Neymar honra ¡®el para¨ªso¡¯

El juvenil del Celtic y el del Barcelona disputaron, a las tres de la tarde, hora local, un partido de la Champions Sub-20 en un viejo y trasnochado estadio, el Cappielow Park, el campo del Greenock Morton, a 40 kil¨®metros de Glasgow, r¨ªo arriba, madera en los asientos y en las vigas, olor a viejo f¨²tbol de barro y a cerveza los s¨¢bados por la tarde. All¨ª acudi¨® el director deportivo Andoni Zubizarreta, pero ninguno de los directivos del Barcelona que, por la noche, asistieron al partido en el Celtic Park, la m¨ªtica puerta de entrada que recibi¨® a Neymar en su primer partido europeo lejos del Camp Nou. ¡°Buen sitio para que descubra y disfrute del mejor f¨²tbol de siempre¡±, convino Zubi.

Llegada la hora de dar la talla, el brasile?o supo honrar el campo donde un d¨ªa el menudo Jimmy Johnstone, de regate en regate, rindi¨® tributo al f¨²tbol, y donde reciben las estatuas del extremo, del m¨ªtico entrenador Jock Stein y de Wilfred Kerins, el cura que fund¨® el Celtic en 1888 para recoger fondos para la caridad. En ese escenario tan especial, Neymar se hizo mayor. Sac¨® de centro el Barcelona y en un rondo de dos minutos, el brasile?o tir¨® dos quiebros y un desmarque por la izquierda, ejemplo puro de lo que vendr¨ªa despu¨¦s.

"No tengo duda de lo que aporta en ataque, pero tambi¨¦n en defensa", le alaba Martino

Se abroch¨® el Barcelona a la jerarqu¨ªa y pausa que le dieron Xavi, Iniesta y Busquets, al orden y mando de Piqu¨¦ y Bartra, al criterio de Cesc al elegir y al picoteo de Pedro. Y, llegado el momento, le salv¨® otra vez un parad¨®n de Vald¨¦s. Neymar, en su puesta de largo, llev¨® el peso de la fiesta encarando a Forster. No le perdi¨® la cara al partido, abri¨® el campo, fue paciente y, consciente de que no puede quitarle el trono a nadie, y menos a Leo, empez¨® en Escocia a reivindicar su reinado. Encar¨® pero no abus¨®, supo jugar en corto y dar resuello al equipo, y se llev¨® m¨¢s palos que nadie contra tipos que le sacan pescuezo y medio.

Por su culpa vio la amarilla Lustig y la roja Brown, en el minuto 59. A partir de ese momento, la grada se ceb¨® con ¨¦l y le abuche¨®. Insist¨ªa el t¨¦cnico rival, Neil Lennon, despu¨¦s del encuentro, en lo mal que le hab¨ªan parecido los aspavientos del brasile?o, poco le importaba la patada que recibi¨® despu¨¦s de aquella falta que mereci¨® la expulsi¨®n. ¡°Este es un juego f¨ªsico, Neymar no hace ning¨²n favor al f¨²tbol exagerando este tipo de jugadas¡±, insisti¨® para defender las pitas de la grada, la misma hinchada que se puso en pie para despedir a Iniesta, por cierto. Esa que dio la bienvenida al partido con un mosaico que dec¨ªa ¡°This is the paradise¡± [Esto es el para¨ªso].

Pero, ni por esas se distrajo. Neymar sigui¨® a lo suyo, incisivo, vertical y valiente ¡ª¡°ha tenido la personalidad suficiente para seguir jugando de la misma manera¡±, le alab¨® el t¨¦cnico¡ª, hasta que arm¨® la contra que termin¨® con el gol de Cesc. Fue la noche que descubri¨® de qu¨¦ vaina va el f¨²tbol en las islas, la noche que supo honrar el campo que pis¨®, la noche que solo dos paradones de Forster le negaron un gol en la m¨ªtica cueva de los cat¨®licos de Glasgow, all¨ª donde tantas veces James Connolly Johnstone, el peque?o pr¨ªncipe, honr¨® al f¨²tbol con velocidad y quiebros.

¡°Cada vez me adapto mejor al equipo¡±, concluy¨® Neymar. Martino le elogi¨®: ¡°No tengo ninguna duda de lo que aporta en ataque, pero adem¨¢s tambi¨¦n aporta mucho defensivamente. Ante equipos que se cierran como el Celtic, jugadores como ¨¦l y como Leo son muy necesarios¡±.

El fresco f¨²tbol de Neymar tuvo aroma a f¨²tbol de toda la vida. Y se enorgulleci¨® el Barcelona por sacar adelante un partido tan complejo sin su estrella, Leo Messi. ¡°Es imposible no echarle de menos, pero a veces se presentan este tipo de situaciones y tenemos que dar la cara. Preferimos jugar siempre con Leo, como pensar¨ªa cualquier entrenador y cualquier grupo de jugadores¡±, se?al¨® Martino; ¡°pero el Barcelona tiene suficiente plantilla para que cuando Leo falte no pongamos como excusa un mal resultado por su ausencia¡±.