El Madrid resopla ante un porterazo
El equipo de Ancelotti, mejorado, se impone a la soberbia actuaci¨®n de Caballero, meta del M¨¢laga
Hay partidos de una sola intriga. Ocurri¨® en Chamart¨ªn, donde la ¨²nica trama fue adivinar si alg¨²n madridista podr¨ªa batir a Willy Caballero, el formidable guardi¨¢n de un M¨¢laga espantado en ataque de principio a fin, incapaz siquiera de echar un vistazo en las inmediaciones de Diego L¨®pez. El Real Madrid, con m¨¢s luces que sombras, fue detenido una y otras vez por el guardameta argentino, que sum¨® una docena de paradas de extraordinario m¨¦rito. Se?al de que estaba iluminado fue que solo? encaj¨® un gol involuntario de Di Mar¨ªa y otro de Cristiano con un ajustad¨ªsimo lanzamiento de penalti en el ¨²ltimo suspiro. El gesto del portugu¨¦s al anotar simboliz¨® c¨®mo hab¨ªa discurrido el encuentro: Ronaldo pidi¨® perd¨®n por su mala sobremesa. No hubo otro culpable de ello que Caballero, en el Bernab¨¦u un portero con may¨²sculas.
REAL MADRID, 2; M?LAGA, 0
Real Madrid: Diego L¨®pez; Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo; Khedira, Illarramendi, Isco (Modric, m. 72); Di Mar¨ªa (Jes¨¦, m. 80), Morata (Bale, m. 75) y Cristiano Ronaldo.No utilizados: Casillas; Casemiro, Arbeloa y Nacho.
M¨¢laga: Willy Caballero; Jes¨²s G¨¢mez, S. S¨¢nchez, Weligton, Antunes (Antunes, m. 76); Portillo (Santa Cruz, m. 76), Camacho, Tissone, Eliseu; Samuel (Anderson, m. 69) y El Hamdaoui. No utilizados: Kameni; Chen, Duda, y Pedro Morales.
Goles: 1-0. M. 46. Di Mar¨ªa. 2-0. Cristiano Ronaldo, de penalti.
?rbitro: Ayza G¨¢mez. Amonest¨® a Weligton, Sergio S¨¢nchez, Antunes y Eliseu.
Unos 70.000 espectadores en el Bernab¨¦u.
El festival de Willy forz¨® a un Madrid mejorado, un equipo mejor dispuesto, m¨¢s el¨¢stico, sin concesiones en defensa y bien gestionado en ataque. Antes de que empezara el repertorio del meta visitante, sin llegar al cuarto de hora, Cristiano ya hab¨ªa astillado el larguero y un remate cruzado suyo hab¨ªa esquivado el gol por un dedo. Eran las primeras evidencias de un Madrid vitalista, decidido a enclaustrar a su oponente con dos laterales profundos como Carvajal y Marcelo, con Di Mar¨ªa de gran agitador junto a Khedira, suelto y punzante como volante derecho. Illarramendi se situ¨® como primera referencia por delante de los centrales y Morata se ocup¨® de todo el barrido ofensivo. En el coraz¨®n de la gente, el ariete de La F¨¢brica ha tomado la delantera a Benzema, ausente por lesi¨®n. Mientras se grad¨²a como el buen futbolista que presagia, su empe?o en todas las jugadas contrasta con la etiqueta de gandul que lleva colgada el franc¨¦s. La hinchada rindi¨® tributo al canterano en su despedida al ser relevado por Bale.
Encomendado a su portero, este M¨¢laga de la austeridad que Schuster intenta remendar solo encontr¨® una v¨ªa de achique con su armonizada l¨ªnea defensiva, que a cada centro del Madrid desde los costados respond¨ªa con un paso al frente de forma perfectamente alineada para dejar a sus rivales en fuera de juego. Una traba constante para el grupo de Ancelotti que cuestion¨® el papel de Isco. Sin ?zil, el Madrid no tiene un filtrador de pases, alguien a quien recurrir para alternar el juego por fuera con el interior. Di Mar¨ªa es hoy el mejor asistente; Isco es de otra condici¨®n. Tampoco es un auxilio en defensa por el carril izquierdo, por donde se desata Marcelo y no se repliega Cristiano. Al contrario que en la otra banda, muy bien ocupada ante los malaguistas por Carvajal ¨Cfirme en la presi¨®n alta, en el quite-, Khedira ¨Cen asalto constante al ¨¢rea de Caballero- y Di Mar¨ªa ¨Cque sigue en plenitud-. El Madrid no es sim¨¦trico y el formato de Isco est¨¢ por definir. Ante su exequipo no tuvo dictado alguno.
Pr¨¢cticamente la ¨²nica vez que el M¨¢laga no recurri¨® a tirar el fuera de juego ante un centro lateral lleg¨® el primer gol. Medio minuto hab¨ªa transcurrido tras el descanso cuando Di Mar¨ªa enrosc¨® la pelota para Cristiano, al que fue a escoltar Sergio S¨¢nchez. El luso no pein¨® la pelota, pero si su marcador le hubiera dejado suelto el ¨¢rbitro pod¨ªa haber decretado una vez m¨¢s fuera de juego de haber considerado que CR despistaba al meta rival. La pelota combada de Di Mar¨ªa bot¨® a un palmo de Caballero y le pas¨® de largo. Una parada imposible, pese a que Caballero hiciera unas cuantas, con las manos y con los pies, como una a Cristiano que remat¨® en la l¨ªnea de gol a una cuarta del guardameta argentino. Nada, no hab¨ªa consuelo ante Caballero.
Con el gol en contra, uno y otro siguieron a lo suyo, abstemio el M¨¢laga ante un invisible Diego L¨®pez, enredado para dar tres pases seguidos con tino y anclado en su defensa. El Madrid mantuvo su combate con Willy, por tierra y aire. Ancelotti movi¨® el banco con Bale y Jes¨¦, que dej¨® otra vez huellas positivas. Hace bien poco, con un resultado tan ajustado el equipo se hubiera amurallado delante su portero. Se buscan otros tiempos y el Madrid acab¨® en el ¨¢rea del h¨¦roe de la noche. All¨ª, Weligton forceje¨® con Bale y el ¨¢rbitro interpret¨® que era penalti. Cristiano tuvo que ajustar de lo lindo para superar a Caballero. ¡°Hoy no es mi d¨ªa¡±, pareci¨® querer decir a la hinchada. Cierto, era el d¨ªa de Willy, un gigante.
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