El baile del ¡®9¡¯

A Martino le bast¨® con verlo un cuarto de hora frente al Celtic para convencerse de que Neymar en la punta de ataque es una alternativa de lo m¨¢s resultona, sobre todo porque no solo ofrece huecos con sus arrastres y toque de espaldas a porter¨ªa como Cesc, sino que tambi¨¦n encara, reta en velocidad y dribla como Messi. As¨ª, ausente La Pulga por otra lesi¨®n muscular, Ney fue el rey como en el Santos, figura olvidada en el Bar?a (siempre a la sombra del genio argentino) y en Brasil, donde Scolari siempre pone a un delantero centro de turno para que acabe lo que ¨¦l empieza. Y el traje de epicentro ¨Caunque se cambiara de botas en el entreacto, de naranjas a amarillas- le sent¨® de maravilla porque se marc¨® todo un baile sobre el c¨¦sped.

Como Leo, juega donde juega y y en cualquier posici¨®n lo hacen bien¡± Tata Martino

Sofocar la efusividad de Neymar fue tarea imposible para los centrales del Valladolid, que soltaron la pierna cuando recib¨ªa de espaldas, pero tambi¨¦n cuando les retaba en carrera, un riesgo que no penaliz¨® el colegiado Teixeira Vitienes, que decidi¨® obviar incontables faltas, adem¨¢s de dos penaltis claros de Pe?a y Rueda. Protest¨® Neymar como tambi¨¦n se expres¨® el Camp Nou al grito de ¡°??rbitro qu¨¦ malo eres, qu¨¦ malo eres!¡±. Pero sea como fuere, los centrales marcaron en zona y, tras quedar retratados porque con un control orientado se los ventilaba, pronto decidieron no seguirle cuando el brasile?o reculaba a recibir. Torpeza del Valladolid y una similitud m¨¢s de Neymar con Messi, ambos c¨®modos en absorber el cuero y girarse, en trazar alg¨²n que otro eslalon. Como en ese zigzag con bicicleta que acab¨® por abrir a Tello y de ah¨ª al pie de Xavi para que firmara el segundo gol, o como en ese otro que acab¨® por ceder a la carrera de Alexis, que supuso el tercer tanto del partido y su quinta asistencia liguera en los ¨²ltimos cinco duelos. Tambi¨¦n se ofreci¨® Neymar en velocidad, pero no resolvi¨® frente a Mari?o tras pase de Cesc.

¡°Da lo mismo donde juegue. No hay en eso un secreto que tenga que ver con el entrenador. Como Leo, juega donde juega y y en cualquier posici¨®n lo hacen bien¡±, le pirope¨® Tata Martino. ¡°Va creciendo y el entrenador ha gestionado muy bien su adaptaci¨®n. Poco a poco vamos a ver lo que tiene¡±, puntualiz¨® Zubizarreta.

Fue, en cualquier caso, un repertorio inagotable con el bal¨®n en los pies y sin ¨¦l. Aunque la diferencia principal con Leo es que con Neymar sobre el campo hay m¨¢s movilidad ¨Ccomo se constat¨® en el primer gol de Alexis y la danza de los delanteros: el 11 a un costado, Tello al centro y diagonal del chileno- y m¨¢s participaci¨®n colectiva, pero menos gol. Aunque Neymar, empecinado en firmar un duelo redondo, tambi¨¦n festej¨® su diana, tras un pase de Alexis y un remate seco y ajustado al palo desde dentro del ¨¢rea. Neymar de 9 estuvo de 10.

El baile del ¡®9¡¯