Maljkovic empuja a Espa?a al abismo

Maljkovic y su esforzada e intr¨¦pida selecci¨®n eslovena desmantelaron al equipo espa?ol, que cay¨® por primera vez desde que lo dirige Juan Antonio Orenga. El entrenador serbio se sali¨® con la suya. Eslovenia grip¨® el juego espa?ol, primero con la receta marca de la casa, una defensa al l¨ªmite de la dureza que lleg¨® a agotar a un Marc Gasol colosal y sac¨® del partido a Rudy Fern¨¢ndez y Llull, muy pronto mermados por las faltas personales. Pero a ¨²ltima hora, el equipo esloveno remat¨® con un estilo desmelenado que redujo a cenizas la defensa espa?ola, combinada adem¨¢s con un ataque que se fue extinguiendo a medida que Marc Gasol y Calder¨®n se quedaron m¨¢s solos que la una.

Espa?a mand¨® durante 25 minutos pero a partir de ese momento, desde el 34-42, perdi¨® pie, se desplom¨® y encaj¨® en los ¨²ltimos 15 minutos un parcial concluyente, revelador: 44-27. Eslovenia administr¨® con acierto sus recursos. Las p¨¦rdidas de bal¨®n esclarecen la partitura del juego: los eslovenos mimaron sus posesiones, solo se les escaparon seis balones. Espa?a sufri¨® tanto en las transiciones como en la circulaci¨®n y se le fueron hasta 14 balones. Un lastre que, combinado con su defensa cada vez m¨¢s vulnerable, dibuj¨® un panorama totalmente opuesto al previsible. El contrataque de Eslovenia fue superior, su banquillo aport¨® m¨¢s y obtuvo tambi¨¦n m¨¢s puntos en el interior de la pintura. Su victoria fue inapelable.

Marc Gasol se constituy¨® en el basti¨®n sobre el que gravit¨® todo cuanto suced¨ªa en la cancha, hasta el exceso, hasta que no pudo m¨¢s, de tanto cuanto se le echaron encima y tanto cuanto Orenga lo mantuvo en la cancha. Un dato que contrast¨® con los minutos que estuvo Calder¨®n en el banquillo, dado su acierto y el escaso caudal ofensivo que aportaron Rudy y Llull.

Maljkovic estableci¨® un equipo de relevos para frenar a Marc. Le asign¨® a tres, cuatro y hasta cinco p¨ªvots, cada uno con sus caracter¨ªsticas; Begic, m¨¢s interior e intimidador con su envergadura; Slokar, m¨¢s propenso a jugar al gato y al rat¨®n con su tendencia a percutir desde fuera de la cueva o Vidmar, m¨¢s rocoso y fajador. Todos contra Marc. El p¨ªvot espa?ol imparti¨® una clase magistral. Anot¨®, captur¨® rebotes, bloque¨® y distribuy¨® el bal¨®n. Admirable, pero tampoco es Superm¨¢n. Dos faltas muy r¨¢pidas lastraron a Rudy Fern¨¢ndez y tres, tambi¨¦n muy pronto, a Llull. Entre eso y que a Espa?a le cost¨® arrancar tanto con Sergio Rodr¨ªguez y Llull en el quinteto titular como lo hizo en su estreno con Ricky y Calder¨®n, el juego adquiri¨® la rugosidad y espesura que le interesaba a Maljkovic.

Domin¨® Espa?a mucho tiempo pero sus ventajas fueron exiguas, de cinco, siete puntos. La din¨¢mica del juego propici¨® que el equipo esloveno se viera con opciones, presto a hacer la goma en el marcador. Seg¨²n iban y ven¨ªan los triples de Nachbar, Lakovic o Lorbek, las acometidas de Goran Dragic y las migajas que aportaba el resto de la tropa, Eslovenia se bastaba para estrechar la brecha.

Por momentos fue un inspirad¨ªsimo Calder¨®n, tan certero en la direcci¨®n como en el tiro, quien cogi¨® el toro por los cuernos cuando m¨¢s alegremente embest¨ªa. Eslovenia consigui¨® enredar al equipo espa?ol. Le costaba meter la directa. Cuanto m¨¢s corr¨ªa hacia delante, m¨¢s corr¨ªan los eslovenos hacia atr¨¢s. Se frustraban los contraataques. Los pases y bloqueos desequilibrantes costaban lo suyo ante el marcial y esforzado muro esloveno.

Marc tuvo que pedir el cambio cuando se acercaba el final del tercer cuarto, justo cuando se a?adi¨® a la fiesta eslovena el joven alero Muric con dos triples. Eslovenia empez¨® a ver el final del t¨²nel cuando se puso por delante hacia el final del tercer cuarto. Entonces los hermanos Dragic y Nachbar agujerearon la defensa espa?ola. Durante los momentos de m¨¢xima presi¨®n, Orenga no consigui¨® dar un espaldarazo al equipo. Los relevos no lograron revitalizar el juego y Espa?a dobl¨® la rodilla ante el equipo anfitri¨®n en medio del delirio de la grada. La derrota, por supuesto en absoluto trascendente en un campeonato tan largo, s¨ª deja al descubierto varias debilidades del bicampe¨®n europeo.