Marin y Gameiro corrigen al Sevilla

Hay algo que chirr¨ªa en el Sevilla. Dif¨ªcilmente ser¨¢ competitivo si no es fuerte en defensa. Una debilidad que extra?a en un entrenador como Emery, m¨¢s atrevido que de costumbre. Gracias a esa evidente carencia creci¨® el Slask, que se adelant¨® en el marcador y sorprendi¨® por su desparpajo y calidad. El equipo polaco se subi¨® a las barbas de un Sevilla y por momentos asust¨®, hasta el punto de marcar un excelente gol y ponerse m¨¢s de dos veces delante de Beto con claras opciones de gol. Ocurre que hay otro Sevilla, de mucha mejor pinta, de jugadores determinantes en ataque y de una calidad llamativa. Es el caso de Marin, que hizo dos golazos, o de Gameiro, que ser¨¢ importante porque tiene gol y desborde.

Ante rivales como el Slask pesar¨¢n m¨¢s las virtudes, sobre todo cuando el contrincante se queda con uno menos y soporta un calor insospechado en sus latitudes. El Sevilla encauz¨® la eliminatoria, pero le toc¨® sufrir. Rectific¨® y encontr¨® premio, seguramente frente a otros rivales no tendr¨¢ la oportunidad de escapar tan bien, con un 4-1 que pudo ser algo abultado pero que ya resulta inamovible. El Sevilla, arriba, es dinamita. Es su mejor aval porque atr¨¢s existen v¨ªas de agua. Y muy grandes. Es un equipo construido para el ataque, con un solo pivote defensivo y muchos hombres por delante del bal¨®n, con una zaga d¨¦bil.

Al Sevilla lo salv¨® Beto en sus momentos de p¨¢nico y la fuerte entrada del lateral Dudu a Jairo, que provoc¨® su expulsi¨®n a los 10 minutos de la segunda mitad. Con uno menos, el Slask fue sometido a un asedio absoluto por el Sevilla. La clarividencia de Marin y las carreras de Rabello hicieron mucho da?o a los polacos, cada vez m¨¢s agobiados, lejos de su mejor versi¨®n en una puesta de escena impecable. Ese Sevilla, volcado en ataque, remont¨® el partido y goz¨® de innumerables ocasiones, mostr¨¢ndose muy fuerte cuando el encuentro se movi¨® en una sola direcci¨®n. El otro Sevilla, el de las carencias en defensa, qued¨® entonces en el olvido, cuando su afici¨®n disfrut¨® de un equipo muy potente arriba, donde Marin dibuj¨® goles y jugadas de ensue?o, recordando al enorme futbolista que deslumbr¨® en el Werder Bremen.