A Messi solo le paran las lesiones

Hay partidos que se resuelven en un momento, a veces en una jugada, pocos como el de ayer en el Estadio de los Juegos Mediterr¨¢neos, en que se juntaron por un instante lo mejor y lo peor del Bar?a. Apareci¨® Messi para poner un golazo de por medio en un encuentro insoportable y acto seguido se lesion¨® en el b¨ªceps femoral derecho, m¨¢s enemigo que cualquier rival para el Barcelona. Abatido el 10 y en el banquillo Neymar, el inter¨¦s qued¨® reservado al f¨²tbol formol barcelonista, avalado por un segundo tanto de Adriano, y al saldo final: ya son siete victorias consecutivas, una cifra hist¨®rica para el Barcelona en la Liga.

Tata Martino ya tiene su r¨¦cord como entrenador del Bar?a. No es una cuesti¨®n cualquiera desde que se cuantifican hasta los detalles en el Camp Nou. Un d¨ªa es la posesi¨®n, al otro interesan los contragolpes, m¨¢s tarde se pregunta por los remates, despu¨¦s se demanda por los c¨®rneres a favor y en contra y se acabar¨¢ por contar los fuera de banda. La trama, en cualquier caso, acostumbra a ser la misma desde hace tiempo, tanto da el t¨¦cnico, tenga m¨¢s o menos estilo, sea Vilanova o Martino. El hilo conductor es Messi, que ya suma 223 tantos y se ha convertido en el quinto m¨¢ximo goleador del torneo liderado por Zarra (251).

Aunque siempre es m¨¢s o menos reconocible y el signo de sus partidos ha sido el de la victoria, el Bar?a dif¨ªcilmente juega el mismo partido, sino que su f¨²tbol depende de las peculiaridades del contrario, de la pol¨ªtica de rotaciones azulgrana, condicionada por el calendario, y naturalmente del intervencionismo de Messi. Ayer, en Almer¨ªa, camino de Glasgow, descansaban Xavi y Neymar mientras Piqu¨¦ ejerc¨ªa de central zurdo para habilitar a Bartra. A costa de mantener la competitividad interna, el equipo perd¨ªa control, pausa y capacidad de desequilibrio y ganaba presi¨®n, llegada y pegada con Pedro y Cesc.

No extra?¨® por tanto que a los azulgrana les costara encontrar l¨ªneas de pase y dar velocidad a la pelota. El partido se jug¨® durante un rato en las zonas m¨¢s blandas del campo, muy a gusto del Almer¨ªa, bien tapado y recurrente en las faltas t¨¢cticas para no dar continuidad ni precisi¨®n al juego del Bar?a. El riesgo era m¨ªnimo para Esteban y Vald¨¦s hasta que compareci¨® Messi. La historia de cada partido, en Almer¨ªa y en el Camp Nou, con independencia del rival y de sus propios compa?eros, genio y figura, el n¨²mero 1. Aceler¨® el 10, se apoy¨® en Pedro y cruz¨® la pelota al palo derecho del portero del Almer¨ªa: 0-1.

Los cambios de ritmo de Messi son devastadores y ¨²ltimamente tambi¨¦n desgarradores. Al poco de marcar, el argentino defendi¨® una acci¨®n local y volvi¨® a sentir un pinchazo en la pierna derecha, la misma que le lleva a mal traer desde la temporada pasada en Par¨ªs. La lesi¨®n provoc¨® el apag¨®n del Bar?a y revitaliz¨® al Almer¨ªa. Los azulgrana se quedaron a mitad de camino, sin atacar ni defender, confundidos y espantados, hu¨¦rfanos del 10. El bal¨®n cay¨® a pies del equipo de Francisco y el Barcelona se tuvo que encomendar de nuevo a Vald¨¦s, decisivo en un tiro a quemarropa del exazulgrana Rodri.

A falta de Messi y Neymar, no intimidaba el Bar?a, vulgar, incapaz de conectar con Cesc, recolocado como falso 9 desde la entrada de Xavi, y a cambio apretaba el Almer¨ªa. Bartra estuvo m¨¢s firme que Piqu¨¦ en los momentos de desorden azulgrana, que fueron muchos antes de alcanzar el descanso.

El descontrol se acab¨® nada m¨¢s reanudarse el encuentro, en cuanto se juntaron Xavi, Busquets e Iniesta y aseguraron la posesi¨®n del bal¨®n. El 0-2 expres¨® la mejora barcelonista: Xavi abri¨® para Cesc y su centro lo emboc¨® Adriano. El lateral se convirti¨® en delantero centro y el 9 ejerci¨® de extremo, signo de movilidad en el Bar?a.

Adriano fue un cisne ayer en el discontinuo Barcelona. El intervencionismo del lateral, capaz de jugar en las 11 demarcaciones del equipo, llen¨® el ¨²ltimo tramo del choque, salpicado de alguna discusi¨®n por la mala defensa de las jugadas de estrategia, nada relevante porque el Almer¨ªa, incapaz de ganar todav¨ªa un partido, qued¨® paralizado desde el 0-2. Y en el Barcelona, nadie se quit¨® de la cabeza a Messi. No hay r¨¦cord azulgrana que no lleve la firma del 10. A Messi solo le paran sus lesiones.