La peligrosa indefinici¨®n del Madrid
El equipo vuelve a desorientarse, como hace un a?o cuando perdi¨® la Liga, y Ancelotti se muestra dubitativo Las defensas cerradas siguen desmontando los ataques madridistas
El Madrid ha marcado 12 goles en los ¨²ltimos tres partidos: seis al contragolpe, tres a la salida de una falta, dos de penalti, y uno de jugada elaborada que coincide con el 4-1 al Getafe, el m¨¢s irrelevante de los tantos anotados ese d¨ªa. La proporci¨®n denuncia un d¨¦ficit serio. Al Madrid de Ancelotti, como al Madrid de Mourinho, le cuesta abrir defensas cerradas en caja. El a?o pasado, esa carencia le cost¨® perder la Liga en septiembre. Este a?o corre el mismo riesgo. Es verdad que estamos a 27, el mes se consume, y la fortuna ¡ªel aparente azar de los errores arbitrales¡ª le ha favorecido. El derby de ma?ana en el Bernab¨¦u, sin embargo, coloca al Madrid en algo parecido a una situaci¨®n l¨ªmite.
El Madrid ha perdido dos puntos y si pierde tres m¨¢s le quedar¨¢n muy pocas reservas para atacar el campeonato con un m¨ªnimo de solvencia. Las desigualdades del f¨²tbol espa?ol, m¨¢s acusadas que nunca, hacen prever que la Liga se conseguir¨¢ alrededor de los 100 puntos, cifra de la cosecha de los campeones de 2012 y 2013. Los ¨²ltimos ganadores no perdieron m¨¢s de 14 puntos.
?zil dio 13 pases de gol en 2.600 minutos en Liga. Isco dio uno solo en iguales condiciones
El Madrid ha cambiado de entrenador pero el perfil de los jugadores se mantiene, o incluso se acent¨²a hacia un v¨¦rtigo que permite menos flexibilidad en espacios reducidos. La irrupci¨®n de Bale, quiz¨¢s este mismo s¨¢bado en el derby, no soluciona el problema porque agrega lo que ya abundaba: potencia, velocidad, bal¨®n al pie y disparo.
El club ¡ªquienquiera que est¨¦ al frente de la pol¨ªtica de fichajes¡ª ha sustituido a ?zil por Isco. No era lo que esperaba el entrenador, Carlo Ancelotti, que consideraba que ?zil era un excelente enganche, un futbolista distinto, y ve en Isco a un volante limitado. No le falta raz¨®n. Isco expresa su gran talento en el ¨¢rea contraria, pero cuando retrasa su posici¨®n no resulta el mejor de los administradores de la pelota. ?zil s¨ª era uno de los pasadores m¨¢s finos del mundo, la clase de futbolista que ahora necesitar¨ªa el equipo para abrir la lata. ?zil dio 13 pases de gol el a?o pasado en 2.600 minutos en Liga. Isco dio un solo pase de gol en el mismo tiempo.
Pases filtrados entre l¨ªneas era lo que necesit¨® el Madrid en Elche para no atravesar por tantas dificultades. Lo dijo Ancelotti, que, a diferencia de su predecesor, habla de f¨²tbol con menos inhibiciones. ¡°Muchas veces vamos a jugar contra equipos muy cerrados que defienden bien y necesitamos buscar una soluci¨®n diferente [del contragolpe]¡±, dijo. ¡°El equipo es demasiado lento. No buscamos soluciones entre l¨ªneas, jugamos muy lateralmente, y esto facilita la defensa contraria¡±.
Los directivos creen que el primer mes de competici¨®n ser¨¢ decisivo para generar un clima de ilusi¨®n en la opini¨®n p¨²blica en torno de la figura de Bale
¡°Est¨¢ claro que jugando como esta noche no vamos a ganar el derby¡±, lament¨® el t¨¦cnico. ¡°Esto todo el mundo lo comprende. Tenemos que jugar con m¨¢s intensidad y m¨¢s personalidad¡±.
Dicen quienes le conocen que Ancelotti, que fue centrocampista y pelotero, identifica ¡°personalidad¡± con aplomo para tener el bal¨®n y jugarlo. El mi¨¦rcoles en Elche el italiano debi¨® albergar tan pocas esperanzas en la capacidad de su equipo para elaborar y controlar el juego que tras el 0-1 mand¨® a su tropa a que se replegara. Los cambios de Isco por Illarramendi (m.70) y de Modric por Carvajal (m.80) revelan una intenci¨®n conservadora. La clase de actitud que exhiben los entrenadores que no est¨¢n convencidos de las prestaciones de sus hombres.
Los funcionarios del Bernab¨¦u palpan inquietud. Los directivos comienzan a mirar con preocupaci¨®n a Ancelotti y andan ansiosos desde el fichaje de Bale. Dicen cosas como que el primer mes de competici¨®n ser¨¢ decisivo para generar un clima de ilusi¨®n en la opini¨®n p¨²blica en torno de la figura del gal¨¦s, probablemente el futbolista m¨¢s caro de la historia y, seguramente, la inversi¨®n m¨¢s arriesgada del Madrid.
Si los problemas del equipo pasaran solo por la integraci¨®n de Bale el derby ser¨ªa un mero formalismo. Se juega mucho m¨¢s el Madrid contra el l¨ªder.
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