El c¨ªrculo virtuoso
Ancelotti cree que el Madrid debe robar r¨¢pido el bal¨®n, como hizo ante el M¨¢laga, para mantener enchufados a sus futbolistas
Carlo Ancelotti llevaba un mes y medio analizando al Madrid sobre el terreno cuando, antes de viajar a Estambul para debutar en Champions, expuso su diagn¨®stico al club. El t¨¦cnico teoriz¨® sobre una relaci¨®n causal. Dijo que al equipo le faltaba ¡°actitud¡± porque carec¨ªa de un ¡°equilibrio¡± defensivo; no pod¨ªa atacar con ¡°continuidad¡± porque no recuperaba el bal¨®n adecuadamente; y como los jugadores no pod¨ªan atacar con ¡°continuidad¡± se desanimaban y parec¨ªan faltos de ¡°actitud¡±. El c¨ªrculo vicioso se acent¨²a en la plantilla del Madrid, donde, seg¨²n el italiano, el ADN de los jugadores, sus costumbres adquiridas y su psicolog¨ªa de artistas les induce a desenchufarse de los partidos cuando no est¨¢n en contacto con la pelota.
Para romper esta deriva y elevar la calidad del juego, Ancelotti concluy¨® que hab¨ªa que defender mejor para acortar los espacios de tiempo sin bal¨®n, y dijo que trabajar¨ªa este aspecto por encima de todo. Eso es lo que hizo el Madrid el s¨¢bado ante el M¨¢laga. Presionar con m¨¢s sincron¨ªa, m¨¢s arriba, y con m¨¢s ¨¦xito, dando al conjunto una apariencia de solidez desconocida en lo que va de temporada. Una apariencia cuya sustancia real determinar¨¢ el tiempo y la competici¨®n pero que algunos, como Bernd Schuster, el t¨¦cnico del M¨¢laga, relativizaron de inmediato despu¨¦s del partido: ¡°Ellos nos han presionado alto porque nosotros no hemos estado ah¨ª, atac¨¢ndolos, y se lo hemos puesto f¨¢cil¡±.
El t¨¦cnico desconf¨ªa de Isco y Bale por su falta de instinto para la recuperaci¨®n
Schuster aliment¨® un viejo debate. Los analistas del f¨²tbol llevan un siglo y medio intentando desentra?ar el gran enigma: d¨®nde est¨¢ la g¨¦nesis del juego, si en la defensa o en el ataque. La escuela espa?ola m¨¢s vanguardista, con te¨®ricos como Pep Guardiola o Juanma Lillo, niegan los reduccionismos y superan la inc¨®gnita afirmando que el juego es complejo y aleatorio, y que la defensa y el ataque son nociones de un mismo orden. Estos t¨¦cnicos creen, al rev¨¦s que Ancelotti, que para estar bien colocado para defender antes es imprescindible estar bien colocado para atacar. Si el entrenador no configura un contexto para que sus jugadores tengan la pelota con continuidad el equipo tampoco estar¨¢ ordenado tras la p¨¦rdida del bal¨®n.
Ancelotti comenz¨® por inculcar a sus jugadores algunas ideas sobre c¨®mo colocarse en el campo para recuperar mejor el bal¨®n. Al italiano le preocup¨® sobremanera la baja de Xabi Alonso, quiz¨¢ porque repasando las estad¨ªsticas de la temporada pasada distingui¨® que se trataba del madridista que m¨¢s pelotas rob¨® por minuto jugado: una cada 8,5 minutos de promedio. Puesto a rebuscar un sustituto, ante el M¨¢laga opt¨® por Illarramendi, que promedi¨® un robo cada nueve minutos ¡ªbastante m¨¢s de lo que robaba en la Real¡ª jugando como medio centro, por delante de los centrales, con la misi¨®n de dar el primer pase, como Xabi.
Heredero de la doctrina lineal de Arrigo Sacchi, que fue revolucionaria hace 30 a?os, Ancelotti pregona que se ataca de muchas maneras pero se defiende en un esquema de 4-4-2. Esta imposici¨®n obliga a reclutar jugadores atl¨¦ticos para cerrar las bandas y compromete el rendimiento de hombres como Isco ¡ªo Bale¡ª, poco inclinados a correr hacia atr¨¢s. Ancelotti ya dej¨® entrever el s¨¢bado que Isco no le convence, abriendo la puerta a otras opciones. Son soluciones a veces impopulares que adem¨¢s desagradan a Florentino P¨¦rez. El presidente quiere que jueguen los que ha fichado recientemente. Pero sin Xabi, el equipo ideal de Ancelotti incluir¨ªa a Di Mar¨ªa, Illarra, Khedira y Modric. No hay en ese tablero imaginario ¡ªen ese 4-4-2 plat¨®nico¡ª rastros de Isco ni de Bale. De momento Ancelotti fantasea. ?Llegar¨¢ a ejecutarlo? En el club dan por descontado que no se atrever¨¢.
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