨®n se despert¨® sin dolor. Y lo que parec¨ªa imposible, paso a paso, fue tomando forma¡±, cuenta Michele Zasa, uno de los doctores de la cl¨ªnica m¨®vil, que acompa?¨® a Lorenzo incluso a Barcelona y le puso las infiltraciones, muchas, demasiadas, para paliar el dolor.

Con Scribano empez¨® el piloto los ejercicios de rehabilitaci¨®n apenas tres horas despu¨¦s de salir del quir¨®fano, a las siete de la ma?ana del viernes. ¡°Deb¨ªa activar los m¨²sculos de la zona escapular y de los pectorales. Fue un trabajo neutral, dulce, para mejorar el tono de los m¨²sculos implicados y para ayudar a drenar el hematoma, cuya aparici¨®n es normal despu¨¦s de la intervenci¨®n. Jorge tiene una mente superior y una gran resistencia al dolor¡±, explica el doctor, que le inst¨® a practicar las primeras flexiones la ma?ana de ayer: sab¨ªa que se las har¨ªan en la cl¨ªnica del circuito para comprobar su estado: ¡°Ha tenido que hacer seis flexiones para que le declararan apto para correr¡±. ¡°Primero contra la pared, luego sobre una altura similar a una mesa¡±, puntualizaba el piloto. ¡°Parece imposible, pero Jorge es Superman¡±, terciaba Scribano.

¡°En la parrilla me dije a m¨ª mismo que ten¨ªa que ser muy valiente para adelantar a los pilotos en esas primeras vueltas, cuando m¨¢s fuerte estar¨ªa, porque en las frenadas es cuando m¨¢s sufr¨ªa mi cuerpo. El m¨¦rito del quinto puesto estuvo en esas vueltas. El dolor empez¨® muy pronto. Despu¨¦s de tres o cuatro giros ya no pod¨ªa utilizar mucho la parte izquierda del cuerpo. Fue un desaf¨ªo de carrera porque este circuito no tiene ni una recta que permita descansar los m¨²sculos un segundo. Esto es m¨¢s que una victoria¡±, a?ad¨ªa. Y matizaba a aquellos que pensaron que su heroicidad era m¨¢s bien una irresponsabilidad: ¡°Yo no estoy loco, no soy un inconsciente, solo que cuando creo que puedo hacer algo, lo hago¡±.