N¨²mero uno a manotazos
Nadal logra el trono de Djokovic, su rival hoy (10.00, C+) en la final, gracias a sus 26 victorias seguidas en pista dura y a que ha reducido el efecto curvado de sus tiros
¡°Es como un regalo¡±. Rafael Nadal resume as¨ª su vuelta al n¨²mero uno del mundo, que confirm¨® ayer cuando gan¨® su semifinal en el torneo de Pek¨ªn (4-2 y retirada de Berdych) y se cit¨® para hoy (10.00, C+) en el partido decisivo con Novak Djokovic, el campe¨®n destronado. El regalo, sin embargo, no vino del cielo, sino que se consigui¨® con ajustes t¨¦cnicos, decisiones t¨¢cticas arriesgadas y trabajo, mucho trabajo: nada m¨¢s auparse al trono, y visto que contra Berdych solo hab¨ªa sudado 37 minutos, Nadal se fue a entrenarse durante una hora en lugar de a celebrar el triunfo. Con el t¨ªtulo a tiro, el campe¨®n de 13 grandes se faj¨® en la cancha de pr¨¢cticas para perseverar en la f¨®rmula que le ha permitido superar el par¨®n que hasta febrero le tuvo apartado siete meses de la competici¨®n por una rotura parcial de ligamento rotuliano y una hoffitis: m¨¢s agresividad para evitar el desgaste de las articulaciones y tiros m¨¢s planos en pista dura para construir su incre¨ªble racha de 26 victorias por ninguna derrota sobre cemento en 2013, el trampol¨ªn que le ha llevado al trono.
Todo empieza en Madrid, con unas c¨¢maras de alta velocidad plantadas por la Federaci¨®n Internacional de Tenis (ITF) en la plaza de Las Ventas. Es 2008, y aprovechando que Nadal juega con Espa?a en arcilla, la ITF graba im¨¢genes del rey del top-spin para medir la eficacia de ese efecto curvado en distintas superficies. Con el mismo protagonista, el experimento se repite en 2011 y en la pista r¨¢pida de Charleroi, durante un B¨¦lgica-Espa?a. Tras comparar con otros especialistas en el golpe las im¨¢genes de la pelota curvada de Nadal, que salta por encima del hombro de sus rivales y ha sido la clave de su ¨¦xito sobre arcilla (ocho Roland Garros, entre otros t¨ªtulos), los biomec¨¢nicos, seg¨²n pudo saber este diario, llegan en 2012 a una conclusi¨®n inapelable: despu¨¦s de analizar m¨¢s de 3.000 v¨ªdeos, dan por demostrado que la tierra batida es la superficie que de media produce m¨¢s spin, y que el efecto pierde eficacia en pista r¨¢pida.
Nadal, de 27 a?os, no necesita que le ense?en los papeles. Consciente de la circunstancia, le ha quitado algo de curva a sus derechas de transici¨®n en cemento, e intenta cerrar los debates con tiros decididamente planos. Ninguno resumi¨® mejor el cambio que el que le dio el punto clave de la final del Abierto de EE UU, que le enfrent¨® precisamente a Nole, como hoy en Pek¨ªn: la bola de set al resto con la que conquist¨® la tercera manga.
¡°Cuando juegas con Djokovic sabes que no tienes m¨¢s remedio que ir al l¨ªmite y estar mentalizado para eso¡±, explica por tel¨¦fono Toni Nadal, t¨ªo y t¨¦cnico del espa?ol, sobre aquel derechazo plano, contracultural para su sobrino, y que fue todo un latigazo. ¡°Contra otros no tienes la misma decisi¨®n porque juegas con lo que te empujan. Si no te queda m¨¢s remedio, intentas forzar, hacer un extra¡±, prosigue, antes de analizar las conclusiones del estudio. ¡°Est¨¢ claro. En tierra, pasa m¨¢s veces la pelota y al dar top-spin tienes un extra de seguridad y sigues haciendo da?o. En pista r¨¢pida, no es mala opci¨®n, pero no es lo mismo. Lo que funciona es jugar bien, elegir bien los tiros¡±.
Para lograr el n¨²mero uno, Nadal ha jugado mucho y bien. Antes de medirse a Djokovic en la final de Pek¨ªn ¡ªextra?a circunstancia: puede estrenar el n¨²mero uno perdiendo contra su predecesor, favorito siempre que se miden en cemento¡ª, hab¨ªa disputado 12 finales en los 13 torneos a los que se ha apuntado en 2013, con 10 t¨ªtulos y el ¨²nico borr¨®n de la derrota en la primera ronda de Wimbledon. Eso son 65 partidos ganados por 3 perdidos en lo que va de temporada. Eso es una historia ¨²nica, impensable y como de guion de cine, que quedar¨¢ para siempre en los anales de su deporte. Un tenista que en febrero estaba lesionado y jugaba cojeando es en octubre el mejor del mundo.
Hasta el desenlace puede ser de pel¨ªcula: Nadal y Djokovic se miden en la final de Pek¨ªn (22-15 para el mallorqu¨ªn en el cara a cara), all¨ª donde el espa?ol se alz¨® por primera vez con el n¨²mero uno, all¨¢ por 2008, camino del oro ol¨ªmpico y tras una ¨¦pica semifinal contra el serbio. Leyenda pura.
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