Anoeta tambi¨¦n fue San Mam¨¦s
El Athletic, que jug¨® como local en San Sebasti¨¢n por las obras de su nuevo estadio, derrota (2-0) a un Osasuna voluntarioso
Ser¨¢ porque ver a la cuadrilla en campo enemigo es una imagen revirada, o porque un anillo granate que envuelve el c¨¦sped transmite un fr¨ªo desconocido, o m¨¢s bien que en casa ajena el comportamiento nunca es propio. Todo eso lo debi¨® pensar el Athletic, lo contempl¨® Osasuna y lo propici¨® Anoeta, escenario improvisado mientras a San Mam¨¦s a¨²n se le decora el esqueleto. La lluvia convirti¨® la estampa en algo m¨¢s cotidiano, pues entre vecinos la precipitaci¨®n se mueve sin pedir permiso. Entre todo, un partido entre dos conocidos en casa de un tercero, la Real Sociedad, que se prepara para recibir a futuros visitantes con aires europeos. Un cuadro curioso que termin¨® con una victoria para los rojiblancos gracias en parte a un gol en propia meta del invitado, que a su vez lo hizo en una porter¨ªa prestada, en una carambola de favores.
Se mostr¨® con un bat¨ªn distinto al del primer encuentro el Athletic, con cuatro remiendos complementarios. Con Iraizoz lesionado, Valverde coloc¨® a Herrer¨ªn en la porter¨ªa, ubic¨® a Laporte junto a Gurpegui en el centro de la defensa por la baja de Ekiza, cambi¨® a Balenziaga por Saborit en el lateral izquierdo y lanz¨® a Aduriz en ataque por Kike Sola. Tambi¨¦n Osasuna cuenta esta temporada con una percha diferente, m¨¢s proclive al proyecto asociativo que a la batalla individual.
Consigui¨® atascarle el partido a los de Valverde, sobre todo por el pasillo central, por ah¨ª donde pretende caminar subido a las piernas de Be?at y las de Herrera. Sin m¨¢s aire que alguna bocanada suelta busc¨® el Athletic en el costado derecho una v¨ªa de escape. Con Iraola y Susaeta entreteji¨® varias aventuras, hasta que en una de ellas encontr¨® un grial inesperado. Como quien descubre el dorado detr¨¢s del coj¨ªn del sof¨¢. Un centro tocado del extremo lo dirigi¨® hacia su porter¨ªa Arribas, enga?ando a Andr¨¦s, que trataba de ocupar un futuro remate de Aduriz. No tuvo demasiado juego el Athletic cuando Osasuna, tras el gol, se uni¨® en torno a la figura de Ariel Nu?ez y se apoy¨® en las ayudas de Oriol Riera. Dos jugadores reci¨¦n llegados que ofrecen nuevas posibilidades ofensivas a Osasuna.
ATHLETIC, 2; OSASUNA, 0
Athletic: Herrer¨ªn; Iraola, Gurpegui, Laporte, Saborit; Iturraspe, Be?at, Herrera (De Marcos, m. 63); Susaeta (Erik Mor¨¢n, m. 74), Aduriz y Muniain (Ibai G¨®mez, m. 68). No utilizados: Magunazelaia; Balenziaga, Kike Sola y Etxeita.
Osasuna: Andr¨¦s; Bertr¨¢n (Oier, m. 62)), Loties, Arribas, Joan Oriol; Sisi (Omwu, m. 81), Pu?al, Silva, Ariel N¨²?ez (Roberto Torres, m. 66), Armenteros y Riera. No utilizados: Riesgo, Echaide, Raoul Lo¨¦ y Dami¨¢.
Goles: 1-0. M. 32. Arribas p.p. 2-0. M. 81. De Marcos
?rbitro: Mu?iz Fern¨¢ndez. Amonest¨® a Riera, Laporte, Marc Bertr¨¢n, Herrera,
Unos 24.000 espectadores en Anoeta. El Athletic jug¨® como local en San Sebasti¨¢n por las obras del nuevo San Mam¨¦s.
Ganaron espacio los rojillos por destreza y desaire del rival, al que le importa el bal¨®n pero aspira a saber reorganizarse cuando este cambia de conversaci¨®n. Lo practic¨® con efectividad el Athletic en la segunda mitad, primero con una cabalgada de Ibai que se plant¨® con 45 metros por delante solo ante la porter¨ªa de Andr¨¦s aunque no acert¨® a enviar el bal¨®n a la red. Volcado al ataque y con Roberto Torres como mejor espada para Osasuna, un disparo y un taconazo del canterano provocaron que Herrer¨ªn tuviera que activarse en dos ocasiones, los espacios provocados en defensa por el traslado al ataque de los de Mendilibar los aprovech¨®, sin embargo, Aduriz para situar frente a Andr¨¦s a De Marcos y que este definiera con un remate tocado.
Con el segundo tanto se cerr¨® el partido, mientras en los altavoces del estadio se informaba sobre c¨®mo regresar a casa, por eso de que la fiesta aguardaba en Bilbao. Arrop¨® Anoeta al Athletic y descabalg¨® a Osasuna, porque ya se sabe que en casa ajena el vecino m¨¢s cercano es quien guarda las llaves. Y es de recibo ser agradecido. Aunque sea el himno del eterno rival a todo volumen lo ¨²ltimo que se escuche.
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