Rabat da la campanada
El barcelon¨¦s logra su segunda victoria y arrebata el protagonismo a los l¨ªderes de Moto2: Redding, tercero, y Espargar¨®, cuarto
Le gustan las remontadas. Le encanta ir de tapado. La regularidad es algo que, todav¨ªa, no va con ¨¦l. Prefiere dar la campanada de vez en cuando. Como aquel domingo de mayo en el que gan¨® en Jerez la primera carrera de su vida. Este a?o Tito Rabat es mejor piloto. Lo demostr¨® en tierras andaluzas. Ha echado az¨²car a su estilo, ha endulzado sus l¨ªneas, mucho m¨¢s previsibles ahora. Y, aunque sigue sin pens¨¢rselo dos veces a la hora de adelantar, bien por interior, como dicta la doctrina, bien por el exterior, como hizo con Redding, es m¨¢s delicado y estresa menos los neum¨¢ticos, lo que le permite escalar posiciones y completar finales de carrera como el de este fin de semana en Indianapolis.
Rabat, aunque poco consistente, se mantiene tercero
Rabat arrebat¨® el protagonismo a un japon¨¦s ordenado y veloz, tanto que tard¨® apenas cinco giros en empezar a escaparse de dos tipos como Redding y Espargar¨®, los favoritos al t¨ªtulo. Nakagami se coloc¨® en cabeza en la primera vuelta y solo perdi¨® el control de la carrera a falta de tres vueltas para el final. Ni ¨¦l, ni los dos l¨ªderes de la categor¨ªa intermedia se llevaron tantos aplausos como Rabat, el h¨¦roe inesperado del d¨ªa. Fue cuarto en la salida. Se despist¨® en un par de giros, entre esa jaur¨ªa en la que se convierte el pelot¨®n de Moto2 en las primeras vueltas, y baj¨® a la sexta posici¨®n. Y all¨ª se qued¨®, detr¨¢s de Aegerter, hasta que empez¨® a acercarse el ecuador de la prueba. Intent¨® empezar su remontada a los diez giros. Pero una vuelta despu¨¦s Aegerter le devolv¨ªa el adelantamiento.
Y mientras su compa?ero de equipo se colocaba por delante de Redding, a quien quer¨ªa seguir restando puntos en la general, ¨¦l buscaba su momento. Lleg¨® a falta de ocho vueltas para el final, cuando el otro catal¨¢n, una vez superado Redding, parec¨ªa recortar la distancia que hasta entonces les hab¨ªa separado de Nakagami. Lo que no sab¨ªa el peque?o de los Espargar¨® es que su colega en el taller del equipo dirigido por Sito Pons iba tan lanzado que frustrar¨ªa su ataque para apoderarse de todos los focos. Rabat se coloc¨® quinto, tras adelantar a Aegerter, su gu¨ªa durante m¨¢s de media carrera. A siete giros del final el hijo del joyero bati¨® a Redding. Y se fue a por Pol. Quedaban cinco vueltas cuando le dio caza. Y cuando quiso darse cuenta ya estaba pegado al col¨ªn de Nakagami.
En cuesti¨®n de segundos, a tres vueltas de la meta final, se dirimieron las cuatro primeras posiciones. Rabat apur¨® la frenada al final de la recta principal y tom¨® el interior de la curva para meterse por delante del japon¨¦s, que no se lo puso f¨¢cil y aguant¨® unas curvas con su carenado pegado al del espa?ol, que termin¨® venciendo el duelo. Tambi¨¦n vencer¨ªa Redding, el l¨ªder, que respondi¨® con contundencia a un enfrentamiento con Espargar¨®, en aquellas primeras curvas, las mismas en las que se decidi¨® el vencedor de la prueba. Si el catal¨¢n es agresivo, lo es m¨¢s el brit¨¢nico, que observ¨® que Espargar¨® se hab¨ªa quedado sin goma suficiente para la pelea. Las ¨²ltimas dos vueltas apenas sirvieron a Rabat para ampliar su distancia y disfrutar la haza?a. Su compa?ero de equipo salv¨® por los pelos la cuarta plaza, con el trasero a¨²n dolorido tras la tremenda ca¨ªda del s¨¢bado. Y cede dos puntos m¨¢s ante Redding, con 26 de ventaja. Rabat, aunque poco consistente, se mantiene tercero. Cubre sus malas actuaciones de sorpresa en sorpresa.
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