Una reacci¨®n de equipo grande
Los cambios y la pizarra de Simeone dan al Atl¨¦tico una victoria de enjundia en Oporto
La pizarra de Simeone y su lectura del partido, que le oblig¨® a rectificar en el segundo tiempo su plan inicial, le dieron al Atl¨¦tico un triunfo que vio muy lejano en la primera parte. La victoria fue un golpe de autoridad que le puede permitir finiquitar la clasificaci¨®n en los dos pr¨®ximos partidos con el Austria de Viena. Se recompuso el Atl¨¦tico despu¨¦s de una mala primera parte. La reacci¨®n, encabezada por la b¨²squeda de su entrenador, fue de equipo grande, capaz de sobreponerse a un adversario que le estaba maltratando y le superaba en el marcador y en el juego. Gan¨® incluso cuando se qued¨® sin delanteros en el campo.
Descabezado, sin Koke, rotado por Simeone, y sin Diego Costa, sancionado, el Atl¨¦tico padeci¨® mucho en la primera mitad. Demasiado para lo que est¨¢ acostumbrado. La decisi¨®n de dejar a Koke en el banco apuntaba directamente al andamiaje del equipo, personificado de una vez en el canterano: sacrificio, las jugadas de estrategia, la llegada de los centrocampistas desde la segunda l¨ªnea y esas combinaciones en corto que se buscan con Arda y con Filipe Luis y que tanto le alivian con la pelota. No asimil¨® el equipo de Simeone presentarse a una cita de tanta altura sin el futbolista que le dinamiza el juego y quien ¨¦l solo estira al conjunto. Fue m¨¢s natural la entrada de Leo Baptistao como sustituto de Diego Costa. Delantero por delantero, pero un mundo a¨²n entre ellos. Sobre todo en los controles en los balones largos y en la brega con dos centrales de rompe y rasga como Otamendi y Mangala.
OPORTO, 1-ATL?TICO, 2
Oporto: Helton; Danilo, Otamendi, Mangala, Alex Sandro; Fernando, Defour, Lucho Gonz¨¢lez (Quintero, m. 68); Josu¨¦ (Lic¨¢, m. 60), Varela y Jackson Mart¨ªnez. No utilizados: Fabiano; Maicon, Fucile, Herrera y Ghilas.
Atl¨¦tico: Courtois; Juanfran, Miranda, God¨ªn, Filipe Luis; Gabi, Tiago, Ra¨²l Garc¨ªa (?liver Torres, m. 78), Arda Turan; Leo Baptistao (Koke, m. 74) y Villa ('Cebolla' Rodr¨ªguez, m. 46). No utilizados: Aranzubia; Alderweireld, Insua y Guilavogui.
Goles: 1-0. M. 16. Jackson Mart¨ªnez. 1-1. M. 58. God¨ªn. 1-2. M. 86. Arda Turan.
?rbitro: Howard Webb (Reino Unido). Amonest¨® a Tiago, Juanfran y Mangala.
Unos 45.000 espectadores en el estadio do Drag?o de Oporto.
Sin ese cord¨®n umbilical que forman Koke y Diego Costa, el Atl¨¦tico tuvo que medirse a un equipo de muy buenas trazas, algunas de ellas similares a las suyas. De repente, se vio ante un conjunto que sal¨ªa ganador de todas esas batallas perif¨¦ricas alrededor de la pelota. El Oporto se impuso de inicio por anticipaci¨®n en el juego por abajo y por f¨ªsico en los balones a¨¦reos y divididos.
Los primeros 20 minutos quedaron marcados por el ritmo y el br¨ªo local. Al frente de esa salida visceral y envalentonada, Lucho Gonz¨¢lez, 32 a?os de futbolista de una pieza. En su regreso al Oporto, despu¨¦s de una experiencia gris en el Marsella, ahora luce el dorsal 3. En otros tiempos ha llevado el 8 o el 10. Da igual, es uno de esos jugadores que desprende tanta honestidad como conocimiento del juego. Situado entre l¨ªneas, por delante de Defour y Fernando, mientras pudo imponerse lo sufrieron Tiago y Gabi a sus espaldas y por sus aperturas certeras a Varela y Josu¨¦, Filipe Luis y Juanfran. Cuando fue sustituido, la hinchada lo despidi¨® en pie como quien despide a quien considera m¨¢s que un futbolista el mismo alma del club. Esa descarga tan brutal de juego fue culminada con el gol de Jackson Rodr¨ªguez. Si en los rechaces que ganaba el Oporto el Atl¨¦tico pudo reconocerse, tambi¨¦n se vio reflejado en el tanto, fruto de una falta lateral, sacada con veneno combado por Josu¨¦ y mal defendida por God¨ªn. En esa versi¨®n desconocida en general, hasta aparecieron errores en los despejes y en las salidas claras de bal¨®n. El Atl¨¦tico no parec¨ªa el Atl¨¦tico.
No reaccionaron los jugadores rojiblancos, superados por un equipo que ten¨ªa todo lo que normalmente tienen ellos y parec¨ªan contar con una velocidad m¨¢s para todo. Reaccion¨® Simeone, que vari¨® la posici¨®n de Ra¨²l Garc¨ªa y le mand¨® al medio para tratar de frenar el destrozo que le estaba haciendo Lucho Gonz¨¢lez. No mejor¨® mucho el juego, pero s¨ª logr¨® tener algo de control y llegada que produjo un disparo lejano de Arda y un c¨®rner muy cerrado botado por Gabi que Miranda estrell¨® en el travesa?o.
Con todo, Simeone vio claro que todav¨ªa necesitaba darle un giro m¨¢s al partido y dej¨® a Villa en el vestuario. No mir¨® el curr¨ªculum, sino las necesidades de su equipo. Villa estaba demasiado pegado a Mangala, que le sacaba cuerpo y medio y le gan¨® por arriba y por abajo. No pudo servir como referencia en el centro del ataque, muy superado f¨ªsicamente por su pareja de baile. El elegido para cambiar la din¨¢mica fue el Cebolla Rodr¨ªguez, escogido tanto por su capacidad para agitar el juego con sus conducciones revolucionadas como por la parte an¨ªmica por su condici¨®n de ex jugador del Oporto. Con sus incursiones empez¨® a crecer el Atl¨¦tico, que ya no par¨®. Empat¨® a bal¨®n parado con un cabezazo de God¨ªn y, a partir de ah¨ª, supo sufrir e ir a por el partido cuando supo que pod¨ªa hacerlo. Entr¨® Koke por Baptistao y sin delanteros naturales, con Ra¨²l Garc¨ªa en punta, empez¨® a generar ocasiones porque el f¨²tbol le empez¨® a fluir. El propio Ra¨²l Garc¨ªa tuvo el 1-2 en una combinaci¨®n entre Filipe, Koke y Arda que le abri¨® un espacio en el medio que le dej¨® ante Helton. Se lesion¨® y su puesto lo ocup¨® Oliver. M¨¢s juego y una falta que volvi¨® a mostrar al que quiz¨¢ sea el mejor equipo del mundo a bal¨®n parado. Amag¨® Gabi el lanzamiento, pic¨® la defensa del Oporto, y el pase raso lo caz¨® Arda, camuflado tras la barrera y con un pie en fuera de juego, para reventar por alto las redes de Helton. Una acci¨®n tan p¨ªcara que sorprendi¨® hasta al linier. Gol, al fin y al cabo. La reafirmaci¨®n de un equipo que supo reaccionar de la mano de su entrenador, sus cambios y su laboratorio. Y su alma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.